Capítulo XVI

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"Epidemia"

YA HABÍA amanecido, y todos se encontraban haciendo sus tareas diarias. Para Adeline nunca había anochecido, debido a que jamás durmió por estar cuidado a su mejor amigo. El cual se encontraba dentro de la nave reposando, pues había estado semanas sin dormir corriendo por los bosques y con una pésima alimentación.

—Te veo algo serio— dijo Adeline en forma de saludo. Bellamy estaba concentrado viendo a la nave, como si el mayor problema estuviera frente a el.

—Pensé que seguías con Murphy— murmuro. Su voz fue seca y cargada de molestia,cosa que hizo que Adeline frunciera el ceño confundida.

—¿Que te sucede?— preguntó desconcertada. Las cosas entre ellos habían ido muy bien, no entendía a Bellamy.

—Ayer no llegaste a dormir conmigo, te estuve esperando toda la noche— respondió severo. En ese instante Ward comprendió que le sucedía al chico.

—¿Estas celoso?— cuestionó, aunque no debería, el momento le daba un poco de gracia. Pero Blake no negó nada, simplemente se quedo neutro en su lugar—. Es mi mejor amigo, Bell. Y llevaba semanas sin verlo, es normal.

—¿Y donde quedo yo?— preguntó dramático. Adeline estaba apunto de estallar en carcajadas por la pequeña escena de niño pequeño que le estaba haciendo el chico—. Yo también necesito atención.

Antes de poder responder Adeline sintió como su estómago se revolvía de una manera horrible. Las nauseas y el mareo se hizo presente en ella. No pudo evitar vomitar. Y a su lado Blake veía aterrado la escena, la chica estaba vomitando sangre. De manera grotesca.

Bellamy levantó la cabeza en busca de ayuda, en sus brazos permanecía el amor de su vida con un estado horroroso. Líneas de sangre recorrían su rostro saliendo de sus ojos, por toda su cara había sangre salpicada debido al constante vomito.

El pecoso no encontró ayuda, debido a que cuando chocó miradas con Clarke estaba también estaba igual de pálida.

—Mierda— murmuró el chico. Sin pensarlo mucho salió corriendo hacia la nave, tal vez dentro podrían ayudarla.

Bellamy sabía trabajar en situaciones de presión, había estado en la guardia. Pero no cuando se trataba del bienestar de su chica. Ahí no sabía mantener la calma ni trabajar con la cabeza fría.

—¿Que le paso?— preguntó Murphy preocupado, viendo el cuerpo desmayado de su mejor amiga. Aunque Bellamy seguía a desconfiando de el, sabía que jamás le haría daño a ella.

—Lo mismo que a ellos— dijo señalando a ahora los cuerpos inertes en el suelo. También habían estado enfermos, y ahora se encontraban muertos.

—Ella no puede morir— John negó con su cabeza con temor. Adeline era lo único que tenía, y no podía pasarle nada.

—Ya lo se— afirmó el pelinegro acomodándola en una camilla. La chica seguía inconsciente, pero gracias a que su respiración era un desastre los dos chicos podían saber que se mantenía con vida.

—¡Clarke!— chillo Murphy al ver a la rubia entrar a la nave—¿Que hacemos?

—Denle agua cuando despierte, y manténgala de lado cuando vomite— informó la rubia mientras se hacia cargo de los demás enfermos.





(...)




Adeline parpadeó repetidamente para poder acostumbrarse a la luz, aunque no fuera mucha gracias a que se mantenía dentro de la nave. Su cuerpo se sentía pesado y aún entumecido. La chica se topo con la mirada seria de Bellamy, como si estuviera pensando en miles de cosas dolorosas.

—¿Bell?— murmuro la pelinegra con voz rasposa y pastosa. Su garganta estaba seca debido a la poca hidratación que su cuerpo había ingerido.

Adeline después de caer desmayada no despertó más, cosa que alerto bastante al pecoso, pero se calma cuando Clarke le decía que estaba todo en orden.

—Adelita, otro susto más— susurró el pelinegro. Adeline embozo una tonta sonrisa al escuchar el apodo. Y eso fue suficiente para que Bellamy soltara pequeñas lágrimas retenidas—. Estuviste dormida casi dos días.

Ward se altero con esa información, pues los terrestres pudieron atacar durante ese plazo de tiempo. Blake se dio cuenta de la preocupación, así que negó dejándole claro que nada malo habían sucedido.

Aunque si para el pelinegro. Habían sido horas llenas de suma tensión para el, aunque la rubia le aseguraba que todo estaba en orden, Bellamy seguía inseguro con el hecho de que la chica no despertara.

—Clarke dijo que eso es relativamente bueno. Después de todo vomitaste sangre una sola vez— Otra voz se unió a la conversación. Adeline no tuvo que voltearse para saber quien era, conocía esa voz desde hace años.

Murphy.

John y Bellamy tuvieron varias disputas, cuando la chica cayó inconsciente era obvio que ambos estaban nerviosos por el estado de esta misma. Así que arremetieron sus sentimientos contra el otro.

—Me he desmayado mucho últimamente— bromeo la oji-diferente, cosa que a nadie le hizo gracia.

—Es normal si no duermes lo suficiente, ni te alimentas adecuadamente— informó Clarke pasando por su lado. La rubia había descansado unas horas, para luego volver a atender a los enfermos.

Blake tomo nota mentalmente de ser más estricto con los horarios de sueño de la chica, la obligaría a dormir con el. Y también a hacer las tres comidas junto a el.

—¿Que ha sucedido?— preguntó Adeline mirando a su alrededor. Donde todos se encontraban en un estado peor que el de ella.

—Una epidemia, fue mandada por los terrestres a travez de Murphy— aclaro Griffin. Adeline inmediatamente vio a su mejor amigo, quien la miraba con la cabeza ladeada y una sonrisilla.

—No ha sido su culpa, lo saben ¿no?— cuestionó la chica, que seguía viendo a su mejor amigo. Lo escaneaba seguidamente intentando encontrar algún signo de agresión física.

—Por desgracia, esta vez no tiene la culpa— admitió Bellamy asintiendo. El pelinegro sabía que Murphy sería incapaz de hacerle daño a su mejor amiga, eso era suficiente para confirmar que no había sido el culpable.

—Ayúdenme a levantarme— exigió Adeline, estirando sus brazos en busca de ayuda. Necesitaba estirar su cuerpo, y hacer algo productivo por el bien común.

—Deberías seguir descansando— susurró Bellamy riñendo a la chica, quien solo rodeo los ojos.

—Y tu deberías salir de aquí, por lo que veo es viral— contraatacó. El pecoso asintió, deposito un pequeño beso en la mejilla de la chica y luego salió de el transbordador.

Adeline se dispuso de ir de un lado a otro ayudando a los enfermos, tanto dándoles: comida, como agua y suplementos medicos. Gracias a que ya llevaban un buen tiempo en la tierra, se habían asentado mejor y tenían un poco más de sustentos.

—Sal un rato, Bellamy te esta buscando. Así tomas un poco de aire fresco— dijo Finn, viendo como la pelinegra iba de un lado a otro. Adeline quiso rechistar, pero al darse cuenta de que el castaño solo quería tiempo a solas con Clarke, ella se dispuso a salir.

El sol estaba fuerte, tal vez un poco más que los anteriores días. Había poca gente alrededor, la mayoría se mantenían enfermo o en reposo.

—Las cosas no marchan tan mal, eh— una voz tomo por sorpresa a la chica. Quien sonrió ladinamente al ver de quien se trataba.

—Admito que han hecho un buen trabajo como lideres— confirmó Adeline, quien seguía admirando el campamento.

—No te estas incluyendo en esa frase—contestó Bellamy viéndola, ella solo se encogió de hombros restándole importancia—. No, Linn. Tu has hecho tanto como nosotros.

Era cierto que sin Bellamy, Clarke, Finn o Adeline ninguno de los cien seguiría en pie y estables. Ellos se habían esforzado y sacrificado desde que aterrizaron en la tierra para mantener a la mayoría con vida. Aunque a Adeline le costara mantenerse a ella misma entera.

Adeline le dio una pequeña sonrisa, la cual se desvaneció inmediatamente al ver como el cuerpo de Bellamy se debilitaba, y sus ojos empezaban a sangrar.

  XODÓ I /Bellamy Blake/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora