Academia Ninja

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Ya había pasado tres semanas desde que Naruto hizo aquella broma y de que su padre le propusiera ir a la academia. Había estado esperando con mucha emoción entrar a la academia ninja, emocionada de poder hacer amigos de echo, la idea de estudiar la aburría pero eso ni significaba que fuera mala estudiante. 
Como la academia había empezado ya hace un par de meses, se le estaba haciendo un poco complicado inscribirla, pero gracias a la ayuda del Hokage, la pelirroja entraría hoy mismo. 

Pero por lo pronto... 
Tenía que despertar a la niña, lo cual sería algo complicado de hacer. Bostezo con cansancio mientras se dirigía a la habitación de la pelirroja.

Se había tenido que mudar la casa de su infancia ya que no podría cuidar a una bebé/niña en un departamento de un solo cuarto, fue difícil acostumbrarse pero todo sea por darle un cuidado digna a su hija. Actualmente Naruto se había quedado en el que anteriormente era su habitación, y el se quedo en la habitación que una vez le perteneció a su padre. 

Entro con cuidado a la habitación de Naruto. La Uzumaki estaba profundamente dormida, con una almohada entre sus brazos y un gorrito en su cabeza; sacándole una sonrisa al Hatake, el cual no llevaba su típica mascarilla, casi nunca lo usaba en su casa. 

-Naruto, es hora de despertarse niña, tienes que ir a la academia-

Su vos era calmada y suave mientras observaba como Naruto se removía entre las cobijas, murmurando y balbuceando cosas sin sentido o que no se entendían. 

-Soy la Princesa del ramen dattebayo-

Susurró mientras sonreía tontamente, sacando una pequeña carcajada al peli-plata. 
"Digna hija de Kushina-san"

-Naruto, enserio es hora de despertar...-

Divertido mientras acariciaba la cabeza de Naruto, quien se apegó a su mano sonriendo, abriendo levemente sus ojos azulados, los cuales tenían un brillo de tranquilidad y paz. Kakashi se tensó levemente cuando su hija abrió sus ojos, siempre le pasaba lo mismo cada que miraba a los ojos de Naruto, esa mirada le recordaba mucho a la mirada de Minato. 

-Hm~ papá... sueño tengo mucho-

Se quejo la niña mientras se sentaba en la cama, aun abrazando la almohada y frotándose su ojo derecho para quitarse el sueño de encima, con todo su cabello revuelto y desordenado. El Hatake solo suspiro con algo de diversión al verla tan desaliñada. 

-Sigues dormida. Ven tenemos que prepararte para ir a la academia, hoy es tu primer día de clases y tienes que dar una buena impresión-

La niña bostezo mientras miraba la hora en el reloj de mesa que estaba al lado de su cama...

-¿dar una buena impresión significa llegar de media a una hora tarde?- 

Le preguntó confundida mientras lo miraba curiosa. Kakashi simplemente sonrío mientras le acariciaba su cabeza y asentía. 

-Exactamente cariño, ahora vamos, tienes que desayunar-

Murmuró con tranquilidad mientras tomaba en brazos a la pequeña pelirroja, quien bostezaba y se aferraba a él para evitar caerse, apoyando su cabeza en el pecho del Hatake. 
Bajaron la escalera hasta la planta baja, dirigiéndose a la cocina para desayunar. Con cuidado la dejo en el suelo de la cocina mientras él se encargaba de preparar el desayuno de ambos. 

Sería complicado hacer que la pelirroja encajara en la academia, pero no imposible.

-Naruto, por lo que más quieras en este mundo, no causes problemas el primer día... hoy estaré en la aldea por si se presenta una situación en la academia, aunque espero que no pase-

Criada por El ninja que copia (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora