₊⊹ no vas a entrar al cielo

301 15 0
                                    

nota: mi intención no es ofender en ningún ámbito a la iglesia católica, tómalo con discreción.

En un concurrido poblado en el centro de Puerto Rico vivía Mariel; una muchachita criada en el calor de un hogar estrictamente católico haciéndola parte del cuerpo de monaguillos de la iglesia; la chica llevaba exactamente un año de relación con Victoria, quién era todo lo opuesto a Mariel, con una personalidad rebelde que la condujo al camino de la delincuencia cometiendo algunos atracos a mano armada, dicho antecedente era evidentemente desconocido para la familia de la pelinegra.

Victoria fue elegida por el jefe de la mafia para cometer un atraco especial que la dejo atónita, robar la figura de "La virgen del Socorro" el mismo día de la fiesta y misa ofrecida en honor a la figura religiosa.

El encargo al ser algo peligroso le traería a Victoria una cantidad fuerte de dinero; aunque también estaba consciente de que faltarle al respeto a la iglesia podría salirle aún más caro.

La platinada tenía a su as bajo la manga, alguien muy cercano a la iglesia que sabía que la ayudaría sin dudarlo; Mariel.

La pelinegra al principio se negó rotundamente a ayudar a Victoria a cometer tal fechoria ya que no solo estaría cometiendo un delito sinó también estaría fallando a Dios quién seguramente le tendría un lugar en el infierno.

Sin embargo su pareja comento también la serie de amenazas que recibió en caso de que se negara a hacerlo, esto llevo a Mariel a aceptar a regañadientes, ya que según su lógica si le salvaba la vida alguien su castigo al dejar este plano terrenal no sería tan severo.

La noche de la celebración llegó dando inicio al plan;  así con miles de feligreses reunidos en el atrio de la iglesia esperando el inicio de la misa, en un pequeño cuarto al fondo de la capilla estaba  Mariel quién vestia con su típico traje blanco con encaje en el cuello. La pelinegra decidio distraer su culpa limpiando la virgen con ayuda de un pequeño trapo de seda en espera de Victoria y casi como si le leyeran la mente ella apareció dando un portazo haciendo que su contraria pegara un brinco en su lugar.

- Ya estoy aquí, préstame el traje - dijo con voz agitada gracias a las tres calles que tuvo que correr para llegar; como acto seguido se colocó un traje igual al de su acompañante rápidamente sobre su ropa para después sacar un pequeño destornillador abriéndose paso hacia la figura religiosa maniobrando con la herramienta logrando desprenderla de su base metálica para después ponerla entre sus brazos dándose cuenta que era más pesada de lo previsto.

- Cubrela con esto - rompió el silencio Mariel para extender una manta en color morado oscuro sobre la virgen tomándose su tiempo para enredarla un poco alrededor de la misma.

Y sin decir nada Victoria tomo la mano de su cómplice sacándolas casi corriendo de ahí por la misma puerta por la que había entrado. Dicho acto paso desapercibido, ya que todos se encontraban comiendo o comprando algunas de las reliquias que se ofrecían durante la celebración.

Corrieron unas cuadras más hasta llegar al punto de encuentro siendo recibidas por una camioneta polarizada negra a la que sin pensarlo se subieron dejando ver a un par de hombres en los asientos delanteros.

- Buen trabajo Victoria, aquí está tu parte - Dijo uno de ellos aventando una bolsa a los asientos traseros cayendo en el regazo de Mariel.

En un movimiento rápido la figura fue arrebatada de las manos de Victoria por el copiloto quien con ayuda de un picahielo comenzó a desmantelar la imagen religiosa dejando ver su contenido; Pequeñas bolsas repletas de polvo blanco y rosa  acompañadas de pequeñas pastillas de colores era lo que se divisaba bajo la luz de la noche.

- Ya pueden irse - dijo el mismo hombre, y solo esa señal basto para que Mariel jalara la mano de Victoria bajándose de la camioneta.

Victoria ahora quedando solo con la tela morada entre las manos miro a Mariel encontrándose con una sonrisa de alivio que no tardo en contagiarse.

Y así sabiendo que no perdería al amor de su vida, Mariel camino junto a Víctoria con la consciencia medianamente tranquila al haberle salvado la vida a alguien aunque eso le costará ser vista ante los ojos de Dios como una ladrona.

xoxo, love

Serendipity - Young Miko [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora