°--Capitulo 14--°

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| Los Angeles, California |

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| Los Angeles, California |

| 10:30 AM |

Narra Ryan

El sonido de los guantes impactando contra el saco resonaba en la sala de entrenamiento. Mi entrenador, siempre atento, soltó algunas instrucciones mientras me movía alrededor del saco, esquivando golpes imaginarios.

Entrenar en la mañana después de una pelea ganada tenía un sabor especial, pero sabía que la verdadera batalla nunca terminaba.

Pero, en mi cabeza, no podía dejar de pensar en ella... Samy. La chica que había conocido en la pelea y que ayer vino a entrenar conmigo, de alguna manera, había logrado meterse en mis pensamientos.

Terminé la última serie de golpes y me dejé caer en la esquina del ring, jadeando.

La mañana había sido dura, pero era el precio que había que pagar. Mi entrenador se acercó, me palmeó la espalda y me dejó solo, entendiendo que necesitaba unos minutos para mí.

Horas más tarde...

Llegué a casa y dejé caer la mochila en el suelo. Mi hermano, Sean, estaba sentado en el sofá con una sonrisa divertida en el rostro.

Ryan: ¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara?-

Sean: Nada, ¿porque no me dijiste que tuviste una cita?-

Ryan: ¿Cuál cita wey?-

Sean: No te hagas el que no sabe, ayer me dijo Andrés que regresaste medio raro del entrenamiento-

Ryan: Ah ya... No fue una cita pendejo-

Sean: Bueno lo que sea, porque no me dijiste?-

Ryan: Como porque te avisaría que voy a entrenar?-

Sean: No wey, me refiero a que entrenarías con una chica que conociste en la pelea-

Ryan: No lo sé, se me olvidó... Supongo-

Sean: Ajá, bueno cuenta que pasó, de que hablaron-

Me quedé en silencio por un segundo, descolocado por lo directo que fue. Me dejé caer en un sillón cercano, soltando un suspiro.

Ryan: No sé... Ayer, en el entrenamiento, me abri con ella. No sé cómo, pero me puse a contarle cosas que nunca le he dicho a nadie, y ni siquiera la conozco tanto. Ella solo... estuvo ahí, y me escuchó.-

Sean asintió, como si ya supiera lo que venía.

Sean: ¿Y eso te asusta?

Ryan: Por qué me asustaría contarle mis problemas a alguien que sabe escucharme?-

Hubo un silencio, uno de esos incómodos que te obligan a mirarte a ti mismo. Mi hermano se levantó del sofá y se acercó a mí, apoyando una mano en mi hombro.

Ringside Romance- Rivers GGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora