Nunca podré dejar de pensarte

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Juanjo**

-¡Juanjo! ¡Juanjo, espérame!- dijo la pelirroja que me seguía por detrás.-

-¡Rus que no puedo, joder!- dije, llorando. A lo que cuando ella notó mi voz quebrada corrió aún más para poder alcanzarme.-

-Eh, eh. Juanjo, relájate... corriendo solo te va a acelerar más la respiración. Mírame, amor. Vas a estar bien, lo sabes.- dijo, parándome y haciendo que me siente en el suelo del pasillo.-

-No, Rus. Es que no lo entiendes. Yo ya no puedo estar sin él. Pero es que tampoco puedo perdonarle. Es que no puedo.- dije, totalmente desesperado, entrando en llanto.- Y no nos podemos quedar aquí parados, de un momento a otro aparecerá Martin y no quiero que me vea así.

-Ay mi amor... claro que puedes sin él. Si que será jodido, muy jodido. Pero podrás.- dijo, agarrándome las manos.-

Esta chica siempre lograba tranquilizarme. Siempre me transmitía paz. Simplemente sabia que decir y hacer cada vez que estaba mal.

-Te quiero millones, Rus. Gracias por todo, enserio. Te agradezco tanto que aún que Martin sea tu mejor amigo estés aquí para mi también.

-Amor, Martin es mi mejor amigo, pero tu también eres mi amigo. Sería muy injusto que te dejara solo en tus peores momentos y luego si os arreglarais apareciera como si nada. - dijo, mientras me secaba las lagrimas y me levantaba del suelo.- Vamos a clase , ¿vale?-

-Vale.

Rus me cogió de la mano y tiró de mi hasta clases. Estuvimos el camino hasta clases en silencio. Pero era un silencio reconfortante. No era incómodo. No había tensión. Simplemente había compresión. Éramos dos amigos. Que sabíamos que siempre, pasará lo que pasará, estaríamos juntos. Y eso, me lo llevaba para siempre.

-Te dejo aquí, ¿vale? Nos vemos luego.- dijo mientras se iba, a lo que yo la paré.-

-Oye, yo no comeré con vosotros. Ya me apañaré pero de verdad que no puedo verlo. Ahora no. Así que no sé qué haré pero no iré. Que no te extrañe si no estoy.

-Iré contigo. No es justo que estés solo. Más cuando el que lo ha hecho mal, sinceramente, ha sido él.

-Enserio no hace falta, no te obligaré a que vengas, tú haz lo que quieras.

-Iré, iré.

-Vale. Pues nos vemos luego.

-Hasta luego.- dijo, dándome un apretón en la mano en señal de apoyo.-

Martin**

Se me había partido el alma al ver a Juanjo así. No sabia que le afectaba tanto. Y la verdad, para que mentir, a mi también me dieron ganas de llorar nada más verlo. Solo quería tirarme al suelo y a sus pies suplicarle que me perdone, que de verdad yo no siento nada por él y que vuelva conmigo. Pero él solo me perdonaría en mis mejores sueños...

Cuando le vi irse así, corriendo. Me fui detrás de la universidad y aproveché para llorar un poco yo también. De hecho, también me puse a ver fotos nuestras, y cada vez me mataba más. Cada día lo quería y lo extrañaba más. Supongo que no sabes el valor de algo hasta que lo pierdes...

Llegué unos minutos tarde a clase, debido a que me quedé un rato fuera llorando. Pero me aseguré de que nadie lo notara. Salvo Denna y Rus, que me conocían muchísimo y que me habían guardado un sitio a su lado, y no se cortaron en abrazarme y darme ánimos.

Las primeras horas se me hicieron eternas. Más que nada porque no podía concentrarme. Solo pensaba en Juanjo. En lo mucho que lo quería. En lo mucho que lo extrañaba. En las ganas que tenia de abrazarle. En las ganas que tenia de besarle. En la ganas que tenia de que volviera.

El choque del amor// Juantin💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora