24. Alarma.

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un día de retraso pero aquí estamos, chicas!!!! yupi yay yay

todas a rezarle a la buena mujer de mi editora que tiene un curro increible <3

y si queréis demostrarme amor a mi tambien podéis comentar este cap como locas jiji


...


Juanjo había esperado una mañana de domingo relajada.

De verdad, se había ido a dormir con una sonrisa satisfecha en la cara y un poco más feliz de lo que se ha sentido en su vida. Su estado de ánimo era tan favorable que, al despertarse, se había levantado directamente para ir a por napolitanas a la panadería de al lado para desayunar. Álvaro se lo agradecería más tarde, puede que incluso lo convenciera para sentarse con él en su diminuta mesa de cocina y le dejara contarle cada segundo de su cita con Martin el día anterior.

En su lugar, Juanjo se ha visto obligado a quedarse estático en mitad de su salón, ya vestido para ir a por la dosis de chocolate que ansía con todas sus fuerzas, pero incapaz de moverse.

La causa de su parálisis no es otra que un mensaje de Denna. Un mensaje de Denna en el cual le ha enviado la última historia de Instagram de Martin, acompañada de un texto excesivamente jovial para los sentimientos que ahora le atacan.

era la camisa!!! combina perfectamente con el aesthetic de tu chico

Juanjo podría ahogarse en un pozo de su propia incertidumbre. La ansiedad nerviosa que lleva meses portando consigo como un accesorio permanente no le deja reaccionar en un primer momento. La foto, en sí, no es especialmente preocupante. Tan solo se ve parte de su hombro y su mano. Podría ser cualquiera.

Pero, aunque la posibilidad de alguien reconociéndolo más allá de sus mejores amigos es remota, no es imposible que alguien ate los puntos.

Lo que más le cuesta reconocer, dentro del estupor que baña cada uno de sus pensamientos, es el sentimiento cálido que se asienta en su pecho.

Martin ha visto esa foto, ha hecho esa foto, y la ha compartido con el resto del mundo. Lo ha compartido a él, o una parte de él, con el mundo.

Ese reconocimiento le impide hacer más que contener una sonrisa mientras se plantea la reparación de daños que ahora procede.

Todavía no ha conseguido moverse de su sitio en la salita cuando Álvaro emerge de su habitación. Lleva una sudadera que Juanjo no reconoce, con el logotipo de un conservatorio al que sabe que su amigo no ha ido en su vida. Guarda esa información momentáneamente, focalizando su atención en la emergencia que le ocupa.

"Buenos días." Farfulla Álvaro, las marcas de las sábanas dibujadas en sus mejillas. "¿Haces tortitas? Hace tiempo de tortitas. Creo que hay Nutella."

"Álvaro..."

"¿Qué? Hace mucho que no haces tortitas, me las merezco por aguantar todas tus mariconerías." Su amigo se tumba sobre el sofá, mirándolo de manera inquisitiva, un poco más despierto que hace unos segundos. "Y si no hay Nutella, me conformo con sirope."

"No voy a hacerte tortitas." Juanjo hace un espasmo con las manos, un gesto angustiado que ha aprendido a reprimir con los años. Le hace parecer demasiado gay. "Déjame un hueco en el sofá. Necesito ayuda."

"¿Otra vez? No podemos seguir así, Juanjo." Álvaro aparta sus piernas, dejando que su compañero de piso se siente a su lado. "Bueno, en realidad sí, soy como tu gurú gay."

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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