La ultima pelea

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Falta de energía total. Apenas cerró los ojos para descansar, quedó profundamente dormida.
Estaba totalmente agotada. Su cuerpo había pedido por días enteros, descansar solo un poco para recobrar energía; ella no quería, descansar no le ayudaría a ser más fuerte que sus enemigos.

Los ojos de distintas tonalidades se abrieron perezosamente cuando empezó a escuchar fuertes ruidos en la planta baja. Sus pupilas se rasgaron cuando escucho los grito de la joven mujer.
Tomando su espada, rápidamente salió de la habitación, sin hacer ningún tipo de ruido audible.

Llego a la planta baja y allí vio a Tsunami atada de pies y manos, totalmente asustada, con Inari frente a ella llorando, protegiéndola de los hombres que le intentaban hacer daño.
Desefundo la espada, sus ojos bestiales, su mirada penetrante, todo de ella mostraba su molestia y enojo.

Sin perder tiempo, atacó.
Apartando bruscamente a los hombres, con una patada rápida en el vientre, logrando apartarlos de inmediato.

Se coloco frente a Inari y Tsunamí, en una pose defensora, con la espada en manos. Su cabello algo erizado y puntiagudo sus colmillos afilados al igual que sus garras, su mirada fría y molesta.

¿Estaba enojada? Si, y mucho.
Miraba por el rabillo del ojo a madre e hijo; Inari abrazaba a su madre mientras lloraba asustado, mirando a dirección de la Uzumaki.
Tsunami miraba asombrada y con una sonrisa a la chica, lágrimas brotaban de sus ojos negros.

-Desatala...-

Emacullo con un gruñido, volviendo su atención a los hombres, que apenas se estaban recuperando del fuerte golpe.
Inari, aún asustado y llorando, comenzó a desatar a la mujer con rapidez y algo de desesperación.

-Ugh... maldita niña-

Se quejo uno, aferrándose a su estómago, con una delgada línea de sangre bajando por sus labios y mandíbula.
No les dio mucho tiempo para recuperarse, salto al combate de nuevo, deteniendo fácilmente ataques, bloqueando otros y esquivando algunos.

Cuando Tsunami fue desatada por su hijo, rápidamente lo cargo en brazos, comenzando a correr a una habitación segura para ambos, encerrando allí.

"Que bien... ya están seguro 'ttebayo. Ahora solo debo acabar con ellos e ir con mi equipo..."

Guardo la espada en la funda, mientras retrocedía de un salto, a gran velocidad comenzó a hacer sellos de manos.
Copiando su acción, los renegados comenzaron a hacer lo mismo, ya algo cansados por la pelea de la Uzumaki.

Naruto no tenía tiempo para ellos, debía acabar rápido. Su padre le había enseñado barios jutsus de distintas naturalezas, aunque su afinidad sea de viento, también la había obligado a leer barios tipos de libros ninja; ¿Quien diría que enserió aprendería algo bueno de ellos?

-Fūton: Tashikana Fuudan Elemento (Viento: Proyectil de Aire Comprimido)-

Apuntando con las puntas de sus dedos, como si se tratase de una pistola, unos poderosos y pequeños proyectiles salieron disparados de estos.
El jutsu rápidamente impacto contra los renegados, quienes apenas pudieron completar los sellos, como los proyectiles habían sido disparados de una distancia corta y a lugares muy específicos del cuerpo, ambos acabaron en el suelo, muertos.

La mirada de la bicolor era fría y penetrante, sin arrepentimiento en ellos, a paso rápido fue a donde estaban madre e hijo escondidos.
Abrió bruscamente la puerta y allí los encontró, sentándos en un rincón, Tsunami abrazando y cubriendo los oídos de su hijo.

Se quito la espada, y con algo de brusquedad se lo arrojó a Tsunami.

-Al que se atreva tocarte a ti o a tu hijo... no dejes rastro de él, Dattebayo-

Con esas frías y penetrantes palabras, la joven se fue corriendo de allí a toda velocidad, debía de ir con su equipo para ayudarlos.

¡Era una idiota! Podía acabar fácilmente con aquellos renegados ¿Cuál era su necesidad de hacer un jutsu de Rango C? ¡Apenas se estaba recuperando! Lo peor de todo, que todavía tenía una pelea que ganar y pueblo al cual proteger.

***

Los habían emboscado. Zabuza apareció en el puente cuando el constructor y el equipo estaban distraídos.
La ausencia de la Uzumaki, aunque a Sakura y a Sasuke le costase admitir, era de vital importancia.

Naruto era la que tenía más resistencia de los tres, la más valiente, si era idiota, pero era parte del equipo por algo al fin y al cabo... ¿Verdad?

Por culpa de la neblina densa que estaba en el puente, la visión de los genin era muy reducida.

Kakashi los protegía de algunos ataques sorpresa de parte de Zabuza, su sharingan era una pieza clave para proteger y mantener a salvo a sus alumnos.
La pelirosada estaba frente a Tazuna, kunai en manos, una mirada asustada pero decidida en ella. Mirando a todos lados para evitar, o para poder ver al enemigo, algún ataque hacia el viejo constructor de puentes.
Mientras el Uchiha estaba muy ocupado peleando con el enmascarado, era veloz y sus sembons se clavaban con facilidad en la piel del pelinegro, causando más y más su debilidad.

A todos se les notaba complicado en la pelea, Kakashi sudaba frío mientras bloqueaba los ataques del espadachín. Parecía un juego: un juego de vida o muerte, literalmente.

"Naruto... la deje descansar para que recargue sus energías, a estado alterada en esta misión. Fue lo mejor para ella pero... ¿fue lo mejor para los demás?"

El Hatake la había dejado descansar para que se rebasteciera y no sea un estorbo en la pelea pero, ahora se cuestionaba si era lo mejor para los demás integrantes del equipo.
Sabía que todos tenían sus fortalezas y debilidades, pero todos eran indispensables para mantener al equipo unido y vivo.

***

¿Cuanto llevaba corriendo? De por sí tanta paciencia no tenía, peor ahora que su equipo estaba en peligro.
Corriendo a toda velocidad, cada vez más alterada que antes, ya parecía una bestia. Ojos rojos, cabello erizado, garras, colmillos y corriendo con su cuatro extremidades.

No le faltaba mucho para llegar a donde estaban. No tenia demasiada energía pero peor era dejarlos solos, peleando contra un espadachín.

Era su culpa, por entrenar hasta el desmayo, por no descansar lo suficiente. Por otro lado si ella no hubiera estado en la casa, quien sabe que le abrían hecho a Tsunami e Inari aquellos malditos hombres renegados.

***

Se detuvo en su caminar, con sus manos en los bolsillos de su pantalón, volteandose ligeramente para ver el cielo y el horizonte. Frunció ligeramente el ceño, pensativo y algo preocupado.

-¡Shikamaru! No seas un maldito flojo ¡Ayúdanos!-

Gritó fuertemente con enfado, la Yamanaka, cruzándose de brazos.
El equipo 10 estaba en una misión aburrida, plantando algunas plantas y hiervas medicinales.

El Nara tenía un mal presentimiento. Sabía que Naruto estaba en una misión fuera de la aldea, ¿por qué se preocupaba demasiado por ella? Era fuerte y valiente... pero... era una idiota.

"Naruto... es un fastidió sentir esto por ti... ten cuidado, no seas tan idiota, te quiero viva"

Pensó con el ceño fruncido, luego con aburrimiento, siguió ayudando a sus amigos con la misión. Mientras su sensei estaba dormido bajo la sombra de un árbol.

***
¡Sigo con vida! Por desgracia mía.
Ya se, me desaparecí, perdón por eso pero... no les voy a mentir, simplemente no quería subir capítulos y no tenía ideas para hacerlo.

Pero aquí esta otro capitulo más el ¿22? ¿21? Ni idea, cerca de ahí creo.

Algún error me avisan.
Pd: No recuerdo bien los equipos, tipo el número que tiene cada equipo, por lo que si ven que algo de eso no cuadra, avísenme porfa.

Cuídense y tomen awita. Nos vemos, bye bye. ✨️✨️

Criada por El ninja que copia (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora