El choque del amor// Juantin💞

Hasta que la luna deje de brillar

Martin**

Cuando escuché eso me disculpe con Violeta y me fui corriendo hasta el metro para llegar a casa. Estaba Kiki sola, no había nadie más. Rus no estaba en casa, se iba a quedar un rato más ensayando el nuevo baile.

Joder, como podía ser tan mal amigo. Solo se había preocupado por él y aún que había notado actitudes raras cuando se mencionaba a Violeta nunca le había preguntado nada. Al parecer había mucha menos comunicación con Kiki de la que pensaba.

Después de un viaje en metro que se me hizo larguísimo llegué a casa.

-¡Kiki! Joder, ¡Kiki-dije, irrumpiendo en su cuarto-

Cuando entre la imagen que me encontré me rompió el alma. Kiki estaba tirada en la cama hecha una bola. Con los ojos hinchados y mojados mientras sollozaba. Su móvil estaba tirado en el, como si lo hubiera lanzado.

-Kiks...- dije, mientras iba a abrazarla.

-Es que no lo entiendo. ¿Que he hecho mal, Marts? Solo la he querido...

-Lo sé Kiks, lo sé... cuéntame, ¿que ha pasado?

-Pues no se. La veo dudosa. Como si no quisiera contarle a la gente que estamos juntas. No quiere que quedemos en sitios públicos. Y no lo entiendo, a mi me hace daño, ¿sabes? Es normal que le pregunte que porque hace eso, y desde que me pregunté se enfada por todo. No paramos de discutir por tonterías.- dijo, rota.

Nunca había visto a mi amiga tan mal. Estaba destrozada y yo no podía hacer nada para cambiar eso. La comunicación con su amiga se había ido a la mierda. Y era algo que iba a arreglar en ese instante.

-¿Por qué no me lo habías contado?

-No se, no quería preocuparte.

-Vale, esto se acabó. Hasta aquí. Siempre estamos ocultándonos lo que nos mata por dentro para no preocuparnos el uno al otro y se acabó. No podemos seguir aguantando nuestra mierda solos. Para algo nos tenemos. Si estamos en las buenas, también lo estaremos en las malas. Cada vez que te pase algo me lo vas a decir, ¿vale? Y yo haré lo mismo. Porque no es justo que carguemos solos con todo. Todos tenemos problemas y nosotros tenemos la suerte de tenernos el uno al otro y no lo aprovechamos. Te juro que voy a estar para ti siempre. Pero necesito que me ayudes un poco para que yo pueda estar. Necesito que me cuentes lo que te hace daño, lo que te molesta, lo que te hace feliz para poder ayudarte y así poder darte consejos también. Así como tú haces conmigo.- dije, siendo lo más honesto que pude.

-Vale, muchas gracias, Marts.- dijo, llorando en mi hombro mientras nos abrazábamos.-

-Para algo estoy. Ahora, para que veas que todo va a cambiar, yo también te voy a contar algo que me preocupaba contarte.- vi una mirada de Kiki intrigada.- ¿Te acuerdas de Hugo?- dije, a lo que ella asintió- Vale, pues él no solo me utilizaba. Me pegaba y me insultaba. Me bajó la autoestima como nadie lo había hecho jamás. Me decía de todo y además se iba con otros y me juraba que no eran nada, y yo me lo creía. Yo creía que un día cambiaría, pero no lo hizo. La verdadera razón por la cual ayer Juanjo me llevó a aquel sitio fue porque me vio hecho polvo. Hugo me llamó por insta desde una cuenta falsa y me empezó a insultar, a hacerme sentir miserable. Yo me quedé paralizado hasta que Juanjo cogió el móvil y le dijo un par de cosas ora a defenderme. Pero sin él, no se que habría hecho.-dije, con los ojos llorosos, reviviendo todo lo que me había pasado. Kiki me dio un abrazo. Fue un abrazo cálido y protector. Ella también estaba llorando. Ya nos habíamos sincerado el uno con el otro. Ya no nos  ocultábamos nada.-