Capítulo XXI

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"Traición"

BELLAMY VEIA atentamente el cuerpo que yacía frente a el. Su mente era un desastre de sentimientos encontrados.

Ahora Adeline estaba completamente limpia y cambiada, a diferencia de el día anterior en la noche, que estaba hecha un completo desastre. En su abdomen reposaban las vendas limpias y desinfectadas que habían dejado Asael en sus bolsillos del anterior pantalón.

Bellamy sentía un vacío increíble en su pecho. La chica no había despertado desde que se desmayó en sus brazos la noche anterior, y nadie la juzgaba, la habían encontrado en un aspecto incluso peor que el de Murphy cuando fue encontrado.

El pecoso se levantó de la silla que estaba ubicada a un lado de la cama. La miro por unos segundos más, y sintió mas aún la necesidad de salir de ahí, o la ansiedad y la incertidumbre lo matarían. La opresión de su pecho le dificultaba la respiración.

—¿Te relevo?— preguntó Murphy, quien se ubicaba en el puesto de comida más cercano a la tienda de Adeline y Bellamy.

—Tomare un poco de aire— murmuró asintiendo. Aunque ambos chicos tenían rencores pasados los habían descartado por la simple idea de cuidar a Ward.

Murphy dejo todo lo que estaba haciendo para dirigirse hacia la tienda donde se ubicaba su mejor amiga.

El rubio apenas se adentró pudo sentir el ambiente nostálgico del lugar. Aunque el no quería sentirse de aquella manera, la rabia invadía su cuerpo de manera inmediata.

John había jurado cuidarla ante todo pelinegro que pudiera ocurrir. El prometió cuidar sus sentimientos más que nada. Pues a pesar de todo el juraba que ellos dos terminarían siendo pareja, pero su sueño fue arruinado desde la primera mirada que dirigió Adeline hacia Bellamy cuando llegaron a la tierra. Ahí se dio cuenta que el jamás tendría la oportunidad, porque Blake y Ward eran amantes eternos. Buscarse y encontrarse una y otra vez era su karma.

—¿Este es mi funeral, o por que tienes esa cara?— un susurro interrumpió el silencio tenso que se esparcía por cada rincón de la tienda.

—Nos has dado el susto del siglo, te odio por eso— respondió Murphy dejando que las lágrimas recorrieran sus mejillas.

Inmediatamente ambos se abrazaron, dejando que el cariño desbordara ante aquel acto. Cualquier persona que viera su amistad podría contagiarse con honestidad, amor y pasión. Porque ellos estaban repletos de aquello.

—Espera, acaso has dicho susto en plural— una pequeña sonrisa se dibujo en el rostro de Adeline, esperanzada de que los dos hombres de su vida se llevaran nuevamente bien.

—No te emociones, solo hemos intercambiado tres o cuatro palabras este último día— se encogió de hombros compartiendo la misma sonrisa complice—. Le ire a decir que despertaste.

Adeline asintió con tranquilidad, quería ver a Bellamy y que se relajara. Ella era testigo de lo mucho que solía tensarse en su ausencia.

John salió de la tienda para empezar a preguntar si habían visto a el líder del campamento, la respuesta común fue que estaba en la tienda de Raven creando balas. Así que ahí se dirigió el chico. Y ojalá no lo hubiera hecho.

Unos pequeños gemidos se escuchaban desde la puerta de la tienda. Haciendo que John frunciera el ceño notablemente confundido. Pues Finn estaba desaparecido en el bosque, y todas las señales apuntaban a un solo hombre.

Por más que John Murphy odiara a Bellamy Blake deseo con toda su alma que aquello solo fuera una mala jugada de sus noches sin dormir. En ese mismo instante quiso meter a Adeline en una cajita de cristal y protegerla del daño humano.

  XODÓ I /Bellamy Blake/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora