Capítulo 18

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Entro al comedor casi con un salto en mi paso, busco con la mirada a los chicos encontrándolos en el medio de la mesa.

-hola- digo dejándome caer al lado de Neville, todos me miran con una ceja levantada y sonrisas felices. - ¿cómo ha ido su fin de semana? - pregunto comenzando a servirme carne, papa y algo de ensalada.

-quiero saber primero del tuyo- dice Seamus inclinándose hacia mí, su mirada baja unos segundos a mi garganta confundiéndome.

-tienes una marca en tu cuello- susurra Neville en mi oído con diversión, abro mi boca, asombrado tapando mi cuello haciendo que los chicos rían.

-lo matare- digo avergonzado tapando mi cara, más risas siguen. -no se burlen- los señaló con un puchero ligero.

-tranquilo, eso es una muestra de cariño y posesividad- dice Seamus con picardía, rio negando aun sonrojado.

-no fue por eso- digo con vergüenza -estaba casi dormido cuando lo hizo- señaló logrando que más silbidos de lobos salgan, Parvati y Lavender se unieron ya que estaban en nuestro lado.

-no hacíamos nada- lo intento de nuevo.

-está bien Harry, lo estas empeorando- dice Neville divertido, me callo para reír aceptando la derrota.

-cuéntanos Harry- pide de nuevo, miro a los más cercanos descubriendo una curiosidad sana y de felicidad por mí. eso es algo tan nuevo que me deja ligeramente sin aire.

-mm solo pasamos el rato juntos, buena comida, leímos, conocí a sus mejores amigos- voy enumerando con una sonrisa algo tonta -aun no.. definimos nada ni avanzamos en.. ya saben- digo trabándome un poco al final.

-eso suena como un buen fin de semanas- dice Dean con una sonrisa -y te vez muy feliz- señala asintiendo, los demás concuerdan sonriendo.

-realmente parece que necesitabas un tiempo con buena compañía y relajado- dice Lavender con una sonrisa feliz - ¿tu chico es guapo? - pregunta de pronto inclinándose con curiosidad y picardía.

-demasiado- respondo de inmediato sacándole risitas a los demás, me sonrojo, pero permanezco firme. -tiene una carita hermosa, un pelo tan sedoso y su piel tan tersa- enumero suspirando,  un empujón ligero de Neville me saca de mi ensoñación -lo siento- sonrío con descaro, ganándome una mueca de martirio fingido. 

- ¿puedes dejar este tema absurdo de una vez? - dice Ron desde la distancia fulminándonos con la mirada.

- ¿puedes no entrometerte de una vez? - respondo de inmediato enseriándome, todos a mi alrededor lo fulminan con la mirada.

-fue irresponsable desaparecer todo el fin de semana- dice Hermione con desaprobación desde delante de Ron -tuve que informarlo- dice negando con decepción.

Aprieto mi mandíbula, furioso, nunca en la vida tuve las ganas de abofetear a alguien, pero ahora mismo podría hacerlo.

-ignóralos Harry- dice Neville con voz calmada – anda come, no dejes que te quiten la alegría de este fin de semana- su voz me calma lo suficiente como para volver a mi plato.

-deberían de aceptar que ya no quiere ser amigo de ustedes y dejar de entrometerse en donde no los llaman- les dice Lavender con molestia, comiendo con movimientos bruscos.

-tu tonta..- comienza Hermione, abro mi boca, asombrado cuando todos a su alrededor le lanzan de manera precisa pedazos de pan, carne y ensalada. -¿qué demonios?, veinte puntos menos a cada uno que se atrevió atacar a una prefecto- chilla levantándose llamando la atención de los más cercanos a la mesa.

La serpiente del león Donde viven las historias. Descúbrelo ahora