Capítulo 15

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Mando a bañar a Draco quien se queja todo el camino de que no es un niño al que tienen que mandar, con una sonrisa me voy a la cocina mirando que puedo preparar que sea ligero pero que llene. Me decido por una sopa de camarones, se hace rápido y llena. Saco todo dejándolo en la encimera poniendo una olla con agua hirviendo para comenzar a lavar los camarones y a limpiarlos.

- ¿en qué te ayudo? - dice Draco pegándose a mi espalda tomándome de las caderas, me recuesto en su pecho suspirando.

-puedes picar las verduras- digo con una sonrisa volteando ligeramente, me deja un beso antes de ir hacer lo que digo. Termino con los camarones, en una olla más pequeña pongo en agua hirviendo las colas para que suelten el sabor. Lanzo los camarones en el agua para ir al lado de Draco. - ¿quieres papas en la sopa? - pregunto desde su lado, nuevamente está picando las verduras como ingredientes de poción. Con una sonrisa por la ternura beso su cuello.

-si- dice arqueando su cuello dándome más espacio, muerdo ligeramente y chupo su piel un poco antes de alejarme. -Harry- se queja volviendo a las verduras. Busco una papa bastante grande las pico en trozos muy pequeños para que se hagan rápido, los lanzo al agua junto a los camarones para comenzar a sazonarlo.

-amor, necesito los vegetales- digo revolviendo un poco lo de la olla antes de colar el agua con las colas en la olla principal.

-ya están las cebollas- dice con voz algo ansiosa, rio acercándome.

-está bien cariño- digo tomando los ajos apretándolos con el cuchillo de lado y luego lo chopeo.

- ¿porque lo cortas así? - dice de pronto, deteniéndose - ¿yo los estoy cortando mal? - pregunta mirándome con grandes ojos preocupados, quiero arrullarlo, pero lo evito.

-no amor, está bien como lo haces- aseguro inclinándome por un beso ligero -se pueden cortar de diferentes maneras para diferentes cosas- digo con calma, terminado de picar los ajos para ir a dejarlos junto a las cebollas.

-está bien- dice volviendo a su corte meticuloso, es tan adorable. Termina un poco más rápido acercándome los pimientos. Tomo la tabla de cortar echándolos a la sopa, ya está para dejarla tapada y que se haga a fuego lento.

-ahora a esperar- digo acercándolo por la cintura -estoy muy feliz de pasar el día contigo- susurro escondiéndome en su cuello -me gusta más tu olor a manzana- me quejo olisqueándolo, sacándole una risita.

-me siento muy libre y feliz contigo- responde rodeándome el cuello con sus brazos. - ¿no te gusta que huela a ti? - pregunta haciendo que suelte un gemido, sonríe travieso dejando un casto beso en mis labios, lo detengo por la nuca besándolo de manera profunda unos segundos.

-atrevido- susurro sobre sus labios con una sonrisa, me mira unos segundos desconcertados.

No es hasta que la cocina se llena del olor de la sopa que no nos separamos de besar y abrazarnos. Estamos sonrojados y jadeantes cuando comienzo a servir. Draco evita mi mirada con timidez, pero con unos pocos besos suaves vuelve a estar cómodo.

- ¿qué tal quedo? - pregunto probando mi sopa también, esta deliciosa con un claro sabor a camarones.

-me gusta- dice asintiendo comiendo un poco más, me quedo unos segundos en silencio pensativo.

-si quieres mañana después del desayuno podemos pedirles a tus amigos que vengan, es domingo y no creo que allá problema- comento viendo cómo se ilumina.

- ¿estás seguro de querer conocerlos? - pregunta tímido, sonrío alcanzando su mano.

-aunque no quisiera sé que son muy importante para ti- digo con cariño, se sonroja bajando la mirada -y parecen buenos chicos, no tengo problema- aseguro sacándole una sonrisa.

La serpiente del león Donde viven las historias. Descúbrelo ahora