Capítulo 19 - Parte 2

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*Max

─Olvídalo. Lo siento ─se disculpa, levantándose de la nieve, sacudiendo la cabeza levemente. El arrepentimiento de sus palabras fue expresado en su rostro, notaba que se sentía apenada.

─ ¿Por qué lo sientes? ─pregunto, con el corazón comenzando a latir ferozmente, a pesar de que habíamos descansado un poco, ahora sentía mi cuerpo pesar.

─Siento haber traído aquella pregunta a la luz, pero no importa. Me di cuenta de que realmente no necesito tu respuesta.

Me quito el pasamontañas de nuevo, mirando a nuestro alrededor, escuchando a la nieve ser movida y el crujido era alarmante cuando las personas se deslizan a través de ella. Exhalo y el vapor aparece en el aire, intentaba conectar puntos para lograr entenderla.

─ ¿No la necesitas? ─repito, intentando que ambos estemos seguros de lo que hablábamos─. ¿O no la quieres escuchar?

─Ya te dije, Max, no importa.

─Por algo salió a la luz.

─No es nada ─insiste, comenzando a molestarle.

─Lo dudo ─susurro cuando miro hacia otro lado.

─A veces eres demasiado complicado, ¿lo sabes? ─rebate. Alzo ambas cejas, sorprendido de la actitud formándose en ella─. La única vez que necesito que me contestes una pregunta decides esperarte semanas y semanas para formar alguna respuesta.

─Entonces sí la necesitas.

─ ¿Podrías simplemente contestarme? Literalmente no es tan complicado decir o no, incluso un tal vez .

─Vale. Siento fascinación por ti, y, curiosamente, creo que siempre lo he hecho ─su rostro perdió la molestia y pasó a una más sorprendida en un segundo, al igual que la incertidumbre se asomaba─. No quiero decirte que me gustas como la vez pasada, y que después nada suceda, que simplemente te vuelva a lastimar por no saber cómo actuar, ¿de acuerdo? Lamento demasiado haberlo hecho aquella vez, pero me lamentaré aún más hacerlo de nuevo porque de verdad me importas como para hacerte eso.

─ ¿Entonces de verdad te importo?

─Por supuesto ─afirmo con una risa apagada─. Quizá no me creas dado que fui un idiota contigo incontables veces en el pasado, y que la única razón por la cual sigamos aquí es por mi hermana y por la profesora Brooks que nos hizo sentar juntos, pero de verdad me importas. Preferiría callarme y dejarte vivir como si nada antes de confundirte con esto.

Sus ojos adquirieron un brillo, la preocupación y el temor estallaron en mi mente al notarlo. A mí no me importaba si yo salía lastimado, en parte me lo merecía. Sin embargo, su silencio me era inquietante.

─Pero, creo que tienes razón ─admito, como si me diera por vencido a esta conversación─, creo que no importa. Si aún me odias o algo parecido, la verdad no te culpo.

─No te odio, Max ─suelta en un susurro, se acerca un poco hacia mí. Su mirada era reconfortante y solidaria, de aquellas que transmiten calidez y seguridad. Ver a Leslie brillar en un campo blanco era otra cosa; lo he vivido antes, pero no de esta manera. Ahora de verdad comenzaba a verla─. A pesar de lo que pasó, no te puedo odiar.

─ ¿Jamás lo hiciste?

─No puedo odiarte, mis padres no me criaron así. No soy de guardar rencores ─emite cuando llega a estar frente a mí.

Admito que la distancia entre nosotros era lo único que me mantenía frío y sensato, y que cuando aquella distancia se acortaba, mi mente se enfocaba en su presencia, en el brillo de su cabello rubio, de sus ojos marrones y sus labios rosados, era un embelesamiento hermoso. Comencé a recordar la primera vez que noté aquellos atributos a principios de la preparatoria cuando creí que ambos coqueteábamos.

Heavens (En Curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora