Chapter XV

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POV Seren

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POV Seren

El sonido incesante de la alarma me despierta. Enfadada me levanto de la cama, abro las persianas y dejo que el sol entre por la habitación. Agarro mi neceser de aseo y camino hacia el baño. Cuando ya estoy duchada abro mi closet y decido que ponerme, opto por unos jeans anchos estilo wideleg y una camisa con el logo de Nirvana y mis converse. No es que ame nirvana pero me regalaron la camisa y bueno tengo que darle uso. ¿No?

Bajo a desayunar y veo a mi madre en la sala haciendo limpieza y cantando. Canta muy bien, su voz es dulce y melodiosa por lo que me recuesto en el umbral de la puerta para escucharla cantar.

— No deberías espiar a las personas cuando cantan. —me reprocha en broma.—

— Es que cantas bien, mami. —le digo sonriendo.—

Mi madre me mira con ternura y yo blanqueo los ojos.

— ¿Vas a algún lado? —pregunta cuando ve que me dirijo hacia la puerta.—

La verdad es que no tenía planeado salir, pero las piernas me pican por ir a correr. Así que es mejor que vaya y venga luego a desayunar.

— Iré a correr.

— Entonces deberías cambiar tu vestimenta.

Tiene razón. Asiento y subo a mi habitación. Ya ahí me coloco unos shorts y una sudadera gris, amarro mi cabello en una coleta, agarro el iPad junto con los auriculares y bajo corriendo hacia la sala. Mi madre besa mi sien y yo salgo hacia la calle.

Hace un día soleado —lo cual es bastante raro en estas fechas ya que estamos pisando la primavera de Montevideo— por lo que las personas salen de sus casas, luciendo sus mejores ropas para días como estos. En su mayoría se dirigen al parque o a las lindes de los bosques para hacer picnics.

Me pongo los auriculares y empiezo a correr por las calles de Montevideo, con mi adorada playlist de reggaeton viejo invadiendo todo mi ser. Llego hasta el parque y le doy la vuelta entera. Me encuentro a varias chicas de mi curso corriendo, las saludo y ellas me devuelven el gesto con una sonrisa.

Salgo del parque, y sin querer me encuentro con Enzo quien también está corriendo. Tuerzo el gesto y cuando pasa a mi lado lo ignoro como si no existiera, él solo esboza una sonrisa socarrona y continúa corriendo.

¡Lo que tiene de lindo lo tiene de pelotudo!

Llego a mi casa, pero sin embargo, no entro, sino que la rodeo y me interno en la espesura del bosque. Es algo loco lo sé, sobre todo con lo que me sucedió, pero la curiosidad me pica y continúo corriendo. Detengo la música del iPad y por consiguiente me quito los auriculares.

Pasado unos cuantos minutos, dejo de correr y me siento en un tronco caído, donde tomo agua y aprovecho para tomar también algo de aire. Saco mi celular y veo que ya es mediodía ¡Rayos! Nunca me había tardado tanto haciendo ejercicio. Pero bueno hay una vez para todo ¿No? Me levanto y en vez de seguir corriendo, opto por caminar. Llego hasta mi sitio favorito y como no soy normal empiezo a sacarme selfies, con el lago detrás de mí.

Definitivamente esto se va para Instagram.

Me guardo el celular, y empiezo a caminar nuevamente en dirección a mi casa. Mientras camino puedo ver unas huellas que encajan perfectamente con mi pie. Intrigada sigo caminando en esa dirección, y puedo ver en el transcurso del camino, como todo ese sendero es un desorden: Hojas por aquí, lodo por allá... parece como si alguien que no estuviera en sus sentidos hubiera arrasado aquí.

Breves flashes invaden mi cerebro, siento un fuerte déjà vu. Caigo sentada en el suelo, mientras los recuerdos de aquella noche de lluvia invaden mi mente y es donde caigo en la cuenta que me encuentro en el mismo lugar donde me atacó el felino.

Me levanto y sigo caminando con mucho cuidado, el viento sopla con fuerza y un olor desagradable penetra en mis fosas nasales. Siento arcadas, pero como soy curiosa, me tapo la nariz y continúo caminando. A medida camino el olor se incrementa más, es el olor a putrefacción. Unas enredaderas se interponen en mi camino, y a cómo puedo las quito para seguir adelante, pero lo que veo, hace que me quede donde estoy.

Es el cadáver de un animal, para ser más específicos, el cadáver de un gato salvaje. Quiero caminar hacia donde está el gato, pero algo me lo impide. Retrocedo y salgo corriendo. El gato está muerto, y puedo asegurar que es el mismo gato que me ataco aquel día. Tropiezo, y caigo boca abajo. No me levanto. Me quedo ahí mientras los recuerdos vienen a mi mente.

Flashback

Puedo ver como el animal se acuclilla para abalanzarse hacia mí. Todo está de cabeza, o quizás solo soy yo. Siento el peso del felino en mi cuerpo y puedo sentir como sus garras atraviesan mi piel, a lo lejos me escucho gritar. Cierro los ojos, esperando que esto termine pronto.

Las garras del animal buscan mi rostro y yo no hago nada por esquivarlo. Estoy en shock y necesito aire. De pronto siento que algo embiste al animal encima de mí. Abro los ojos pero lo único que veo es la sombra de algo luchando contra el felino.

Fin del Flashback

La sombra de alguien, luchando contra el felino. Jadeo, por los recuerdos. Mientras en mi cabeza sigue repitiéndose aquella sombra. La sombra de un extraño. Sacudo mi cabeza y me levanto. Empiezo a correr y al cabo de unos minutos, me encuentro en frente de mi casa.

 Empiezo a correr y al cabo de unos minutos, me encuentro en frente de mi casa

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"Bad Blood"  || Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora