₊⊹ casita rota

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♫: La novia de mi amigo - Dillom

"Quizás así me recuerdes... hasta el final de los tiempos"

17 de Noviembre 2018

Mateo, mi mejor amigo de ese entonces llegó con ella de la mano, la mujer más bonita que se me había cruzado por los ojos, luego la presento; Mariel su novia. Habíamos acordado que sería solo una junta de amigos, algo común para nosotros. Pero al verla algo en mi comenzó a cambiar no se si se debía a como me sonreía, como me veía; desviaba su mirada de Mateo para verme a mi.

En un inicio esto que sentía no llevaba nombre, solo fue como si algo invisible nos conectará, desde que Mateo nos presentó más formalmente se sintió como si un día ella pudiera ser el todo de mi nada, desde que ese pensamiento vino a mi cabeza deje de verla como una simple compañera más, ella era más que eso.

Solíamos reírnos de tonterías, hablábamos por mensaje durante la noche hasta que ella se dormía, buscando cualquier excusa para poder vernos más tiempo fuera de la escuela.
Esto era más...con ella todo era más.

"Haría lo que fuera por estar contigo, pelearía con quién fuera por salir contigo"

Esa fue mi última promesa, ella y yo sintiendo más, yo amándola más y lo inevitable terminó por suceder.

4 de Abril 2022

Por lo que recuerdo son casi las tres de la mañana apenas puedo caminar recta. La reunión con mis amigos se tornó un poquito desastrosa; "un plan tranquilo" me dijeron, fue cualquier cosa menos eso. En mi cabeza aún resuenan sus risas, sus chistes sin sentido y muchas pizquitas de alcohol. Mientras empujaba la puerta del departamento una luz tenue proveniente de la lamparita en la mesita de la sala me avisaba que alguien permanecía aún despierta. El único brillo entre tanta oscuridad. Cómo si fuera un faro.

"Mariel" dije pero mi voz era casi en un suspiro. Continúe mi camino hasta el cuarto con las piernas casi sin responder, prácticamente arrastrando los pies y cuando la vi, mi corazón se detuvo. Estaba de espaldas, en pijama, haciendo su maleta.

"¿Qué estás haciendo?" murmuré con algo de dificultad haciendo que mis palabras apenas se escucharan.

Ella no volteo a verme. Estaba ocupada guardando su ropa tomando su tiempo doblandola tan tranquilamente que me estaba desesperando "Me voy, Victoria ya no puedo con esto" me respondió firme, su tono no dejaba ni un mínimo espacio para dudas.

Trate de acercarme un poco más a ella pero mi cuerpo no me daba para más, no me podía mover, nada en mi  respondía como quería. Rendida me deje caer en el pequeño sillón justo en la esquina del muro en el que me apoyaba, mi poca consciencia intentaba procesar lo que acababa de escuchar. "¿Por qué?... Yo... yo te amo" logré decir con dificultad.

Ella se giró, finalmente me miró con sus ojitos cansados llenos de rabia. "¿Esto es amor para ti? Nunca estás aquí y cuando lo haces no me tocas, no me miras, no me hablas ¿No te das cuenta de lo que somos ahora?"

Esas palabras se enterraron al fondo de mi corazón haciéndolo doler, pero no iba a decírselo aunque creo que ella ya lo sabía. "Es solo que he estado... algo ocupada. Pero ya estoy aquí ahora." Soné como una completa idiota, como di tratara de encontrar justificación donde no la había.

"Estás aquí, ahora, si. ¿Borracha? ¿Drogada? Victoria de verdad ya no puedo, ya no te conozco" iba a interrumpirla pero al parecer acabe con su paciencia. "¡Me das asco! ¿no lo entiendes?" Esas últimas palabras las escupió mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse.

De pronto fue como si alguien hubiera apretado muchas veces ese botón dentro de mi cabeza y no dejará de hacerlo. Me levanté de golpe y sin pensarlo tome en un puño su cabello obligándola a verme. "¡¿Qué dijiste?! ¡Dilo de nuevo!" le grité mientras sacudia su cabeza.

"¡No dije nada Victoria, te lo juro!" intento negarlo y ahora si sus ojos comenzaban a humedecerse marcando un caminito por su cara.

"¡Mentirosa, eres una puta mentirosa. Dilo!" insistí impulsando cada palabra, cada acción dejándome llevar por la rabia. Comencé a golpearla, sin pensar, sin detenerme... no podía. Los gritos de Mariel, los míos todo mezclado con el sonido de los golpes estallando en su cuerpo.

En algún momento, la vi caer al suelo. Todo bajo mis manos. Pero no fue suficiente.

Me estaba volviendo loca.

La arrastré tirándola del cabello hacia la sala, mientras su voz seguía sonando  en mi cabeza. "Me quiero ir, por favor  deja que me vaya." No podía, era como si algo dentro de mi me diera la fuerza para seguirla magullando para hacerla sufrir un poquito más.

"No te vas a ir. Si te vas será con el cuerpo frío y sin respirar. ¿¡Me escuchaste?!" eso fue lo último que dije antes de seguirla escuchando. Ella se merecía esto por pensar en dejarme.

El tiempo dejo de tener importancia. Cuatro con cincuenta y dos marcaba el reloj en la pared cuando finalmente nos detuvimos. Estábamos sentadas en el suelo de la sala, en medio de las sábanas que caían desordenadas sobre los sillones, la mesa de centro con pedazos de un garrón roto que voló dejando sus restos también sobre el suelo acompañados de pequeñas hebras de cabello casi imperceptibles. La luz ahora encendida nos permitía vernos a la cara otra vez.

Mariel estaba ahí, a mi lado, abrazándome; con el labio partido, el cabello desordenado, la pijama arrugada y las piernas con moretones por el arrastre.

"Perdoname por hacerte esto Mariel yo no queria... pero entiende que eres lo único que me queda y el solo pensar en la idea de perderte me hace estallar, cuando la vida me atormenta eres mi único para rayo, si te vas yo me hundo, no podría estar sin ti. No me dejes nunca por favor. No vuelvas a decir lo que dijiste. " Le decía por lo bajo mientras dejaba que me acariciara el cabello sintiendo mis lágrimas mojando su camisa.

"No sé pero creo que dolería menos si agarras mi cuerpo y me arrancaras los brazos, mientras estoy despierta. Aunque viéndolo bien, sería muy difícil que me alejara de ti, no me importaría perderme más en cada paso que doy, me duele amarte pero me dolería más tener que aprender a vivir sin ti." Eso fue lo que respondió mientras me apretaba más hacia ella haciéndome sentir más segura.

"Quizás así te arrepientas... de haberme hecho esto."

-xoxo, love

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Serendipity - Young Miko [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora