Pareja: Imperio Austro-hungaro x Imperio Otomano
¡NSFW!
______________________________________- ¿Quieres robar que cosa?
- El sultán de estas tierras tiene un mapa que guía a un gran tesoro. Podríamos tomarlo y encontrarlo
El Austro-hungaro miro a su amigo, es cierto que eran ladrones pero como mínimo deberían de robar algo que fuese real.
- ¿Tienes delirios Bulgaria? ¿Como que mapa del tesoro? No somos piratas. Creí que al menos dirías algo sobre robar cosas reales
- Si no fuese real entonces porque lo tienen tan protegido ¿Ah? ¿Ah?
- ¿Y si no resulta?
- Amigo, fíjate quienes somos ¿alguna vez nos han atrapado? De no ser lo que esperábamos solo lo vendemos
Lo pensó por unos momentos, no esta tan mala la idea, además podrían robar algo de oro ya que estarán en el castillo del sultán.
- Bien, entro. Ahora toca mirar como vamos a ir hasta allá
- Eso es lo mejor. Conoces al harén del sultán ¿no? Pues están solicitando gente para bailarle
- ¿Estas consciente que ambos aquí somos hombres cierto?
- Si pero un hombre bailándole de seguro causará furor ¿no crees? Al menos lo suficiente para que logre entrar al sitio donde lo tienen
El de ojos bicolor lo observo serio, tras de que iban a ir a robar algo que ni siquiera sabia que existía, tenía que hacer el ridículo frente al sultán.
- Púdrete, no voy a hacer eso
- ¡Ay por favor! Eres el que más pelea, por lo tanto tienes un tanto más de flexibilidad que yo, y el belly dance requiere de eso
- ¡¿Belly dance?! ¡¿Y por qué demonios tendría que bailar eso?! Podría ir a hacer capoeira o algo
- Al rey le gusta ese baile. Había escuchado que le gustaba mucho las posiciones que tuvieran cierta nivel de dificultad, por lo cual requiere mujeres que tengan flexibilidad
- Que bien que especifiques el tema de mujeres
- Solo necesito mínimo 1 minuto, el sultán levantara la mano cuando ya no quiere ver más el baile. Si eso sucede antes del minuto has escándalo o algo
Rodó los ojos con cierto fastidio asintiendo lento con la cabeza, solo Dios sabrá porque hace cosas tan extrañas. Consiguió un pantalón especial para el dichoso baile de color azul oscuro y la bufanda para la cadera, no había necesidad de usar algún tipo de camisa o algo así.
Y como lo imaginó, era él único hombre entre todas esas mujeres. Esto le daba cierta atención la cual era necesaria para que su amigo pueda escabulirce dentro de la dichosa habitación. Miro a un costado logrando encontrarlo en medio de la multitud de sirvientes, este al verle levantó el pulgar en señal de ánimo.
Rodo los ojos volviendo su vista a la chica que estaba bailando en ese momento, ya habían pasado varias pero al sultán parecía no llamarle la atención a ninguna de ellas. Observo detenidamente cada movimiento de cadera para grabarlo en su memoria, nunca lo había hecho pero para todo había su primera vez.
El sultán parecía ser más exigente con los minutos, algunas chicas no superaban siquiera los 10 segundos antes de que los guardias las sacaran. Pronto llego su turno, con tranquilidad camino hasta el centro frente al sultán. Nunca lo había visto en persona, era sin duda una persona bien parecida, aunque a juzgar por su mirada era alguien engreído.