Capitulo 78

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Los gritos de Newt, Thomas y Minho resonaban en el aire, sus voces eran una mezcla de pánico y desesperación. "¡_______, aguanta!" gritaba Thomas desde el camión. "¡No te rindas!"

Mientras el camión avanzaba, el dolor se volvía cada vez más agudo. Sentía cómo la sangre empapaba mi ropa, y la debilidad me envolvía. La visión se volvía cada vez más borrosa, y el sonido de las voces de mis amigos se desvanecía lentamente. Los gritos de Gally y los demás se mezclaban con el ruido del camión en movimiento, creando una cacofonía de desesperación.

A medida que la oscuridad se apoderaba de mi mente, las últimas imágenes que retuve fueron las de los rostros angustiados de mis amigos y la desesperación en sus ojos. Gally seguía sosteniéndome, sus manos eran una fuente de calidez en medio del frío que se apoderaba de mí.

Las lágrimas caían de mis ojos, y el último suspiro de esperanza era un susurro en la tormenta de dolor. El sacrificio había sido inmenso, y el precio de nuestra libertad se sentía más real que nunca. El amor y la desesperación se entrelazaban en la última imagen que guardé, con la voz de Gally implorando que no cerrara los ojos mientras la oscuridad me envolvía lentamente.

El camión avanzaba a toda velocidad, la carretera se desvanecía rápidamente mientras el caos seguía a nuestro alrededor. Gally, con su rostro pálido y la desesperación en sus ojos, mantuvo mi cabeza en su regazo, tratando de mantenerme consciente mientras el dolor se hacía cada vez más insoportable.

El rugido del motor y el estruendo de los disparos parecían un eco lejano comparado con el grito desgarrador que Gally lanzó al ver la magnitud de mis heridas. Su voz, cargada de angustia, resonó en el camión, llenando el espacio con una desesperación palpable. La mirada en su rostro era de puro terror y determinación. No podía soportar la idea de perderme, de dejarme ir en medio de todo este horror.

Gally buscó frenéticamente algo que pudiera ayudarnos. Sus manos temblaban mientras revolvía el interior del camión, su mirada fija en el botiquín de primeros auxilios que finalmente encontró escondido bajo una pila de equipo. Con un esfuerzo casi desesperado, abrió el botiquín, sus movimientos eran rápidos pero torpes, reflejando la intensidad del momento.

“¡No, no, no!” murmuró mientras sacaba las vendas, el antiséptico y otros suministros básicos. Cada movimiento era una batalla contra el pánico que lo envolvía, pero su determinación era inquebrantable. Con el botiquín en mano, se inclinó sobre mí, tratando de manejar las heridas con la mayor precisión posible, a pesar de la turbulencia del camión.

Mientras Gally trabajaba, la luz del camión parpadeaba a través de las ventanas rotas, creando un juego de sombras sobre su rostro. Sus manos eran un toque de firmeza y cuidado en medio del caos. La sangre seguía fluyendo, y cada segundo contaba para estabilizarme antes de que fuera demasiado tarde. Gally aplicó el antiséptico con movimientos rápidos, su expresión una mezcla de concentración y desesperación. Las vendas se colocaban con un toque tembloroso pero decidido, y cada respiración se convertía en un esfuerzo doloroso.

A pesar de sus esfuerzos, el ambiente en el camión era sombrío. Los gritos de Newt, Thomas y Minho seguían resonando, sus voces llenas de pánico y preocupación. Pero Gally estaba completamente enfocado en mí, su mirada fija en cada detalle mientras intentaba detener el sangrado y estabilizarme.

Con cada herida atendida, Gally murmuraba palabras de consuelo entre susurros entrecortados, “Vas a estar bien, _____. No te vayas, por favor. Estamos casi allí.” Cada palabra estaba cargada de un dolor crudo y una esperanza desesperada.

El viaje parecía eterno, pero Gally no dejaba de trabajar, sus esfuerzos eran una lucha constante contra el tiempo. Mientras las luces de la ciudad comenzaban a aparecer a lo lejos, el camión se aproximaba al refugio. Gally seguía firme, con las manos firmemente sujetas a las vendas, mientras el último destello de esperanza se mantenía en sus ojos.

Finalmente, cuando el camión se detuvo, la oscuridad del camino cedió ante la luz de un lugar más seguro. Gally, con su rostro empapado en sudor y lágrimas, me levantó con cuidado, y los otros chicos llegaron rápidamente. La tensión en el aire era palpable, pero el alivio de estar a salvo comenzó a reemplazar el dolor.

Gally, exhausto pero determinado, continuó sosteniéndome mientras nos llevaban al interior del refugio. Su mirada nunca se apartó de mí, y a pesar de la gravedad de la situación, su amor y su desesperación eran evidentes en cada gesto. La batalla por mi vida continuaba, pero con Gally a mi lado, el amor y la esperanza seguían luchando contra la oscuridad que me envolvía.

Newt, Thomas y Minho se acercaron a Gally al mismo tiempo, sus miradas llenas de preguntas y ansiedad. “¿Cómo está?” preguntaron al unísono, sus voces entrelazadas en una mezcla de esperanza y preocupación.

Gally, aún en estado de shock y con el rostro pálido, trató de calmarse lo suficiente para responder. “Está viva,” dijo, su voz apenas un susurro, cargada de agotamiento y alivio. “La operaron… están trabajando en ella. Dicen que está estable, pero aún necesita tiempo para recuperarse.”

Thomas, Minho y Newt intercambiaron miradas de alivio y preocupación, su tensión ligeramente aliviada por las palabras de Gally. “¿Cómo te sientes?” preguntó Newt, notando el estado emocional de Gally.

Gally, con la mirada fija en el suelo, soltó un suspiro tembloroso. “He estado… aterrorizado. No pensé que pudiera soportar esto. La vi herida, y no sabía si íbamos a salir de esto. No sabía si iba a volver a verla…”

Minho puso una mano en el hombro de Gally, tratando de ofrecer un poco de consuelo. “Lo hiciste bien, Gally. Hiciste todo lo que pudiste. Ahora necesitamos estar aquí para ella mientras se recupera.”

Thomas asintió, y todos se tomaron un momento para sentarse y tratar de recuperar el aliento. La tensión en el aire era palpable, pero el alivio de saber que _______ había sobrevivido brindaba un rayo de esperanza en medio del caos.

Mientras los médicos continuaban con el tratamiento, Gally permaneció cerca de ______, esperando ansiosamente el momento en que pudiera estar a su lado nuevamente. La sangre en sus manos y ropa era un recordatorio constante de la angustia que había pasado, pero su determinación de estar allí para _____ seguía siendo su fuerza principal.

A medida que el tiempo avanzaba, el refugio se llenó de un silencio tenso, roto solo por los murmullos de los médicos y las respiraciones entrecortadas de los amigos que aguardaban. Aunque la batalla aún no había terminado, el simple hecho de saber que ______estaba viva y en manos capaces ofrecía un consuelo a todos ellos.Gally me miraba con una intensidad dolorosa, su rostro pálido y manchado de sudor. “Mi amor,” repetía una y otra vez, como un mantra desesperado, mientras sus dedos temblorosos acariciaban mi mejilla. Cada palabra estaba cargada con una mezcla de amor profundo y un miedo casi insoportable. Sus manos, aunque temblorosas, eran suaves y llenas de una ternura que contrastaba con la gravedad del momento.

Hasta que te vuelva a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora