Capítulo treinta y ocho: La fiesta, parte 2

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—Amor, No es necesario, puedo sentarme en otro lugar, no es importante para mi, porfavor no discutas con tu familia.

  La chica se sentía fuera de lugar, el aire podría cortarse con tijera, habría que ser ciego para no darse cuenta de que en esa mesa nadie la quería, excepto Daemon y su padre que le dio una sonrisa genuina, pero que se ve opacado por todos los otros integrantes.

  —No permitiré que te traten de esta manera, eres mi novia y mereces respeto.

  La tomó de la mano y la llevo a otra mesa donde se encontraban unos amigos de él, allí todos los recibieron y pasaron un rato agradable, sus amigos y sus parejas le cayeron bien Dalma y ella se encontraba más relajada, tanto que la vio sonreír mucho más un par de veces.

  Pero, no duró mucho, cuando por la puerta principal vio entrar al primo de Daemon, pero no era a él quien veía, sino a la persona que venía atrás, Nicolás. Ella lo veía con claridad, pero ellos no a ella, saludaron a un par de personas y se sentaron en la mesa principal, esto debía de ser un mal sueño, que clase que juego cruel era, el destino hoy no la favorecía en nada. Podría ser verdad que Nicolás es familiar de Daemon, podría tener tanta mala fortuna.

  Después de ver aquello, ni un bocado lograba pasar por su garganta, sentía mil ojos puestos en ella, incluso hasta el aire empezó a faltarle.

  —¿Amor? ¿Te pasa algo? estás pálida y tus manos tiemblan.

  —Estoy bien —logró responder —Sentí un mal presentimiento.

  —Si te sientes mal, podemos irnos yo ya cumplí aquí...mira quien llego, mi sobrino ¡¡Nicolás!!

  El corazón de Dalma latía muy rápido y fuerte, no podía ser la misma persona, como habiendo tanto Nicolás en el mundo justo, su ex tendría que ser sobrino de su novio, se giró lentamente con la esperanza de que sea otra persona, pero no era la misma persona.

  —Amor, te presento a Nicolás, mi sobrino. Nicolás, ella es Dalma, mi novia.

  Ella se mantuvo inmóvil, parecía petrificada esperando a ver que hacía, espera que dijera que era su ex y que todo se convirtiera en un gran lío, pero no, él la tomó de la mano y solo dijo.

  —Mucho gusto Dalma.

  Pasmada solo asintió, sintió alivio, pero también se sintió culpable por mentirle en la cara a Daemon, entonces aunque las consecuencias no sean favorables, le confesaría toda la verdad.

  Daemon se fue a saludar a un amigo y allí quedaron los ex amantes en un clima bastante incómodo.

  —Nicolás, ¿como que eres su sobrino? ¿por qué actuaste como si no me conocieras? Acaso tú sabías de todo esto, no te vi tan sorprendido.

  —Primero no le quise decir nada a mi tío porque este no es el momento ni el lugar adecuado, y segundo yo tampoco sabía que mi ex, es ahora la actual de mi tío.

  —Tienes razón, no es el momento ni el lugar, pero en cuanto tenga la primera oportunidad le confesaré todo, solo para que lo tengas en cuenta.

  Después su novio volvió, solo para llevarla a otra sala, una más exclusiva, todo parece indicar que habrá una pequeña subasta con poca gente, no entendía qué hacía ella ahí si no tiene el suficiente capital para comprar ni el más barato de los objetos.

  —Daemon podría quedarme aquí, es que yo que haría ahí, mejor me quedo aquí en el salón sin molestar.

  —Toda la familia estaremos ahí y yo quiero que estés a mi lado, te quiero como mi apoyo, tú eres importante, no es necesario que te dé más argumentos, te amo.

  Se resignó y un poco ansiosa lo siguió.

  Aparecer para Dalma la noche apenas comenzaba, se sentía aliviada y se encontraban esperando a que arranque la subasta, cuando por la puerta entra su padre que también es el primer ministro de economía del pais, al ver como toda la familia de Daemon se levantan a saludarlo, supo de inmediato que es a quien tanto esperaban, por otra parte, ella solo mantenía la mirada hacia cualquier otro lado, no quiere que por alguna razón se revele su identidad.

  Minutos después, ya cuando el animador comienza a revelar el primer objeto, Yamiil con coquetería se acerca a ella y de manera grosera y bastante directa le dice si quiere ser ofertada, de todas formas no sería la primera vez que lo haría, que ya tiene experiencia en el asunto.

  El corazón comenzó a latir de una manera atroz y cuando Yamiil vio logrado su cometido, se levantó y se volvió a su lugar con una sonrisa de satisfacción, mientras tanto Dalma cada vez esta mas convencida de que venir a esta fiesta, es y será mala idea.

**poco a poco, nos
Acercamos al final**

Autora: Danna
Univers

El Ceo Que Compró Mi Virginidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora