La cuenta regresiva ha llegado al número uno, siendo mañana el primer día de clases.
Hoy nos hemos encargado de ir a nuestras universidades, lo cual me ha ayudado para distraerme. Seguía pensando en las palabras de Sebas, en aquel «te quiero», y cómo extrañaba su presencia. Todos los chicos se han ido a diferentes horarios, y yo decidí salir con Peter, ya que ambos teníamos un horario parecido.
—Me parece tan raro que mi primera clase comienza al mediodía. Estaba tan acostumbrado a levantarme temprano y a quejarme de ello —comienza él, ambos caminábamos en los pasillos de un edificio llamado Questrom. Llegamos a un punto medio del edificio donde había una estatua redonda con líneas gruesas sobresaliendo a los lados, mirando hacia arriba había al menos cuatro pisos, y en cada uno veías banderas de casi todos los países.
—Al menos puedes levantarte tarde.
—No lo creo. Kevin tiene clases a las ocho de la mañana todos los días. Va a despertarme sí o sí.
—Bueno, dale mis condolencias —él se ríe un poco y nos detuvimos. Él revisa su teléfono y gira los ojos—. ¿Qué sucede?
—Mi siguiente clase es cerca de donde acabamos de ir.
— ¿El último piso? —me quejé, ajustándome los lentes y él asintió. Si hubiese continuado siendo porrista en la preparatoria, quizá mi resistencia física sería mejor, pero no lo es, entonces tomar las escaleras me complicaba la vida. Podría tomar el elevador, pero digamos que no me gusta mucho.
—No te preocupes, iré y si quieres puedo encontrarte más tarde.
—Como digas —él se va y me quedo sola.
No tenía nada más que hacer en este edificio, entonces salí de ahí y decidí ir a mi siguiente clase que se encontraba en la facultad de comunicación. Estaba a cinco minutos de ahí, solo tuve que cruzar una avenida y pasar varios edificios. El clima era cálido, y había una brisa agradable de por medio. Lo que más me agradó fue que había estudiantes por todos lados, principalmente en un pequeño jardín en frente del edificio al que me dirigía. Había mesas para picnic y asientos para tomar el sol, me recordaba a la playa, pero con pasto en vez de arena.
Estuve divagando dentro del edificio, sin embargo me resultó complicado encontrar el salón al cual debía ir. Es por eso que hacía esto el día antes de clases, sino esta sería yo mañana mientras se me hace tarde a mi primer día, y no quería eso.
—Disculpa —llegué con una chica que deambulaba en el pasillo. Cuando tuve un momento para mirarla bien, inmediatamente pensé en Alisha Boe; era linda y me regaló una sonrisa empática—, ¿sabes dónde puedo encontrar este salón? —le enseñé la información desde mi teléfono y ella lo miró por un segundo.
—Honestamente, estoy igual de perdida que tú. Quizá peor —se ríe y acomoda su cabello de cierta manera—. Es mi primer año, ni siquiera puedo encontrar la salida y creí que me quedaría aquí por un rato.
—Oh —suelto una risa nerviosa, guardando mi teléfono. No sé porqué, pero saber que había alguien igual de perdida que yo me reconfortaba—. Este edificio es demasiado confuso. La ciudad me es confusa también.
—Con la ciudad puedo ayudarte. He vivido aquí toda mi vida —sonríe animada y me estrecha su mano—. Soy Mariana Isherwood, pero puedes llamarme Mari, por favor no me llames Mariana.
—Oh, okay —me presento de manera divertida, devolviéndole el gesto. Ella alzó una ceja, pero no dijo nada. Se me vino a la mente la idea de tener que volver a introducirme con nuevas personas, estaba tan acostumbrada que conocía a casi todos en mi antigua escuela. Siendo privada había menos personas, entonces era más fácil que te reconozcan.
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Heavens (En Curso)
ChickLitGreeicy Heaven ha acumulado los problemas del pasado hasta el punto de afectar sus relaciones sociales, y con ello, sus relaciones amorosas. Fue así hasta que conoce al nuevo amigo de su hermano mellizo, quien poco a poco comienza a entrar en la vi...