Capítulo IX

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"Radio y Culpables"

CUANDO AQUELLA noticia fue escuchada por Adeline un balde de agua fría cayó en su cuerpo. Bellamy los había engañado a todos, incluso a ella.

—Vamos a hacer grupos— indicó Clarke hacia Finn y Adeline, quienes eran los únicos enterados de la desaparición del pecoso.

Antes de partir Finn le dedicó una sonrisa condescendiente a la pelinegra, entendía su situación.

—No es tu culpa, todos caímos en su mentira— susurró el castaño, dándole una sonrisa reconfortante. Después de todo el chico se sentía muy culpable por lo de su mejor amigo.

—Si. Pero yo dormí con el, Finn— dijo la chica desganada. Ambos zanjaron el tema cuando Clarke llego para alejarse del campamento.

Estuvieron varias horas caminando hacia el lugar donde cayo la nave. Se habían hecho grupos, Clarke y Adeline juntas y por otra parte Finn solo.

La rubia corrió hacia el pequeño transbordador apenas se coló en su visión. Inmediatamente abrió el transbordador dejando ver a una chica malherida.

—Mierda— susurró Adeline al darse cuenta de quien era—¡Raven!

La pelinegra llegó hacia su amiga, brindándole un pequeño abrazo reconfortante.

—¿Se conocen?— cuestionó Clarke sorprendida. Después de todo la probabilidad era realmente escasa.

—Si, me ayudo con algunos trabajos para mi padre— respondió con un asentimiento Adeline. Llevo a su amiga a una roca cercana para que la rubia pudiera revisarla.

Pero antes de que eso pudiera ser Finn entro en escena. Dejando ver un reencuentro entre la pareja muy motivador. Aunque Adeline sabía que Raven mantenía una relación romántica, jamás pensó que fuera con Finn.

—Me adelantare, a buscar a Bellamy— informó la ojo-diferente. No quería participar en más eventos incómodos.

—¡Amenazalo, por mi radio!— exclamó Raven furiosa. Pues hace algunos minutos se hizo presente la noticia de que el Radio había sido quitado.

Adeline en el pequeño recorrido por el bosque dejo que su mente se fuera a otro lugar. No sabía que sentir exactamente en respecto al pecoso. Se sentía decepcionada de ella misma por no darse cuenta de su actitud sospechosa.

Cuando la pelinegra sintió un leve agarre en sus hombros soltó un chillido asustado.

—Tranquila, soy yo— hablo Bellamy, acariciando la mejilla de la chica. Quien inmediatamente aparto su mano con rabia.

—Eres un idiota egoísta, Blake— la voz de Adeline salió arisca, y rasposa.

—Adeline, el no me perdonaría lo que le hice— y aunque el chico no mencionó nombres, Adeline sabia de quien hablaba.

—¡Habían la posibilidad!— exclamó. La pelinegra tenía ganas de llorar, pero tomo todas sus fuerzas para no hacerlo.

—¡Baje aquí para proteger a, O. Si el baja, me quitara toda posibilidad de estar con mi hermana! Otra vez— lo último salió de la boca de Bellamy sin fuerzas, como un pequeño susurro.

—¿¡Y yo!?— chillo Adeline. Bellamy solo pudo mirarla en silencio—¡Te dije lo mucho que quería que el Arca bajara!¡Agarraste mi esperanza y la desechaste!

El pecoso negó lentamente intentando regular su respiración. Se sentía intranquilo cuando Ward le gritaba.

—Perdóname, por favor...

  XODÓ I /Bellamy Blake/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora