Pareja: Imperio Alemán x Imperio Ruso
Temas a tocar: abuso de drogas, insomnio, acoso, suicidio
ATENCIÓN
Esta escritura puede afectar la sensibilidad de algunos lectores, se recomienda discreción y en caso de no gustarle dicho contenido le invito a retirarse.
Queda advertido
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El ruso observaba los dos ataúdes pertenecientes a dos de sus amigos. Aún estaba en shock por todo lo ocurrido, todavía no logra procesar del todo el como lo llamo el alemán llorando, diciéndole que Prusia e Imperio Austriaco estaban muertos.
Fue enfermo el como sucedió todo, el austriaco había apuñalado 15 veces al prusiano para finalmente acabar con su propia vida, apuñalándose así mismo en el pecho. Sin embargo fue el alemán quien se había llevado la peor parte, presenció los últimos segundos de vida del prusiano para posteriormente ver como se suicidaba su asesino.
Todavía no se conocía las razones por las cuales el austriaco llevó a cabo tal atrocidad, y así lo prefería el ruso. Lo cierto es que la culpa lo carcomida por dentro, sentía el peso de su conciencia sobre sus hombros de forma horrible, no se supone que las cosas debían de pasar de esa manera, debía de terminar con un final feliz, uno donde él y Prusia hallan terminado juntos. Ahora solo puede verlo vestido de traje negro en aquel ataúd.
Salió un momento para tomar aire, no soportaba nada de lo que estaba pasando. No muy lejos de ahí se hallaba el alemán sentado en el césped, lo vio con lástima antes de acercarse y sentarse junto a él, tenía la mirada perdida.
- ¿Cómo te sientes? - Pregunto el eslavo acariciando el cabello del alemán, por lo general a él le gustaba que le hiciera eso pero parece que ese día no era la excepción.
- No me toques Zarista - fue lo que dijo con voz apagada. Esto lo sorprendió, esto siempre lograba animarlo
- Oye... no tienes que ser tan duro contigo mismo. No fue tu culpa - Comento queriendo acariciarle la mejilla al contrario, siendo sostenido con fuerza de la muñeca y levantado del suelo con brusquedad
- Por supuesto que no es mi maldita culpa. Nada de esto es mi puta culpa - hablaba entre dientes el alemán mientras arrastraba al eslavo fuera del patio trasero, pasando por las zonas donde no había gente
- ¡¿Pero qué te pasa Second?! ¡Suéltame! - El ruso no entendía del todo porque el comportamiento del alemán. Nunca lo había visto actuar de esa manera, casi siempre se le veía tímido
- ¡¿Que me pasa a mi?! - pregunto con la voz quebrada - ¿Tienes el maldito descaro de preguntar, Zarista?
- Nunca me llamas por mi nombre - comento soltando su muñeca para acariciarla
Second atino a soltar una risa irónica, sus ojos llorosos con esa mirada de decepción le daban un indicio al ruso de lo que estaba pasando, el alemán lo sabía. De repente comenzó a temblar, su respiración se volvió un poco más rápida y la gota en su frente cayó cuando el alemán saco su celular, reproduciendo aquel audio que le había enviado el austriaco horas antes de que asesinara al prusiano.
"- ¡¿PORQUE NO ME DIJISTE NADA?! Como demonios te callas ALGO ASI. ¡¿COMO ES POSIBLE QUE NO ME HALLAS DICHO QUE PRUSIA TE ESTABA COQUETEANDO?! ¡¿Si no hubiera sido porque Zarist me lo dijo tú qué?! ¡¿ME QUIEREN VER LA CARA MALDITOS IMBECILES?! "
- ¿Cómo me metes en eso? - su voz sonaba dolida, la persona que le gustaba se había atrevido a inventar cosas importándole muy poco su propia integridad
