Capítulo V

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"J.M"

AL AMANECER Bellamy confirmó que la niebla acida se había disipado. Con eso Charlotte, Bellamy y Adeline salieron de la cueva que los protegió durante toda la noche.

—¡Hay alguien ahí!— gritó Bellamy, en un intento de encontrar el grupo con el que había ido a cazar.

—¡Aquí estamos!— un grito se diviso en lo profundo del bosque. Y eso hizo que tanto el pecoso como la pelinegra se relajaran.

En su vista apareció Derek, Connor y Roma. Los tres estaban bien y con vida. Pero inmediatamente aquella alegría se disipó cuando la última pregunto por Atom.

—No lo sabemos, lo perdimos anoche en la niebla— contestó Blake algo incomodo por la situación. En el fondo se sentía un poco culpable de dejar tirado al chico.

Antes de que pudieran hacer cualquier otra cosa un grito perforo sus oídos. Un grito de Charlotte.

Adeline entro en pánico al no ver a la niña a su al rededor, así que inmediatamente corrió hacia el grito de la pequeña niña. Y la imagen con la que se encontró jamás se la sacaría de la cabeza.

Jamás.

Mátame— un pequeño susurro salió del chico. Estaba en una condición horrorosa, su piel tenía pequeñas y grandes burbujas por todo el cuerpo, y se encontraba de un tono rojizo.

Adeline sintió como otra presencia se acercaba. Cuando miro de reojo pudo ver a Bellamy agachándose frente al cuerpo del chico, su mirada reflejaba culpabilidad.

—Mátame— susurro nuevamente. Adeline trago grueso. Cuando le decían la tierra en el Arca, jamás imaginó terminar en una situación así.

—Váyanse al campamento— indicó Bellamy, mirando hacia los chicos y la pequeña niña.

Adeline no tuvo ni un poco de fuerzas para levantarse e irse. Estaba paralizada viendo el cuerpo del chico. No sabía que hacer, ni cómo reaccionar.

El pecoso saco un pequeño cuchillo de su bota, y se acercó lentamente. Pero antes de poder hacer cualquier cosa soltó un sollozo, así que Adeline sostuvo su mano y lo guió hacia el cuello del chico.

—Descansa— susurró la chica viendo como el pequeño cuchillo atravesaba la yugular de Atom.

La poca vida que quedaba reflejada en los ojos de Atom fue arrebatada lentamente. No cabía duda de que había sufrido las ultimas horas.

—Estamos juntos en esto, Bell— hablo Adeline. Ya habían caminado un poco, pero Bellamy se veía absorto en sus pensamientos.

—¿Crees que soy un asesino?— preguntó parando. Adeline frunció el ceño extrañada, pero inmediatamente supo que la pregunta no vino por lo que había pasado con Atom, había algo más.

—¿Que sucede?— devolvió la pregunta.

Bellamy dudo en contarle, era algo que nadie más que el sabia, y si le contaba a Adeline su perspectiva sobre el iba a cambiar totalmente.

Pero confiaba en ella.

Confiaba en ella más que en nadie.

Le dispare al canciller Jaha— admitió con voz quebrada—. Así fue como pude bajar a la tierra.

La pelinegra lo miro unos segundos, como si quisiera asegurar que no era una broma pesada. Pero al notar la mirada rota de Bellamy entendió que no era una broma, que era algo peligroso.

  XODÓ I /Bellamy Blake/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora