Capítulo treinta y uno: cautivando a todo el mundo

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Daemon se encontraba en un cumple, nadie entendía por qué tenía ese día en su rostro una sonrisa de oreja a oreja.

Los empleados se preguntaban ¿si se venía el apocalipsis? ¿Si estarían despedidos? O tenía una novia? Cuál sería el motivo de dicha alegría nadie la sabia, pero para ellos era más factible las dos primeras opciones, quien en su sano juicio se acercaría a él teniendo ese rostro tan frío, nada más alejado de la realidad, pues nadie sabía que detrás de esa marcará de frialdad se encontraba la persona más cálida que se podían imaginar.

Mientras él pasaba por el vestíbulo las personas literal se le quedaban viendo como si fuera otra persona, al subir al ascensor dejaba a toda chica embelesada, si antes ya quedaban cautivadas con su rostro perfecto, es todo un placer poder apreciar tal belleza.

Eunice se encontraba en su lugar ya lista y presentable para poder recibir y saludar a su jefe como todos los dias, aunque no pudo hacerlo a la perfección cuando por la puerta de cristal pasaba una persona exactamente igual a su jefe, pero con una diferencia, que lo hace demasiado notorio, esta persona sonreía y cuando paso frente a ella, la saludo con amabilidad.

La novedad y pregunta del día era, ¿que o quien? era la causante de que su jefe sonriera tan abiertamente.

Minutos después llegaba Dalma un poco agitada por todo lo que tuvo que correr, su día no comenzó con el pie derecho.

Al entrar al edificio cesó sus pasos y comenzó a caminar mientras recuperaba un poco el aire, saludo a las personas que se encontraba a su camino, noto que hay un ambiente extraño, una atmósfera extraña la rodeaba, siguió su camino como de costumbre ya más tarde averiguaría el motivo, al llegar al ascensor se comenzó acomodar su ropa, planchaba su falda con sus manos y se arreglaba el cabello, cuando llegó a Eunice, esta le dice que hoy es un día místico.

Quiso preguntar más, pero entonces se oye un ruido, que provenía de la puerta de la oficina y de allí una cabeza comienza a asomarse, el corazón de Dalma comenzó a latir muy fuerte tanto que temió que su amiga lo oyera y se burlara.

La miro fijamente unos segundos, bastante tortuosos y la llamo, miro a su amiga para luego dejar sus cosas en su escritorio, llegó hasta la puerta, paso saliva por su seca garganta, antes de tocar.

Entró ya notando que el aire era diferente, más pesado y con un fuerte olor a colonia de hombre, del cual ya comenzaba a ser adictivo.

Antes de que Daemon expresara algo, ella tomó asiento en la silla frente a su escritorio, a pesar de que el sujeto se encontraba en silencio, deseaba conversar con ella, no obstante, no tenía idea de qué decir, y menos con todo lo que su corazón, mente y cuerpo experimentan en este preciso momento.

Tomo valentía para hablar y es interrumpida, maldijo en su interior.

—Estás muy bella como siempre, no sabes la ganas que tengo de besarte.

  Bum bum bum

Su corazón hoy está loquito, cualquier acción u oración y ya late muy fuerte.

  —Estamos en el trabajo, no sería ético —responde ella.

—Ético, yo decido que es y que no lo es. —dice serio y firme.

—No diga eso, que estamos en tu oficina, mira si alguien viene y lo escucha, ¿qué opinarán de ti? Eres el jefe y modelo a seguir.

—Pues si me escuchan decir que quiero besarte, estoy seguro de que me darán la razón, con tremendo manjar es inevitable no querer probar.

—¡Oye! Porque ahora te volviste tan descarado, solo llevamos un día de novios y ya hablas con tanta naturalidad.

—Es tu culpa.

Y sin peder tiempo dio unos pasos en zancadas y la tomó del cuello, colocando su boca sobre la suya, deboro sus labios para luego insertar su juguetona lengua, unos minuto jugo con su boca, cuando de golpe es empujado, se encontraba sorprendido, pero al verla casi sin aire supo que se había entretenido de más.

—Eso fue mucho tiempo… Casi me quedo sin aire.

—No es lo unico que pienso sacarte.

Al comprender a que se referia su rostro se volvió rojo en cuestión de segundos.

Autora: Danna
Univers

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