XODÓ I /Bellamy Blake/

Capítulo III

"Jasper Jordan"

ADELINE SEGUIA limpiando la herida de Octavia lo mejor que podía. No tenía muchas cosas que los pudiera ayudar, aparte de trapos sucios y poca agua.

—Hola— la voz de Clarke se hizo presente en aquel rincón del campamento, donde solo se ubicaban Bellamy, Octavia y Adeline—. Buscaremos a Jasper.

La pelinegra frunció el ceño confundida, sin entender exactamente porque la rubia les estaba diciendo aquello, y más cuando tanto Bellamy como Adeline habían puesto su credibilidad en sospecha.

—Yo los acompaño— dijo Octavia intentando levantarse. Pero antes de que lo lograra Bellamy se interpuso.

—No puedes, estas herida— recordó este mismo con obviedad. Octavia lo miro mal, pero luego paso su mirada hacia la de su mejor amiga con suplica.

La menor de los Blake sabía que Adeline podia hacer cambiar la opinión de su hermano.

—Discúlpame, O. Sabes que odio darle la razón a Bellamy, pero es cierto. Solo atrasarías la búsqueda— Respondió la oji-diferente. Octavia solo asintió bufando, rendida a la idea de poder ir por Jasper.

—Ire yo— aceptó Bellamy. El chico solo lo hacía por su hermana, y todos eran consientes de aquello.

—También yo.

Clarke asintió mientras se iba buscando más ayuda. Mientras tanto Bellamy también llamo a Murphy para que los acompañase y le indicó a Atom que cuidara a su hermana.

Luego de un rato y que todas la cosas estuvieran preparadas: Finn, Clarke, Wells, Bellamy, John y Adeline salieron del campamento.

—Puedo preguntar ¿por que estamos haciendo esto?— susurró Murphy solo para sus dos amigos. El rubio aún no entendía que hacían buscando a Jasper, pues estaban arriesgando su vida al no saber quien o que eran los terrestres.

—Solo podemos hacerle creer al Arca que la princesa esta muerta de una manera— respondió Bellamy encogiéndose de hombros. Adeline le lanzó una pequeña mirada de desaprobación.

—Me gusta esa idea— murmuró Murphy con una pequeña sonrisa mientras asentí como un pequeño niño.

Adeline se adelantó ya cansada de la conversación que estaban manteniendo sus dos amigos. Ella no tenía a nadie en el Arca, pero aún así le parecía muy injusto quitarse las pulseras para darse como muertos y que no bajen a la tierra. El Arca la tuvo presa durante dos años, pero Adeline no guardaba rencores, ella no tenía corazón para guardar rencor.

—Adeline— hablo Bellamy atrayendo su atención. La chica volteo a verlo, para luego seguir con su camino intentando ignorar al chico—. Detente.

—Es inhumano Bellamy, personas aquí abajo si tienen seres queridos— replicó la pelinegra en un susurro, no quería hacer gran escándalo de aquella discusión.

—Ahí arriba están quienes los encerraron. A ti, a O y a Murphy— exclamó sorprendido. Bellamy no podía entender como Adeline perdonaba tan fácil—. No tienes porque defenderlos.

La pelinegra paro en seco mirando mal al chico. Una de los defectos de Bellamy que más odiaba Adeline era su egocentrismo. Para el pecoso la vida solo giraba en proteger a sus seres queridos, porque así había sido desde que tenía conciencia. Para el no existían otros , pero para Adeline si. Ella era todo lo contrario a Bellamy.

—También están los demás. Hay gente que es flotada a diario por crímenes tan simples como robar medicina para poder sobrevivir— recordó Adeline. Bellamy la miro por unos segundos. Ella tenía razón, y el lo sabía. Pero si el Arca bajaba nada le garantizaba que su crimen sería perdonado.