Los primeros meses con Gal fueron un torbellino de adaptaciones y aprendizajes. _______ y Gally pasaron noches sin dormir, cambiando pañales y alimentando al bebé, pero el amor que sentían por él hacía que cada desafío valiera la pena. Gally se convirtió en un padre dedicado, involucrándose en cada aspecto del cuidado de Gal. A menudo, lo encontraba paseando con el bebé o jugando con él en el suelo.
______, mientras tanto, se adaptó a su nuevo rol de madre con gracia y fortaleza. Aunque el cuidado de un recién nacido era agotador, el apoyo de Gally y la ayuda de sus amigos hicieron que todo fuera más manejable. Thomas, Newt y Sarten estaban siempre disponibles para brindarles apoyo, ya fuera con consejos o simplemente con su presencia reconfortante.
A medida que Gal crecía, se volvió evidente que tenía una personalidad vibrante y curiosa. Su risa contagiosa y sus primeros pasos llenaron la casa de alegría. Gally y ______ pasaban horas jugando con él, leyendo libros y explorando el mundo a su alrededor. Cada día era una nueva aventura, y la familia disfrutaba de cada momento juntos.
La noche estaba tranquila, y el sonido crepitante de la pequeña fogata que habíamos encendido era el único acompañamiento de nuestra cena. Sarten había preparado una comida deliciosa, y todos disfrutábamos de la velada en paz. Estábamos rodeados de naturaleza, lejos de los problemas del pasado, y compartíamos risas y conversaciones mientras Gal jugaba cerca, bajo la atenta mirada de Gally.
Minho, Thomas, Newt y yo conversábamos animadamente sobre nuestras próximas actividades, mientras Sarten servía los últimos platos. La noche estaba clara, y la luz de la fogata proyectaba sombras danzantes alrededor. Todo parecía perfecto, hasta que el silencio de la noche se rompió por el sonido de motores rugiendo a lo lejos.
Levante la vista hacia el horizonte, y allí, en la distancia, vi unas enormes camionetas negras avanzando a toda velocidad. Los faros brillaban intensamente, iluminando el entorno y haciendo que las sombras se alargaran. Mi corazón se aceleró al reconocer la amenaza inminente.
“¡Miren!” grité, señalando las camionetas.
Todos se giraron hacia la dirección que indicaba. El aire de calma que había estado envolviendo nuestra cena se volvió denso y pesado con la creciente preocupación. Minho fue el primero en reaccionar, levantándose rápidamente y tomando una posición defensiva. “¡Son personas malas, debemos prepararnos!” exclamó.
Gally, con su instinto protector al máximo, se puso de pie, manteniéndose cerca de Gal. Sarten dejó de servir comida, y todos comenzaron a moverse rápidamente, tratando de organizarse para enfrentar lo que se avecinaba.
Thomas tomó una linterna y empezó a alumbrar la carretera para observar mejor la situación. “¡No tenemos mucho tiempo! Esas camionetas están viniendo hacia aquí, y no parece que tengan intenciones amistosas.”
Newt comenzó a revisar las armas, mientras Minho ayudaba a buscar refugio cercano. “¡Tenemos que alejarnos de aquí!” dijo Newt, su rostro serio y decidido. “Si nos atrapan aquí, estamos en problemas.”
Gally, sosteniendo a Gal con firmeza, me miró con preocupación. “_______, asegúrate de mantener a Gal a salvo. No sabemos qué quieren, pero no voy a arriesgarme a perderlos.”
Con un nudo en el estómago, me dirigí rápidamente a la cabaña con Gal, tratando de mantener la calma. Mientras tanto, los demás se preparaban para el posible enfrentamiento. Thomas y Newt se colocaron al frente, listos para cualquier cosa que pudiera suceder.
Las camionetas negras se acercaban cada vez más, el rugido de los motores llenando el aire con una amenaza palpable. Las luces de los faros eran casi cegadoras, y el sonido de las ruedas sobre el asfalto se hacía más fuerte con cada segundo que pasaba.
Finalmente, las camionetas se detuvieron en el borde del campamento. Las puertas se abrieron, y varias figuras oscuras salieron de ellas, armadas y con un aire amenazante. Se podía sentir la tensión en el aire, y el pánico comenzó a crecer entre nosotros.
“¡No se acerquen!” gritó Minho, alzando su arma en señal de advertencia.
Pero las figuras no parecían inmutarse. La batalla por proteger nuestro nuevo hogar y a nuestra familia estaba a punto de comenzar, y sabíamos que no teníamos otra opción más que enfrentarnos a la amenaza que se acercaba con la misma valentía con la que habíamos enfrentado todos los desafíos anteriores.
De las camionetas bajó un hombre alto y robusto. Su nombre era Janson, el líder de la compañía CRUEL. Su presencia era intimidante y su tono amenazante. "¿Creen que se fueron tan fácil? Sabemos todo sobre ustedes. Ava Paige salió y revivimos CRUEL. Esta vez somos más y ustedes también, ¿no? Un bebé, probablemente si me dan al bebé me iría", dijo con una sonrisa fría.
Al escuchar esto, sentí un impulso de proteger a mi hijo. Dejé a Gal en un lugar seguro dentro de la cabaña y me dirigí rápidamente hacia afuera. Tomé un arma con firmeza y me acerqué a Janson. “¿Qué dijiste, mal nacido? Quiero ver si puedes repetirlo”, dije, con la arma bien posicionada en mi mano.
Janson soltó una risa cruel y continuó, “No has cambiado nada, eres igual de insoportable que cuando eras una niña, igual que Gally. Intenté separarlos y mírate ahora.” Su risa era irritante y despectiva.
Antes de que pudiera responder, sentí a Gally jalándome hacia atrás, poniéndose entre Janson y yo. “Nosotros nos encargamos”, dijeron los chicos con determinación.
Mientras los chicos se preparaban para enfrentar a Janson, yo me aseguré de que Gal permaneciera a salvo. La tensión en el aire era palpable, y todos sabíamos que esta era una amenaza seria que debíamos enfrentar.
Sarten estaba con Gal, cuidándolo con esmero mientras nosotros nos preparábamos para lo que estaba por venir. De repente, escuchamos el llanto de Gal, un sonido que hizo que mi corazón se acelerara. Janson, al oír el Ilanto, comentó con una sonrisa cruel: "Qué lindo".
Gally, con una mirada llena de odio y furia, se volvió hacia Janson. "Acércate a mi familia y te mato", dijo con una voz que resonaba con determinación y peligro.
A su lado, Newt, Thomas y Minho estaban igualmente serios, listos para protegernos. Sus miradas reflejaban la gravedad de la situación y el compromiso de no permitir que Janson o sus secuaces nos hicieran daño.
La tensión era palpable mientras nos preparábamos para lo que se avecinaba. La protección de nuestra familia y nuestra seguridad estaba en juego, y estábamos decididos a defendernos con todo lo que teníamos.
Vi cómo los hombres de Janson rodearon la cabaña, y mi corazón se aceleró al ver la amenaza inminente. Desesperada, corrí hacia la cabaña, gritando: "¡No!" Empujé a los guardias con toda la fuerza que pude, tratando de abrirme camino para llegar a Gal.
