Mariel llevaba semanas con un vacío atormentandola en el pecho después de su ruptura con Victoria. Esa noche sus amigos la habían convencido de salir a distraerse un poco, sin embargo nada servía; encontraba a Victoria en cada canción, en cada shot y aún a pesar de todo esperaba encontrarla entre la gente.El lugar estaba a reventar, gente bailando sin pudor alguno, de alguna u otra forms todos divirtiéndose exentando a cierta pelinegra sentada en uno de los sillones cercanos a la pista. Cercanas las tres de la madrugada el auto control de Mariel se había ido corriendo por la ventana; empezó con un shot, luego otro, luego dos más, hasta llegar a este punto donde en su mano reposaba una botella de vodka medio vacía, definitivamente necesitaba hacer algo para aliviar el dolor que sentía, así que sin pensarlo saco su celular tecleando el nombre del contacto que conocía muy bien.
Con el corazón en la garganta escucho un pitido, dos pitidos, hasta que una voz se hizo presente.
- ¿Mariel?... que horas son estás de llamar - dijo en tono adormilado.Mariel dio un gran trago a la botella esperando que esto le ayudará a darse valor para hablar. - Bebita... I miss you. no puedo estar sin ti, te extraño... ¿podríamos volverlo a intentar? - finalizó torpemente.
Victoria soltó un suspiro intentando despertar un poco más. Se notaba que Mariel no se encontraba en sus cinco sentidos en ese momento.- Ma' estás borrachita, no podemos hablar de esto contigo asi - Ese apodo que hace mucho no utilizaba le dio el destello de esperanza a la pelinegra que tanto necesitaba entre tanta oscuridad.
- ¿Pero por qué? Estoy borracha más no pendeja Victoria, se perfecto lo que digo, por favor dime algo - suplico Mariel con voz quebrada.
- No es eso, solo que el alcohol está hablando por ti, no es justo para ninguna de las dos que decidamos algo así de rápido - Contestó Victoria intentando cesar los sollozos de Mariel.
- Pero por favor... - imploro Mariel limpiando las lágrimas que corrían por sus mejillas.
Victoria se detuvo a pensar un poco, ella se sentía exactamente igual con la diferencia de que en este momento era la cabeza pensante y debía poner algo de orden. Después de ese pequeño segundo de reflexión, interrumpido por los hipidos de su contraria animandose a hablar.
- Baby, escúchame. Te prometo que mañana hablaremos de esto, muy seriamente pero... te quiero sobria por favor ve a casa y descansa. - respondió en tono calmado.
- okay, te veo mañana - susurro Mariel para después colgar la llamada.
Así fue como emprendió camino a la salida tomando su bolso dejando la botella botada por algún lado.
Esa noche el corazón de Mariel volvía a tener un respiro de paz después de un largo tiempo, sabiendo que al día siguiente sería crucial para recuperar lo que había perdido teniendo que enfrentarse a su realidad sincerandose manteniendo su mente clara y a su corazón intacto.NO VUELVAS CON TU EX POR FAVOR
- xoxo love