♫: Tsunami - Kenia Os
25 de julio 2020 - 02:58 am
Aquí estoy otra vez, sola, caminando a paso torpe de regreso a casa; con el arrepentimiento a tope y... es que... es complicado ya que lo que parecía pintarme como una noche maravillosa llena de alcohol y fiesta terminó por encerrarme en una caja de recuerdos de todo lo que quería olvidar al menos por esa noche.
Estando a tan solo a centímetros de la puerta de mi casa logré divisar algo o más bien a alguien; Maya la pequeña gatita blanca que ella y yo rescatamos la misma noche que le pedí que fuera mi novia. Por lo visto Maya aún me recordaba, pues, al verme corrió hacia mi para después frotarse un poco contra mi pierna, únicamente eso basto para tomarla entre mis brazos y ahora si entrar a mi hogar, sin embargo otra vez mis pasos fueron interrumpidos por una bolsa de plástico colgada en mi puerta que sin dudarlo tomé.Una vez ambos dentro, volví a tomar la bolsa entre mis manos para después revisar su contenido; un CD con un "escuchame primero" escrito en la superficie con marcador y una servilleta doblada que por ahora preferí no tocar.
Me levanté del suelo donde estaba sentada para reproducir el CD; empezó una melodía tranquila que no duró mucho tiempo para dejar escuchar su voz.
"desde que te fuiste baby, tu ausencia me arrastró como un tsunami"
Oh. Me quedé completamente en silencio dejando que la canción siguiera, sin darme cuenta que Maya se encontraba echada sobre mi regazo."¿cuánto tarde en perdonarme?"
no tenías nada que perdonarte, después de todo tú necesitabas a alguien a tu lado, habías pasado más de diez años de tu vida sintiendote sola y luchando contigo misma más de dos, a pesar de que nunca comprendí lo que había dentro de tu cabeza siempre intenté buscarte cuando te aislaste en tu cuarto la primera vez y la segunda, así lo hice las veces que fueron necesarias por qué mientras tú luchabas contra lo que no entendías yo intentaba salvarte a ti.
"si tú sonrisa me hace bien"
A mí mente la bombardearon todos los momentos en los que nuestras risas eran lo único que podía escucharse dentro de las cuatro paredes de mi habitación o cuando ninguna de las dos decía nada y aún en completo silencio una sonrisa bastaba para poder descifrar lo que la otra sentía.
"tus besos saben a miel, sigo aquí soñando con tu piel"
Todas esas noches que pasaban en silencio, cuando podía verte bien, cuando tu alma y la mía se convertían en una sola, lo que para muchos solo significaba cojer para mí era una oportunidad para arrancar tu tristeza mientras besaba tu cuerpo, tomar todo tu dolor con mis manos y tirarlo por la ventana fuera de ti. Te miraba a los ojos diciendo todo aquello que mi corazón sentia por ti, mientras tú hacías lo mismo, para después fallar en la misión y volver a verte frágil y cansada, tanto que a veces sentía que ya no te conocía.
"intenté olvidarte cuando me botaste... fui la que falle"
tú no cometiste error alguno, solo estabas intentando hacer funcionar a tu cerebro con dos cosas a la vez; salvarte a ti o a nosotras, que si alguien me lo hubiera preguntado yo sin dudarlo preferiría que te salvarás a ti. Lo supe la última vez que te vi; fui a tu casa, al entrar a tu habitación me di cuenta de que te estabas desmoronando ante mis ojos, tu cabello negro ya no estaba alaciado como solía verlo cuando me presumías que te ponías bonita solo para verme, tus ojos permanecía hinchados y rojos ya sea de tanto llorar o por no dormir. Esa boca que me volvía loca con solo verla ya no tenía ni rastro de ese lipgloss de cereza que tanto nos encantaba, tu sonrisa tampoco estaba ahí, es como si alguien te la hubiera arrancado
Mentiría si dijera que no extrañaba la veces que salíamos algún lugar y casi nadie podía evitar verte, esas veces donde tomaba tu mano en lugares públicos para hacerle saber a todos que la mujer más hermosa del mundo tenia a sus pies a alguien como yo.. luego estabas tú qué al envolverte en mis brazos te sentía cada vez más pequeña, tú, qué apenas me sentías cerca de ti y no dudabas en romper en llanto y así pasamos esa última noche, tu llorando sobre mi pecho y yo rezandole a Dios que le daría lo que quisiera a cambio de que te devolviera comigo."extraño mirarte y ahora el recordarte ya no me hace bien"
igual que esa noche regresé a casa con las esperanzas rotas de que Dios no se olvidara de mi y te pusiera en mi camino de nuevo... que estúpida fui no iba a encontrarte ahí, a ti no te gustaba salir... o más bien te daba miedo, sin embargo esperaba divisarte entre la gente, que hasta me imaginé como sería; tú y tu angelical presencia frente a mi, con uno de esos vestidos escotados que amabas usar acompañados de unos tacones altos y brillantes; tu pelo negro lacio y reluciente, como te gustaba. Tu cara con un pequeño toque de maquillaje, tus ojos ligeramente adornados por un par de perlas brillantes colocadas cerca de tus pestañas inferiores, sin olvidarme de ese par de lentes de sol que anunciaban la llegada de ese alter ego fiestero que tanto amaba.
"eres todo lo que yo siempre busqué"
Eso decía la línea que rompió completamente mi corazón, me lo decías cada que podías, aún cuando tenías miedo de no resultar ser suficiente para mí sin saber que muchas veces eras más de lo que creía merecer.
La canción termino con el coro inicial siendo repetido, me levanté con intención de pausar el disco, sin embargo una voz muy familiar me detuvo.
"Vicky espero no pienses que esto es... tonto pero tengo algo más por decirte, perdóname por favor, se que mis acciones nunca eran recíprocas al amor que decía tenerte, perdoname si te hice sentir que no eras suficiente. Tú más que nadie sabía que mi cabeza y corazón estaban hechos de forma diferente a la tuya; perdón por nunca ser coherente... perdón por aislarme de ti aún sabiendo que me necesitabas. La envié a ella como recordatorio de algo que siempre me decías "le tienes más miedo al mundo que Maya". Al día de hoy 23 de Julio del 2020 ese miedo que tanto te preocupaba que estuviera en mi, desde hace dos años y medio se encuentra guardado en una caja dentro de mi que yo misma me encargue de cerrar con llave.
Ya no me veo ni me siento igual que hace cuatro años cuando te vi por última vez y espero que tú tampoco. Ahora, en mi versión más sana y estable quiero preguntarte una cosa. ¿me dejarías volver a conocerte?"
No supe en qué momento empezaron a brotar sin control miles de gotas a través de mis ojos trayendo consigo está extraña sensación de vacío...pero aún faltaba algo más; busque rápidamente la servilleta desdoblandola con brusquedad encontrándome con un mensaje escrito en plumón indeleble similar al del CD.
"por si aún no te arrepientes" acompañado de un número telefónico. Con las manos temblorosas y la vista borrosa por las lágrimas teclee el número en mi celular presionando el botón verde comenzando a escuchar un pitido, dos pitidos...
- ¿bueno? -
Este capítulo está inspirado en una experiencia que me llevo a un proceso personal muy duro en el cuál todavía me encuentro, tome esto como una liberación sincera por qué si, yo alguna vez fui la Mariel de mi Victoria. No te vayas de un lugar sin antes decir lo que sientes, no te aisles, no te vayas muriendo lento porque esa versión tuya que amaste y mataste en medio de un tsunami es la misma a la que te puede costar unos años devolverla la vida.
-xoxo,love