Las dos Caras de las Sombras

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Alumno y maestro se miraban sin decir palabra alguna, el aula mágicamente sellada, aislada, privada, el mayor apoyando la espalda en su escritorio y Harry cauteloso a unos cuantos metros de distancia. Severus Snape escudriñaba el rostro notoriamente tenso del adolescente que tenía enfrente, entre cerrando sus ojos para hacerle saber su descontento, al chico que mordía sutilmente su labio inferior a la espera de alguna palabra ajena.

-Entonces ese era el plan «afirma en voz alta pero hablándose a sí mismo» ibas a volver a hacerlo.
-Profesor? «cuestiona sin entender»
-Volvería a huir, como una sucia rata, si no lo detenía, señor Potter «escupe con desprecio, volviendo a dirigirse al joven» una acción que solo un cobarde podría ejecutar.
-No estaba huyendo.
-En serio? «sube una ceja» porque me pareció ver justo lo contrario; y no lo culpo «se adelanta a la respuesta de harry» cualquiera huiría de mí luego de haberse atrevido a hacer lo que usted hizo.
-Profesor Snape, déjeme,
-Juega con magia peligrosa, señor Potter «en un movimiento rápido e impredecible para el otro, lo toma desde el cuello de su camisa y lo eleva hasta su altura, para acercarse mucho a su perpleja cara» se lo había advertido antes, y créame que no es mi estilo hacerlo dos veces.
-Esto es por lo que pasó en la sala de Gryffindor? «se atreve a preguntar sin demostrar miedo» porque sí es así creo que está exagerando, «entonces una gruesa y pálida mano comienza a apretar el delgado cuello del chico, como si fuese una serpiente constrictora» p-profesor! «se queja y comienza a toser»
-Cómo se atreve a insinuar que estoy exagerando? «musita lento» En una sala común donde cualquier estudiante podría entrar, incluso su jefa la profesora Mcgonagall, usted... se atrevió a poner una frazada sobre mis piernas con el único fin siniestro de tocar mis partes íntimas, «menciona notoriamente avergonzado y enojado por ello» y todo esto bajo las narices entrenadas de ese patético Lupin, un profesor que al parecer tampoco puede respetar, las consecuencias de haber sido descubiertos habrían sido nefastas y no hubiera podido salvarlo de eso Potter, o no querría. «Intentando controlar su rabia, suelta a Harry bruscamente, quien se tropieza pero no cae, mientras continúa tosiendo y masajeando su cuello por un rato» No esperaría menos de usted, es un Gryffindor después de todo «blanquea los ojos y se gira hacia su escritorio para no verlo por un momento»
-Profesor~ «consigue decir con su voz algo ronca, sin saber lo que produce ese tono en su superior» en verdad yo, l-lo s-siento mucho. No era mi intención causar problemas, ni mucho menos enojarlo... Yo, s-solo quería,
-Deje de balbucear y vaya al grano. Su parsimonia es hartante.
-Solo quería que se sintiera bien! «concreta dejando la vergüenza de lado un instante» Intenté d-darle placer, talvez no fue de la mejor manera pero sin dudas no pensé en las consecuencias y,
-Usted nunca piensa en ellas, Potter «ironiza» así como tampoco pensó en preguntarme si simpatizaba con esa extraña y vulgar forma de diversión suya, un juego tramposo para alguien que no está dispuesto a perder mucho por ganar algo más.
-Bueno, n-no iba a preguntarle algo cómo eso o sí!? «expresa elevando la voz, logrando que el docente vuelva a girarse para verlo duramente»
-Ya que ha pensado en todo, confiese también el por qué.
-Porque habría dicho que no. «dice casi en un susurro, que es apagado por la autoritaria y molesta voz ajena»
-POR SUPUESTO QUE HUBIERA DICHO QUE NO! «le grita» y debería castigarlo por su osadía. Ésta estupidez, heredada sin duda por los genes paternos, es de no creer. Es que en serio... «se toma el puente de la nariz para relajarse un momento y exhala profundamente» sintió pudor para hacerme la pregunta, pero contradictoriamente llevó a cabo la acción sin mi consentimiento y sin una pizca de vergüenza. Eso es muy hipócrita de su parte Potter, y hace que sienta ganas de azotarlo. «Harry, que iba responder, fue callado nuevamente por un dedo que se elevó a su vista» Ni se le ocurra decir algo más. Siempre supe que sus facultades mentales no eran las mejores, aún así Dumbledore halla cada vez algo para destacar, por más insignificante que sea. Al menos intente estar a su altura.