Ambas niñas reían suavemente mientras hablaban enérgicamente. Naruto y Hinata congeniaban muy bien entre si, aunque también se conocieron hace ya un par de años, pero esa es historia para otro momento.
La pelirroja estaba sentada en el columpio mientras la oji-perla estaba sentada bajo el árbol. Las primeras clases del día ya habían terminado y ahora estaban en receso.
Ningún niño se atrevía a acercarse mucho a las niñas, puesto que la mayoría ya conocía la reputación de la pelirroja de ojos azules, cosa que asustaba a todos los niños de la academia.-Y luego llegue a mi casa... y mi papá me empezó a regañar-
Contaba la Uzumaki con mucha emoción, la oji-perla la escuchaba atentamente, sorprendida de que la pelirroja se atreviera a hacerle una broma a los jōnins sin recibir castigo alguno, solo un simple regaño por parte de su padre.
Su pequeña paz y tranquilidad se esfumo cuando una niña de cabello rubio claro un poco por arriba de los hombros y ojos verdes algo apagados, llego de la nada con los brazos cruzados y una sonrisa arrogante en sus labios.-Vaya~ tenemos al niño tomate, enserio ¿Porqué tu nombre es Naruto? Creo que ese nombre ni siquiera existe-
Naruto intento no prestarle atención a las palabras de la niña 'mala'. Obviamente le molestaba que le dijeran 'tomate' y que lo confundieran con un niño ¡Cuando claramente es una niña!.
Realmente se estaba esforzando para no lanzarle un golpe a la niña que tenía en frente, Hinata miraba la situación sin saber muy bien que hacer.-Vete a molestar a otro lado, Yamanaka. Y para tu información ¡Soy una niña!-
Contestó seriamente la pelirroja, dejando algo sorprendidos a la Yamanaka y a la oji-perla, era como si un adulto le estuviese hablando. Estaba por decir algo más cuando el timbre sonó avisando que empezarían nuevamente las clases.
La pelirroja se bajo del columpio y agarro la mano de Hinata, para adentrarse a la academia nuevamente, dejando sola a la Yamanaka en el patio.
***
Se despidió de su nueva amiga mientras esta se alejaba con su padre dejándola sola. Ahora le tocaba esperar a que su padre la viniese a buscar para irse a su casa, cosa que no sería pronto.
El día de hoy había sido muy divertido y entretenido para la Uzumaki, se había reencontrado con una niña que había conocido hace dos años atrás, con la cual empezó una gran amistad en tan poco tiempo.
Ella se estaba columpiando bajo un árbol con una pequeña sonrisa, esperando que su padre se aparezca por allí. Sus ojos azules brillaban con calma y tranquilidad absoluta, estando en paz, cerrando sus ojos.
-Por fin papá-
Sonrío abriendo sus ojos con emoción, viendo la imagen de su padre sonriéndole con sus ojos; se abalanzó a él mientras reía. Kakashi simplemente la tomo en el aire, abrazándola y acariciándole la cabeza. Al parecer su hija se la había pasado bien en la academia, para estar tan tranquila a esta hora del día.
-Bueno, no me llamaron en ningún momento para venirte a buscar o para decirme que te metiste en problemas... ¿a quien sobornaste para que no hable, Naruto?-
Preguntó con total calma y naturalidad, mientras caminaba tranquilamente con su hija en un brazo, mientras su otra mano estaba en su bolsillo, tomando rumbo a su casa. Naruto hizo un pequeño puchero ante el comentario de su padre, sus ojos azules lo miraban seriamente, causando un pequeño nerviosismo en el Hatake. "Creo que mejor me quedo callado".
Fue lo que pensó el muchacho sonriendo con un poco de nervios, no queriendo molestar más a la pequeña pelirroja.-... Oye papá adivina que...-
Empezó a hablar la niña con mucha emoción mientras sus ojitos brillaban con gran alegría, Kakashi la miraba con curiosidad y con cariño, acomodándola mejor en su brazo, aun caminando con calma a su casa; notando las miradas de desprecio y odio hacía la niña.
-eh? ¿Qué paso Naruto?-
Preguntó con calma el Hatake, mientras sonreía con su ojito feliz a su hija, quien aun no notaba como los demás aldeanos se apartaban con miedo de ellos dos por el instinto asesino que liberaba el peli-plata.
-¡Tengo una nueva amiga, 'ttebayo!-
Habló sonriente y con ilusión mientras sus ojos brillaban de energía pura. "Juro que aré lo que sea para que esa sonrisa siempre brille, aunque eso significa perder mi vida o mi sonrisa ."
Pensó el Hatake mirando aquella sonrisa que siempre le daba fuerzas e iluminaba sus momentos más oscuros.-¿Enserio?-
Preguntó con su sonrisa de ojito, mientras llegaban al recinto del clan Hatake, La pequeña solo asentía con entusiasmo.
-¡Si! Hinata, ¿te acuerdas de Hinata? la conocí hace dos años cuando jugaba en la nieve, ¿te acuerdas papá?-
Mientras la pelirroja hablaba emocionada, el Hatake asentía y sonreía con su ojito, entrando a su hogar y dejando a la oji-azul en el suelo con cuidado.
Se quitó las sandalias y las dejo frente a la puerta, mientras la Uzumaki seguía hablando, sentada en el suelo y quitándose sus propias sandalias.Para Kakashi era divertido y muy entretenido escuchar el día de su hija, siempre le subía el animo, sin importar si se metió o no en problemas.
-Aunque hay una niña que fastidia...-
Murmuró con seriedad la niña. Kakashi solo sonrío con su ojo, con claro nerviosismo, por la mirada sería de la Uzumaki; cualquiera que la viese ahora pensaría que es un adulto en el cuerpo de un niño.
-Naruto.. dime por favor que no golpeaste a alguien...-
-¡Ya te dije que no golpeé a nadie, papá! Si lo hubiera echo te habrían llamado de la academia, dattebayo-
Se quejó haciendo puchero, Kakashi simplemente suspiro acariciándole la cabeza con suavidad, caminando hasta la sala de estar.
-Bueno, ya entendí, ¿Qué hiciste entonces, Naruto?-
Preguntó con un poco de seriedad el peli-plata. Naruto no era una niña a la que debían tomar a la ligera, así como era amable y tranquila, podía ser agresiva y sería; sabía que debió hacer algo en esa situación, ya sea bueno o malo.
-Nada, simplemente le dije que no se metiera en donde no la llaman, 'ttebayo-
Dijo con naturalidad y calma la pelirroja. Claro, también podía ser un poco ¿Cómo decirlo?... directa, también podía ser un poco directa con las cosas que le disgustaba.
***
1041 Palabras
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Criada por El ninja que copia (PAUSADA)
FanfictionLa muerte de su sensei le cayó como un balde de agua fría. Había perdido todo en este mundo, su padre, sus compañeros de equipo... y ahora había perdido a su sensei. Ya no le quedaba nada en este mundo... al menos eso pensaba antes de que la Prin...