Tamara estaba realmente furiosa con Densel, uno de los chicos de finanzas, por haber llevado como su invitada a Hannah.
La mujer se veía increíble, por supuesto, y de no haber sabido lo que le había hecho a Carlos la habría saludado e incluso se hubiera alegrado de volver a verla después de no saber nada de ella. Pero los tiempos cambiaban y las tornas se volteaban, ahora mismo Hannah representaba un peligro no solo para la estabilidad de la confianza de Carlos, sino el obstáculo de esa creciente y muy extraña relación que tenían.
Tamara sabía que Carlos le gustaba mucho, lo que no sabía era cuando paso, ni mucho menos que hacer con esos sentimientos. Por un lado, tenía ganas de gritarlo a los 4 vientos, y por el otro se paralizaba cuando alguien más preguntaba por ello, ya fuera Jerry, Isa o el mismo Charlie. La discrepancia en su cerebro era tal que la mareaba y hacía que su corazón se sintiera presionado.
– Hola Carlos – volvió a hablar la mujer, mirándolo sin ningún tipo de pudor o vergüenza.
Antes de que Tamara pudiera reaccionar Isabel se puso entre medio de ellos y sonrió de una forma muy superficial.
– Hola Densel, que bueno que pudiste venir y veo que trajiste a tu novia contigo.
– No – dijo ella quitando su brazo de donde estaba conectada con Densel – solo somos amigos
– Oh, ya veo – siguió sonriendo Isabel, mirándola de arriba abajo – ¿y tú eres?
– Hannah, mucho gusto, tú debes ser Isabel
– Lo soy, y gracias por venir a la exhibición de mi arte, son libres tú y Densel de vagar por la galería y mirar los cuadros.
Densel agradeció y comenzó a caminar, pero Hannah no se movió aun cuando Isabel, de forma muy respetuosa, ya la había corrido.
– De hecho, quería hablar un momento con Carlos.
Tamara volteó para ver la reacción de Charlie, pero el hombre guapo no estaba viendo a Hannah. La estaba viendo a ella. Su expresión decía "ayúdame a salir de este momento incómodo" y Tam, por supuesto, iba a hacerlo. Tomándolo del brazo, lo entrelazó con el suyo y se acercó aún más a él.
– En realidad, nosotros también estamos viendo los cuadros – intento verse amable, pero la verdad es que su agarre en Charlie y su sonrisa torcida dejaban muy en claro su postura – Isa nos está dando el tour antes de ocuparse más.
Isa asintió dándole la razón. Carlos no dijo nada, pero se aferró a ella como si fuera su salvavidas en aquella marea de emociones. La pregunta era ¿Cuáles emociones? Tamara no quería perder su confianza con respecto a lo que Carlos sentía por ella, pero el hombre llevaba poco tiempo que terminó con Hannah, no, peor aún, ella terminó con él. ¿Qué estaba pasando por la mente de Carlos? ¿Realmente lo quería saber?
Ante el incómodo silencio, a pesar que se escuchaban de fondo las voces de las personas y los meseros sirviendo champan y bocadillos, nadie se atrevía a moverse, Hannah parecía decidida a hablar con Carlos, Isabel seguía en el medio, Densel miraba hacia todos lados sin saber que estaba pasando y tanto ella como Carlos parecían estar buscando la forma de alejarse rápidamente de ahí
– Tenías razón con los bocadillos de piña... – el señor Belmonte se acercó comiéndose de un solo bocado el panecillo. Cuando miró la escena se detuvo en seco – creo que no llegue en buen momento.
– Excelente momento – dijo Isa quitándose del medio mientras alargaba su mano a Charlie – Carlos y Tammy ya llegaron, solo faltan Avi y Adam.
Tam hizo una mueca por el apodo, pero lo dejo pasar por el momento. El vicepresidente saludó a Carlos que estaba algo rígido a su lado y luego la saludó a ella.
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1.5) Como Relatos para Ingenieros y Artistas
RomanceAva y Adam ya tienen una hermosa familia consolidada y estás viviendo su felices para siempre. Pero ellos no son los únicos que tuvieron que atravesar obstáculos para llegar a eso. Amárrate bien los calzones y prepárate unos ricos roles de canela...