Power of love

¿Vivi?

Chiara

Salimos del apartamento para ir todos a la discoteca "Ronda de más", donde nos esperaba una larga noche, y a mí una pelirroja por conquistar. Porque sí, me gusta Violeta, y bastante, y sé que yo a ella también, pero no sé por qué razón no se quiere dejar llevar. Como fuimos en coches distintos, Martin y Juanjo se fueron con ella, y yo me fui con Rus y Denna, así podría sacarle el tema.

Hice que Rus se sentara estratégicamente en el asiento de atrás, para poder tener a Denna de copiloto mientras conducía, y hablar con ella.

- Oye, Denna – Me miró dándome pie a que siguiera – Me preguntaba si tu amiga tiene a alguien ahora.

- ¿Vio? ¿Por qué lo preguntas?

- Nada, simple curiosidad – Respondí encogiéndome de hombros, pero Ruslana me conocía bien, y sabía que algo había detrás de mi pregunta.

- ¡A ti te ha gustado la pelirroja dos!

- ¿Pelirroja dos? – Cuestionamos Denna y yo al unísono.

- Sí, obvio, yo soy la pelirroja número uno. Pero no me cambies de tema. ¡A mi guiri le ha gustado tu amiga, Denna!

- No, no es nada de eso, Ruslana.

- No, qué va. Os he visto hablando en la terraza, así que desembucha.

- Agh, eres una pesada. ¿No puedes dejar que Denna responda?

- Chicas, no creo que yo sea la indicada para hablar de ese tema.

- Venga, no seas aburrida, rubia.

- ¡Rus! Déjala, tiene razón. Entiendo que no nos lo quieras decir, pero si le pregunto, ¿crees que me lo dirá?

- No lo sé, Chiara.

- Ah, por cierto, puedes llamarme Kiki o Keeks, así me llaman mis amigos.

- Bueno, Kiki, te decía que no sé si querrá, ella es muy cerrada respecto a ese tema, apenas nos ha contado hoy a Juanjo y a mí alguna novedad. Pero si te digo la verdad, la he visto muy cómoda hablando contigo, así que es posible que se atreva a contarte.

- Bueno, esa es una muy buena noticia – Di por terminada la conversación, y puse algo de música en la radio del coche, ya que la discoteca a la que íbamos estaba bastante alejada de nuestro apartamento, pero Juanjo dijo que era la mejor, así que decidimos ir.

Al llegar, Juanjo se encargó de que el segurata nos dejara entrar a todos sin problemas. Nada más pisar el interior del local, había luces de miles de colores por todas partes, y la música resonaba por todos lados. La pista todavía no estaba del todo llena, ya que las doce de la noche se puede considerar temprano para una discoteca. Ruslana y Denna fueron las encargadas de ir a la barra a por la bebida, y Martin desapareció junto con Juanjo, por lo que me quedé a solas con Violeta. Me acerqué a ella con una sonrisa de lado y le hablé al oído para que me escuchara entre tanta música.

- Hola, Vivi – Justo se me ocurrió ese apodo y lo solté, pareció gustarle por la sonrisa que se formó en sus labios.

- ¿Vivi? Nunca me habían llamado así.

- Entonces podríamos decir que solo yo te llamo así, y nadie más – Soltó una carcajada y asintió mirándome a los ojos, y qué ojos tan hermosos.

Denna y Rus llegaron con las bebidas, y Violeta fue junto a su amiga, para bailar con ella. Decidí que lo mejor era no buscarla ahora, quería que fuera ella la que viniera hacia mí, así que fui a bailar con Ruslana. Pasaban las horas y Violeta no se acercaba, así que no me quedó otra que hacerlo yo.