Capítulo 16

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Dicen que el tiempo no perdona nada, y aquello no podía ser más cierto. Conforme avanzaba la relación de Tamara y Carlos también avanzaban los días, las semanas y los meses.

Isabel pronto volvió a su carácter habitual, presentándoles formalmente a Silvestre como su novio. Y aunque Carlos y Adam lo habían intimidado en ese primer encuentro, la verdad era que no parecía una mala persona.

Jerry había logrado quedar en la carrera de ingeniería automotriz, sus padres al principio dijeron que no pensaban apoyarlo, pero conforme fue pasando el primer semestre, ambos no dejaban de mandarle mensajes y dinero para que comprara libros o el material necesario.

Las carreras de Tam y Charlie también habían seguido avanzando, aunque Tamara había llegado al tope de su ascenso en la corporación, seguía trabajando duro y dedicándole todo su empeño. Carlos, por otro lado, había hecho tantos progresos laboralmente que no sabía cómo lo había conseguido. Aún estaba estudiando, pero eso no le impidió dar el 110% de su esfuerzo en la obra donde había quedado como ayudante supervisor y terminó formando parte del acondicionamiento de todo un piso. A sus jefes les había impresionado tanto su dedicación que rápidamente lo ascendieron y se volvió subgerente de su área.

Pero aquello no había terminado ahí.

Gueller al final no había obtenido el porcentaje de la constructora Mineros que quería, pero la oferta de Tamara era tan buena que desaprovecharla hubiera sido un delito. Con mucho trabajo, y casi quedando en la ruina total, Carlos se aventuró a ser quien presentara esa oferta, en un menor porcentaje, a la constructora. San, Tam, su hermanita y Gueller lo habían ayudado mucho, logrando no solo volverse el subgerente, sino también un accionista menor de la compañía.

Muchas cosas habían cambiado en poco tiempo, Charlie y Tamara intentaban adaptarse a ello lo mejor que podían, por ejemplo, no vivían juntos exactamente, pero siempre se quedaba uno en casa del otro a pasar la noche. Tamara sabía que Charlie no daba el paso final porque no quería dejar a Isabel sola en esa enorme casa, menos cuando, a pocos días de empezar la primavera, les dio el anuncio que había terminado con Silvestre.

– Espera ¿Qué? – había preguntado Tamara cuando se los dijo a ella y Avi en una noche de chicas – ¿Por qué decidiste terminar?

– No teníamos química – se encogió de hombros y procedió a meterse una papa frita a la boca – nuestras interacciones eran normales y hasta comedidas. Parecíamos una pareja de ancianos dándoles de comer a las palomas.

– ¿Y qué hay del sexo? – preguntó su hermana sin tapujos – ¿tampoco te gustó?

– Avi, por dios, si al besarnos se sentía como comerte una papa hervida, la única vez que lo intentamos ni siquiera se le paro.

Tam tosió por lo explícito del comentario, pero aun así puso su mano en la de ella. – Pues lo lamentamos mucho

– Son muy amables, pero no lo hagan, de hecho, fue un milagro que duráramos tanto.

Después de aquella charla no hubo más que decir. Tamara pasaba muchas noches en casa de Charlie e Isa. La mujer en ocasiones daba a entender que no tenían que hacerla de niñeros, pero amaba pasar tiempo con ellos después del trabajo. Tam siempre había querido tener una hermana, e Isabel y Ava eran como su sueño hecho realidad. Había ocasiones donde su mente vagaba a escenarios hipotéticos donde Isa, Avi y ella jugaban de pequeñas o se peleaban por la misma muñeca. Incluso llegó a superponer recuerdos que tenía con Viviana, cambiándola por la risa de Avi o la sonrisa de Isabel. Ahora las 3 se habían vuelto un grupo unido que hacía el corazón de Tamara aún más cálido de lo que ya lo hacía el mismo Charlie.

– ¿Del 1 al "eres una golfa" qué tal me veo? – le preguntó Isa mientras se veía en el espejo de cuerpo completo de su cuarto.

Ambas se estaban arreglando para ir a la fiesta por la inauguración del centro comercial, e Isa se había comprado un vestido muy escotado y muy entallado. Tamara se comenzó a preguntar si aquella decisión tenía algo que ver con el hecho que Edwin era uno de los invitados.

1.5) Como Relatos para Ingenieros y ArtistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora