Han Jisung, un omega con un delicado aroma a lirios y frambuesas, está harto del constante acoso de alfas que no lo dejan en paz. Decidido a poner fin a esto, busca una pareja que lo proteja de tanta atención no deseada.
En medio de su búsqueda, con...
Nota: Este es el segundo capítulo que publiqué hoy, asegúrate de leer el anterior. 🥺❤✨
Capítulo once:
❝ Cosas de hermanos. ❞
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Jisung acompañó a Seungmin hasta su auto, puesto que había olvidado un pequeño detalle de ese día: su hermano era quien iba a llevarlo a casa, no Seungmin.
El día había sido largo y agotador, ni siquiera había pensado dos veces en cualquier cosa que pasara a su alrededor. El aroma de Minho impregnado en él lo tenía muy nublado como para hacerlo.
Y cuando recibió la llamada de Changbin, supo que estaría en problemas. Así que le pidió que le esperara en el estacionamiento, que pronto llegaría.
—Binnie —dijo Jisung, al verle esperando junto al auto de Seungmin—. Tengo que hablar contigo sobre algo...
El mejor amigo de Jisung se despidió de inmediato y se marchó en su coche lo más rápido que pudo, quería evitar las preguntas hacia él y vamos, evitar meter a Jisung en problemas en el proceso. Sabía que una vez comenzaba a hablar, no podía parar.
—¿Podemos hablarlo en el auto? Tengo un debate a la una y no creo que quieras esperarme luego.
—Es que es justo sobre eso —dijo, intentando mantener la calma. El aroma de Minho no le estaba ayudando en ese momento.
—¿Sobre mi debate? —preguntó Changbin confundido.
—No, bueno, técnicamente sí, no me mal entiendas sé que te irá bien es solo que...
—Jisung —interrumpió el alfa, confundido al verle divagar—, ve al grano.
—Mi amigo irá a dejarme a casa —admitió.
—"Tu amigo" ¿quién? —preguntó Changbin, cruzándose de brazos, había olfateado mejor a Jisung, parecía haber sido perfumado recientemente. Cosa que no le generaba confianza.
—Eh... —Jisung suspiró, la mirada fija de Changbin no le estaba ayudando para nada a relajarse—... Se llama Minho. Me llevará a casa, lo prometo.
—No confío, sube al auto.
—Binnie, escúchame primero, ¿está bien? Él se ofreció a recogerme luego de clases. Tal vez vayamos a almorzar o a beber un café helado, pero iré directo a casa, por favor —suplicó, sintiendo las feromonas de Changbin picar en su nariz, era obvio que no le estaba agradando la conversación—. Yo confío en él, ¿puedes tú confiar en mí?
Changbin dudó. Mirando el reloj en su muñeca, si seguían ahí de pie, no le daría tiempo de ir a dejar a Jisung y tendría que tenerlo a su lado el resto de la tarde.
