|9:50 PM|
Narrador Omnicente
Samy sintió el calor subirle a las mejillas. Sabía que Ari no iba a soltar el tema, y definitivamente no quería que el resto de los chicos escuchara.
Samy: Nada, nada… solo estoy pensado en lo padre que me la estoy pasando, si eso–
Ari la miró con una sonrisa cómplice y luego decidió dejarlo pasar, pero Samy no podía evitar sentir la tensión que se acumulaba en su pecho.
A lo lejos, las luces del ring parpadeaban y el sonido de la campana anunciaba el final del primer round.
Ryan se dirigió a su esquina, secándose el sudor con una toalla, mientras su entrenador le daba instrucciones rápidas. Samy trato de alejar la vista pero algo seguía atrayéndola.
Ama: Mira, ahí va tu "wey de los golpes"– bromeó, señalando a Ryan.
Samy: Ay, ya suéltame– respondió, cruzando los brazos y fingiendo que no le importaba. Aunque por dentro, su mente no dejaba de divagar.
¿Por qué no podía simplemente ignorarlo? Había visto boxeadores antes, algunos más guapos incluso, pero ninguno le había causado este tipo de inquietud.
Tal vez era el hecho de que habían cruzado miradas, o tal vez había algo en él que le hacía pensar que no era solo otro tipo más en el ring.
El segundo round comenzó, y Ryan salió con más fuerza que antes. Sus golpes parecían más calculados, más precisos.
¿Qué tiene este cabron? – pensó, sintiendo que algo dentro de ella se removía con cada golpe que él lanzaba. Era una sensación extraña, incómoda, como si estuviera al borde de descubrir algo que no estaba lista para entender.
El combate continuaba, y aunque Samy intentaba distraerse con la emoción a su alrededor, era imposible.
De repente, Ari la jaló del brazo, sacándola de sus pensamientos.
Ari: ¡Hey, te estoy hablando pendeja! ¿Qué tanto piensas? ¿Es él, verdad?–
Samy suspiró, intentando sonar más casual de lo que realmente se sentía.
Samy: Ya vas a empezar otra vez cabrona, no se seguro es el ambiente–
Ari la miró con una ceja levantada, claramente no convencida.
Ari: Sí, claro. "El ambiente". Pero de todos modos… ya estás picada. Eso no se quita fácil–
Samy rodó los ojos, aunque sabía que Ari tenía razón.
El tercer round estaba a punto de comenzar, y Samy sintió un repentino deseo de salir de ahí, de alejarse de todo. Pero no podía. Estaba atrapada entre la curiosidad y la confusión, incapaz de moverse.
Mientras las luces iluminaban el rostro de Ryan, Samy notó algo diferente. Había una especie de determinación en sus ojos, pero también algo vulnerable, algo que le hizo pensar que tal vez él no era tan inalcanzable como parecía. Tal vez detrás de esa apariencia de fuerza, había alguien lidiando con sus propios demonios.
|9:50 PM|
Narra Ryan
El primer round comenzó con un intercambio de golpes rápidos. Haney avanzó con la velocidad que lo caracterizaba, lanzando combinaciones precisas, pero yo no estaba dispuesto a retroceder.
Mi guardia estaba firme, y mis reflejos, más agudos que nunca. Bloqueé algunos de sus jabs y respondí con una derecha fuerte al cuerpo. Sentí el impacto en mis nudillos; sabía que había conectado bien.
A lo lejos, escuchaba a la multitud reaccionar con cada intercambio, pero sus gritos ya no eran más que un murmullo lejano.
Mi enfoque estaba en cada movimiento, en cada respiro de Haney. Estaba buscando la apertura perfecta, el momento en que bajara la guardia lo suficiente para que yo pudiera atacar con todo.
Los segundos pasaban y el ritmo de la pelea seguía intenso. Los golpes de Haney eran rápidos, pero no lo suficientemente fuertes como para derribarme. Mantuve la compostura, recordando lo que James me había dicho antes de la pelea: "Paciencia, Ryan. Espera tu momento."
En medio del intercambio, un uppercut de Haney rozó mi mandíbula, haciéndome tambalear por un instante. Sentí un breve mareo, pero me recuperé rápidamente. En ese momento, los recuerdos de mi padre volvieron a inundar mi mente, como si él estuviera a mi lado, diciéndome que no me rindiera, que siguiera adelante sin importar cuán duro fuera el golpe...
Outfit de Ryan
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Ringside Romance- Rivers GG
RandomUna historia de amor, lucha y superación donde dos almas, aparentemente opuestas, encuentran en el otro la fuerza que no sabían que necesitaban. _____ Ryan O'Connor mejor conocido como "King Cobra" es un boxeador importante ya que por su velocidad y...