La serpiente del león

Capítulo 17

El resto de la mañana la pasamos bien, conociéndonos. Me encanto ver a Draco interactuar con sus amigos, era más burlarse el uno al otro sin parar con Theo tratando de intermediar, pero tirándole a ambos sin ser muy obvio. Yo solo me reía o aportaba pullitas. A la una ya teníamos hambre por lo que movimos la reunión a la cocina donde los chicos se sentaron en las sillas de la isla mientras Draco me ayudaba a cortar los vegetales de esa forma tan curiosa.

-amor, ¿de pollo o carne? - pregunto desde la alacena, me doy la vuelta cuando un silencio me responde, veo a Blaise mirándome con la boca abierta, Theo enarcando una ceja y Draco muy sonrojado.

-carne- responde Draco tras carraspear avergonzado, pero sonriendo con suavidad.

- de acuerdo- digo sonriendo de vuelta decidido a obviar esas reacciones de los otros. Pongo agua a hervir y una sartén a calentarse. Busco la salsa ya hecha, varios quesos y la pasta que voy a usar, son láminas de pasta que voy a enrollar y pasar a un molde. - ¿cómo van los vegetales? - pregunto pegándome a su espalda olisqueando un poco su cuello. bufo al no encontrar el olor a manzana.

-ya falta los pimientos- dice Draco con orgullo despejando un poco su cuello para mí. dejo un beso para volverme a la estufa, pongo la pasta hacer para engrasar la sarten e ir por los vegetales.

- ¿suelen cocinar juntos seguido? - pregunta Blaise haciendo que me sobresalte, se habían mantenido en silencio.

-sí, desde que pedí esta habitación comencé a cocinar, me gusta- respondo sofriendo los vegetales, ya Draco me dio los pimientos también. -me encanta alimentar a Draco que es un plus- digo con una sonrisa hacia el nombrando quien me frunce el ceño con las mejillas sonrojadas.

-es bueno que coma contigo, habíamos notado que no lo estaba haciendo desde que volvió- dice Theo con tristeza, Draco se tensa bajando ligeramente la cabeza.

-una de las tantas razones por las que le pedí vernos más seguido- digo con sinceridad, pero me enfoco en cocinar, no quiero que Draco se sienta incomodo
- ¿Dragón puedes ir por algo de pan? - pido haciendo que se enfoque en algo más -pícalo y úntale mantequilla- continuo cuando veo que se mueve hacia la alacena.

- de acuerdo- dice en voz baja antes de desaparecer dentro de la alacena.

-eres bueno para el- dice Blaise con una seriedad que me sorprende -nunca pudimos ser lo que el necesitaba- continua con tristeza.

-creo que él también es lo que necesito- aseguro con una sonrisa suave y avergonzada, apago todas las hornillas, para comenzar hacer los canelones.

- ¿qué cuchillo uso? ¿El mismo de antes? - pregunta Draco saliendo con una barra de pan en la mano y un pote de mantequilla.

-no amor, debes usar el que tiene como unos dientecitos- digo acercándome para ver por su hombro -ese mismo- digo besando su cuello antes de tensarme - ¿te estoy incomodando? - pregunto en un susurro pegándome a su espalda.

-no- susurra mirándome de reojo -es solo que nunca había sido tan táctil ni cercano a nadie y mucho menos delante de otros- explica con sinceridad, sonrío con cariño.

-ya somos dos, amor- susurro para moverme para estar más de frente para poder besarlo, no puedo acercarlo porque mis manos están sucias. -ahora ponte a cortar- digo en tono normal con las mejillas sonrojadas al igual que él. - ¿chicos a ustedes les gusta leer por diversión? Draco me enseñó unos libros que estoy amando- digo al regresar a los canelones, Blaise y Theo estaban sentados tratando de evitar mirarnos para no incomodar, sonrío agradecido.

-claro- dice Theo para comenzar una alegre charla sobre los libros que empecé, ellos ya lo habían leído y me hablaron de unos parecidos para que lo intentara luego. Draco le comento de los que ya me había dado de esos.