12. Entre paréntesis.

9.3K 474 688
                                    


listas? 

...


Juanjo lleva un mes y medio intentando evitar la situación en la que se encuentra.

Pero cuando se despierta con Martin apoyado sobre su pecho, no consigue averiguar qué le había impedido disfrutar del momento.

Las sábanas y el edredón los protegen del frío, la comodidad aplastándolo contra el colchón, marcando el ritmo suave de la respiración de Martin, todavía dormido. No sabe cómo acabaron así, exactamente, pero no se queja. Lleva demasiado tiempo sin dormir en la misma cama que otra persona. No se había dado cuenta de cómo echaba de menos ese tipo de intimidad.

Los acontecimientos del día anterior se agolpan en su cabeza, impidiéndole reconciliar el sueño. De todas maneras, ya puede entreverse la luz a través de las cortinas. Revive su euforia y su repentina certeza; la convicción de que no actuar en base a sus instintos sólo conseguiría alargar algo inevitable. No se arrepiente, ¿cómo podría hacerlo? Cuando Martin es solo dulzura y cariño, cuando besarlo supo a promesa.

No, no puede arrepentirse, no cuando era la única opción con la que conservar la cordura.

Pero eso no consigue calmar su nerviosismo ante todo lo que conlleva. Ha tomado una decisión, una que no puede ignorar, sobre todo porque ve imposible apartar ahora a Martin. Viéndolo dormido, apoyado en su pecho, como si siempre hubiera sido así.

Como si la distancia no existiera y llevara toda vida metido debajo de su piel.

"¿Juanji?" La voz le sale rasposa, más grave, cuando habla.

Por alguna razón inexplicable, solo le causa más ternura. Se revuelve contra las sábanas hasta dejar un beso en su frente, invitándolo a abrir los ojos de nuevo.

Quiere besarlo. Siente que ya no puede no querer hacerlo.

Anoche estuvieron horas así, tras la cena. Metidos en su cama, cubiertos por el secreto que implica la madrugada, besándose y tocándose. Hablando en susurros compartidos, a pesar de que lo expuesto esa noche no será oído por nadie más.

Le había supuesto un ejercicio de contención inmenso no continuar. No ir más allá.

"¿Quieres dormir más?" Murmura, todavía con los labios apoyados contra su frente.

Martin no le contesta, pero niega suavemente con la cabeza, refugiando su rostro en el hueco entre su hombro y su cuello. Juanjo está bastante seguro de que, en algún momento de anoche, dejó marcas en ese mismo lugar.

"¿Quieres levantarte?" Vuelve a murmurar, pasando sus manos por la cintura del chico, atrayéndolo aún más cerca, hasta que prácticamente está encima suya.

La posibilidad de salir de la cama le aterroriza. No recuerda un segundo de su vida en el que se sintiera más a gusto que ahora. Resguardado entre las sábanas y el cuerpo de Martin contra el suyo, protegido del exterior y del mundo.

"Nunca." Dice Martin, dejándose manipular, sin hacer ningún esfuerzo de resistencia ante el movimiento.

Juanjo no contiene su sonrisa ante el tono adormilado y plácido con el que habla. Se da cuenta de que es así como lo describiría: plácido, tranquilo. Incluso cuando lo ha visto convertirse en nervio puro.

Viéndolo así le parece imposible, todo extremidades lánguidas y piel descubierta.

"Menos mal, porque yo no tenía ninguna intención." Le responde notando como su contestación le despierta un murmullo en el pecho, prácticamente ronroneando sobre él.

mastermindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora