Capítulo 12

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Pasaron tantas cosas después de la exhibición que Tamara se sentía un poco destanteada por ello.

Hablar con Charlie de su pasado y de esa horrible situación que vivió con su prima había sido más liberador de lo que creía, el hombre la escuchó atentamente y después la abrazo cuando, sin pensarlo, se había puesto a llorar. Era la segunda vez que lloraba por eso, siendo la primera ese mismo día que se enteró, y darse cuenta que había reprimido sus emociones y se había obligado a si misma a no sentirse triste por ello, era lo que le había causado tanto daño.

Al final quienes nos lastiman obtienen su poder de nuestras propias mentes y de la cantidad de importancia que les damos, había reflexionado una vez se acomodó en el regazo de Charlie, mientras él la acunaba y le daba besos en la cima de su cabeza.

Luego de asegurarse que no se notaba que había llorado, porque Jerry podría malinterpretarlo, se despidió de Carlos y entró a su casa. Al siguiente día el hombre guapo apareció con el desayuno para ella y su primo, ganándoselo rápidamente al dejarlo manejar el deportivo.

– Ese pedazo de metal realmente sabe cómo correr – le dijo completamente entusiasmado – oye primo ¿será que puedo abrir el cofre y revisar su motor?

– Seguro – se rio al ver la efusividad del chico – así tal vez te animes con lo que te comenté

– Mm, si claro.

Los siguientes días de la semana su magnífico novio se había encargado de ir a almorzar con ella, le mandaba mensajes y le decía lo mucho que la extrañaba, aunado a eso también le pedía ayuda para seguir informándose sobre las comprar de acciones. Ahora que estaba de vacaciones en la universidad tenía más tiempo a mano, así que pareció aprovecharlo al máximo.

Con ella.

Ava e Isabel fueron otro cantar, aparecieron sin falta el lunes por la mañana en su oficina y le dijeron que derramara la sopa.

Por supuesto ella no dudo al decirles la verdad.

– Lo sabía – dijo Isa abanicándose la cara con las manos – es que si dejo el arte y me vuelvo adivina ganaría un dineral.

– Gracias Tam – dijo Avi ya más calmada que su hermana – hemos visto a Carlos tan diferente desde que te conoció, nos alegra saber que al fin están juntos.

Aliviada al saber que Isa y Avi estaban de acuerdo con su relación, aceptó encantada cuando la hicieron participe de la organización de la despedida de soltera, misma que había sido muy difícil de organizar porque el señor Gueller lo cambiaba todo.

– Nada de frituras, Ava no puede comer mucho de eso, así que no tiene sentido

– Ese lugar está muy lejos de cualquier hospital ¿y si se emborracha y comienza a vomitar?

– No, los juegos de shots están prohibidos

– ¿Acabas de decir strippers? ¿enserio?

Al final habían optado por algo más veraniego y se fueron a pasar el fin de semana en unas cabañas privadas, equipadas con una enfermería de alto nivel, que se encontraban en una isla no muy lejos de ahí.

A Ava, descubrió Tam, le encantaba la playa, así que se la pasaba la mayor parte del tiempo en el agua, poniéndose bloqueador cada que la alarma que había configurado el señor Gueller comenzaba a sonar.

Por supuesto hubo juegos, y algunos realmente sucios, como atrapa la salchicha con la boca, o comer un plátano lleno de crea batida con las manos atadas a la espalda. Tamara, para su completa vergüenza, ganó en "ponle el condón al vibrador con los ojos cerrados", siendo la primera de las participantes en lograrlo. Algunas de sus amistades de la empresa comenzaron a decirle que su novio era muy afortunado, y ella considero irónico que, a pesar de todos los besos y los manoseos, Charlie y ella aun no pudieran culminar con esas actividades.

1.5) Como Relatos para Ingenieros y ArtistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora