Capitulo 54:

10 0 0
                                    

Volvimos al Área con el corazón acelerado por la emoción y la adrenalina de nuestro descubrimiento. Thomas y yo corrimos hasta el centro, donde la mayoría de los chicos ya se estaban reuniendo, esperando noticias de nuestra exploración. La tensión en el aire era palpable, pero también había una chispa de esperanza que no habíamos sentido en mucho tiempo.

"¡Chicos, tienen que escuchar esto!" exclamó Thomas, casi sin aliento, mientras intentábamos recuperar el aliento.

Alby, que estaba en medio de una discusión con Minho, se volvió hacia nosotros con una mezcla de curiosidad e impaciencia. "¿Qué encontraron?"

Thomas y yo intercambiamos una mirada antes de que yo comenzara a explicar. "En el centro del Laberinto, los Penitentes estaban formando un círculo. Era extraño, casi como si estuvieran protegiendo algo. A la derecha, vimos una puerta circular que estaba abierta, y había mucha luz del otro lado."

"Entramos a echar un vistazo," añadió Thomas, su voz llena de emoción. "Era como un laboratorio abandonado. Había equipos, pero no pudimos explorar mucho porque la puerta comenzó a cerrarse."

"Logramos salir justo a tiempo," continué, "y marqué la puerta para poder encontrarla de nuevo. Lo más extraño es que al salir, un Penitente estaba allí, pero no se movía. Simplemente estaba quieto, como si nos estuviera observando."

El Área quedó en silencio por un momento mientras todos procesaban la información. Alby se pasó una mano por el pelo, pensativo. "¿Un laboratorio? ¿Y los Penitentes no atacaron?"

Negué con la cabeza. "No. Fue como si estuvieran... inactivos."

Minho dio un paso adelante, con los ojos brillantes de interés. "Esto podría ser nuestra oportunidad. Si hay un laboratorio, podría haber información sobre cómo salir de aquí."

Gally, que había estado escuchando en silencio, cruzó los brazos y frunció el ceño ligeramente. "¿Y si es una trampa? No podemos arriesgarnos a que todos entren en el Laberinto y se queden atrapados."

Thomas asintió. "Tiene razón. Necesitamos planificar esto con cuidado. Tal vez un pequeño grupo podría ir primero para investigar más a fondo."

Newt, que había estado observando la conversación, finalmente intervino. "Sea lo que sea, parece que tenemos una nueva dirección. Pero debemos ser cautelosos. Un paso en falso y podría ser nuestro final."

La emoción entre nosotros era palpable, pero también había una sombra de duda y precaución. Sabíamos que estábamos ante una gran oportunidad, pero también que el
peligro acechaba en cada esquina.

Alby finalmente tomó una decisión. "Organizaremos un pequeño equipo para ir a explorar más a fondo. ______, Thomas, Minho y dos más. Tómense el tiempo necesario para prepararse, y asegúrense de estar bien equipados. Si realmente hay una forma de salir, necesitamos saberlo."

Asentimos, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre nuestros hombros. Esta podría ser la clave para nuestra libertad, y no podíamos permitirnos fallar. A medida que nos dispersábamos para prepararnos, sentí una mezcla de emoción y temor. El Laberinto nos había puesto a prueba muchas veces, pero esta vez, podría ser diferente.

El destino de todos nosotros podría depender de lo que encontráramos detrás de esa puerta misteriosa. Mientras el sol comenzaba a descender, nos dirigimos a nuestras tareas con determinación, listos para enfrentar lo desconocido una vez más.

Gally se acercó a mí y me tomó del brazo "no quiero que vallas" dijo "me da miedo que te pase algo" acaricio mi mejilla.

Lo miré a los ojos, sintiendo la preocupación en su voz y el calor de su mano en mi mejilla. Gally siempre había sido protector, a su manera. Sabía que su temor era genuino, pero también entendía la importancia de lo que estábamos a punto de hacer.

"Gally," le dije suavemente, "tengo que ir. Esto podría ser la clave para que todos salgamos de aquí. No podemos dejar pasar esta oportunidad."

Su mano se mantuvo en mi mejilla, y vi cómo sus labios se apretaban en una fina línea. "Lo sé, pero no puedo evitar pensar en lo que podría pasar si las cosas se complican allá adentro. Ya casi te pierdo una vez, y no quiero que eso vuelva a suceder."

Sentí un nudo en el estómago, comprendiendo la gravedad de sus palabras. Era cierto que el Laberinto era un lugar peligroso, y nadie sabía lo que encontraríamos más allá de esa puerta. Pero la esperanza de una salida, la posibilidad de una vida fuera de las paredes que nos habían mantenido prisioneros, era algo que no podía ignorar.

Le tomé la mano y la apreté suavemente. "Prometo que tendré cuidado. Volveré, Gally. No dejaré que el miedo me detenga, pero tampoco seré imprudente. Hay demasiado en juego."

Él asintió, aunque su expresión seguía siendo de preocupación. "Solo... ten cuidado, ¿de acuerdo? No quiero perderte. Hay mucho que no he dicho, y no quiero arrepentirme de no haberlo hecho."

Sentí un calor en mis mejillas ante sus palabras. Había tanto que habíamos pasado juntos, tantas emociones no dichas. Quería decirle cuánto significaba para mí, pero las palabras se quedaron atascadas en mi garganta. En lugar de eso, me acerqué y le di un suave beso en la mejilla, una promesa silenciosa de que regresaría.

"Nos veremos pronto," le dije, soltando su mano con un último apretón.

Gally se quedó en su lugar, observándome mientras me alejaba para reunirme con el equipo de exploración. Sentí su mirada seguirme, un ancla de esperanza y preocupación que me recordaba que tenía alguien esperando mi regreso.

Mientras me unía a Thomas, Minho, y los demás, el peso de la misión se asentó sobre mis hombros. Pero sabía que no estaba sola. Tenía amigos que confiaban en mí, y una promesa que cumplir. No importaba lo que enfrentáramos en el Laberinto, lo haríamos juntos, y encontraríamos el camino hacia la libertad.

El sol comenzaba a ocultarse, lanzando sombras largas sobre el Área. Con una última mirada hacia Gally, supe que este podría ser el comienzo del final, una oportunidad para cambiar nuestras vidas para siempre. La incertidumbre se mezclaba con la determinación mientras nos dirigíamos hacia lo desconocido, listos para enfrentar lo que el Laberinto tenía reservado para nosotros.

La noche había caído sobre el Área, envolviendo todo en una oscuridad espesa. Los corredores estábamos reunidos cerca de las puertas del Laberinto, listos para cualquier eventualidad. La tensión era palpable en el aire, cada uno de nosotros consciente de la importancia de nuestra vigilia.

Minho estaba al frente, sus ojos fijos en la estructura que se extendía ante nosotros. Su liderazgo natural nos daba una sensación de seguridad, aunque sabíamos que en el Laberinto todo podía cambiar en un instante.

Thomas estaba a mi lado, su respiración controlada pero sus ojos traicionando una mezcla de emoción y ansiedad. Era su primer turno nocturno desde que se había unido a nosotros, y aunque había demostrado ser un corredor valiente y capaz, la novedad de la experiencia era innegable.

“¿Lista para otra noche?” me preguntó Thomas, lanzándome una mirada cómplice.

“Siempre,” respondí con una sonrisa, intentando disipar cualquier tensión con algo de humor. “¿Y tú? ¿Listo para enfrentar lo que venga?”

“Más listo que nunca,” dijo, aunque pude notar un leve temblor en su voz. “Nunca pensé que una noche pudiera ser tan aterradora.”

Los corredores éramos una unidad. Nos habíamos enfrentado al Laberinto innumerables veces, pero la amenaza de los penitentes y lo desconocido más allá de las paredes siempre acechaba.

Hasta que te vuelva a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora