Han Jisung, un omega con un delicado aroma a lirios y frambuesas, está harto del constante acoso de alfas que no lo dejan en paz. Decidido a poner fin a esto, busca una pareja que lo proteja de tanta atención no deseada.
En medio de su búsqueda, con...
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Un par de días después, Jisung se encontró con Jiwon esperándole fuera de su primera clase. Sabía que debía aclarar las cosas, tanto por ella como por él mismo. No quería que una amistad que había valorado se desmoronara por falta de comunicación.
—¿Podemos hablar? —dijo ella, evitando mirarle a los ojos. Jisung asintió.
—¿Te parece un café? —preguntó, esta vez fue el turno de ella de asentir.
Caminaron en silencio a una cafetería tranquila dentro del campus. No era un lugar que solían frecuentar, y Jisung lo había escogido deliberadamente para evitar el peso de los recuerdos compartidos que tenían en otros lugares.
La expresión de Jiwon era seria pero neutral, lo que hizo que Jisung se sintiera aún más nervioso. Después de pedir sus bebidas, ambos se sentaron en una mesa junto a la ventana, donde el sol de la mañana llenaba el espacio con luz cálida.
—Lamento lo de la vez pasada —comenzó Jisung, sintiendo la necesidad de romper el hielo—. Quería hablar contigo sobre eso... pero... no había encontrado el valor de hacerte frente.
Jiwon asintió, pero no dijo nada, esperando que él continuara, con la cabeza gacha. Jisung tomó un sorbo de su fría bebida antes de seguir.
—Me enteré de tus sentimientos, y quiero decirte que lamento si te he di alguna señal equivocada. De verdad valoro nuestra amistad, no creí que... todo resultaría de esta forma.
Jiwon suspiró, finalmente rompiendo su silencio.
—Jisung, nunca quise que esto fuera incómodo para ti. Me di cuenta de que me gustabas y pensé que tal vez... —Ella levantó la mirada, intentando conectar con la de Jisung, pero no pudo mantenerla—... bueno, tal vez tú también sentías algo. Pero parece que solo fui yo haciéndome esperanzas.
—Eres una persona increíble, Jiwon —dijo con sinceridad, tomando la mano de la alfa—. Eres una gran amiga...
—Y tu eres un excelente amigo, Hannie. Me gustas, enserio me gustas... Solo quiero que seas honesto conmigo...
—Woonie, no quiero hacerte daño...
—Me haría más daño que me mientas, por favor...
La mano de la alfa se colocó sobre la suya. Jisung suspiró, intentando reunir las fuerzas que necesitaba. No estaba rechazando a cualquiera, era una de sus mejores amigas de las que estaba hablando.
—No siento lo mismo —dijo, con un nudo en la garganta—. Para mí, nuestra relación siempre fue de amistad, y me gustaría que lo siguiera siendo, pero solo si tú también lo quieres.
