Capitulo 46: Continuación

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Lo vi alejarse junto a Teresa, sintiendo una punzada en el pecho, pero también con la determinación de mantenerme firme en lo que había decidido. Confiaba en Gally, y sabía que si realmente estábamos destinados a estar juntos, encontraríamos la manera de superar cualquier obstáculo.

Mientras regresaba al campamento sola, me repetía que la confianza y la paciencia serían nuestras aliadas en este complicado laberinto de emociones.

No podía dejar de pensar en Gally y Teresa. La forma en que se miraban, cómo hablaban… todo me hacía sentir insegura, como si algo más estuviera pasando entre ellos. Decidí que no podía quedarme con la duda, así que fui a buscarlos.

Recorrí el campamento, mis pasos rápidos y decididos. Mi corazón latía con fuerza mientras me acercaba al lugar donde sabía que solían pasar tiempo juntos.

Ahí estaban, bajo un árbol, en un rincón donde las sombras se alargaban, casi ocultándolos de la vista de los demás. Mi corazón se detuvo cuando vi a Gally inclinarse hacia Teresa, y mis peores temores se hicieron realidad. Sus labios se encontraron en un beso que parecía durar una eternidad.

No podía creer lo que estaba viendo. La traición se sintió como una puñalada en el pecho, y mi visión se nubló con lágrimas. Sentí como si el suelo se desmoronara bajo mis pies. ¿Cómo podía Gally, después de todo lo que habíamos compartido, hacerme esto?

Sin pensarlo dos veces, me di la vuelta y salí corriendo, mis pasos retumbando en mis oídos mientras me alejaba lo más rápido que podía.

Llegué a mi cabaña y cerré la puerta de golpe, intentando sofocar el sollozo que se escapó de mi garganta. Me dejé caer sobre la cama, las lágrimas fluyendo libremente mientras el dolor de la traición se asentaba profundamente en mi pecho.

“¿Cómo pudo pasar esto?” pensé, apretando los puños con fuerza, deseando que todo fuera solo una mala pesadilla de la que pronto despertaría. Pero sabía que era real, y el dolor de verlo con otra me envolvía completamente, como una tormenta implacable.

El enojo se apoderó de ti, un fuego ardiente que no podías ignorar. Saliste de la cabaña con determinación, tu mente enfocada en confrontar a Teresa y en desahogar toda la furia que sentías.

Te dirigiste rápidamente hacia donde sabías que Teresa y Gally solían pasar tiempo. Tus pasos resonaban con furia, cada uno acercándote más a la fuente de tu ira. Cuando llegaste, Teresa estaba en la misma área, conversando con algunos de los chicos, sin notar tu presencia.

Sin pensarlo dos veces, te lanzaste hacia ella. La ira y el dolor te dieron una fuerza que no habías experimentado antes. La empujaste con fuerza, haciendo que tropezara y cayera al suelo. Los gritos de sorpresa y confusión de los chicos que estaban cerca se mezclaron con los tuyos.

"¡¿Qué te crees, Teresa?! ¡¿Cómo puedes hacerme esto?!"

Tus palabras estaban cargadas de rabia mientras intentabas golpearla. Teresa, sorprendida y aterrorizada, trataba de protegerse y alejarte, pero tu furia no se detenía.

Los chicos, finalmente reaccionando, corrieron hacia ti para separarte. Alby, Minho y otros se apresuraron a intervenir, intentando detener la pelea. El caos se apoderó del lugar mientras te sujetaban y te alejaban de Teresa.

"¡Déjame ir! ¡Quiero hablar con ella! ¡No me importa lo que digan!"

Al final, te llevaron con dificultad lejos de Teresa. Tu respiración estaba agitada y tu cuerpo temblaba, aún lleno de adrenalina. El dolor y la traición estaban evidentes en tu rostro, y te mirabas como si estuvieras a punto de romperte.

Teresa estaba en el suelo, con el rostro enrojecido y visiblemente asustada. Gally, al ver la escena, se acercó, tratando de entender lo que acababa de suceder y buscando cómo manejar la situación.

Mientras la tensión se disipaba lentamente, te encontraste rodeada de los chicos que trataban de calmarte. Pero el enojo seguía ardiendo en tu interior, y la traición seguía pesando en tu corazón.

Gally se acercó a ti, con la culpa reflejada en sus ojos y las palabras atrapadas en su garganta. Había visto la escena, había visto la ira y el dolor en tu mirada, y ahora estaba frente a ti, intentando encontrar una manera de enmendar lo que había sucedido.

"Por favor, _______, déjame explicarte", comenzó a decir, pero la furia en tu interior no te permitía escuchar.

Lo miraste directamente a los ojos, sintiendo cómo el odio burbujeaba dentro de ti. "Te odio, Gally", dijiste con una voz firme y temblorosa. "No puedo creer que hayas hecho esto. Después de todo lo que pasamos, después de todo lo que pensé que significábamos el uno para el otro..."

Hasta que te vuelva a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora