Una historia de amor, lucha y superación donde dos almas, aparentemente opuestas, encuentran en el otro la fuerza que no sabían que necesitaban.
_____ Ryan García mejor conocido como "KingRy" es un boxeador importante ya que por su velocidad y agili...
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Narra Rivers
Mientras me levantaba, Ryan me miró con una sonrisa tímida, esa que le había visto pocas veces, pero que siempre lograba ponerme nerviosa. Nunca pensé que, después de haberme perdido buscando el baño, terminaría conectando tanto con él.
Parecía como si el universo hubiera decidido que nos cruzáramos en ese momento, aunque ninguno de los dos estaba realmente preparado para lo que eso significaría.
Ryan se quedó acostado un momento, mirándome en silencio. Sentí que había algo más que quería decir, pero decidió guardarlo para sí mismo.
La conexión que habíamos formado en tan poco tiempo era especial, pero también sentía el peso de la despedida acercándose, y no quería que este último momento juntos se sintiera demasiado triste.
Ryan: -Vamos, antes de que me arrepienta y te secuestre para que no te vayas- bromeó mientras se levantaba y se estiraba. Yo solo rodé los ojos, aunque en el fondo, esa idea de no irme no sonaba tan mal.
Samy: -Ya me hubiera dado cuenta si fueras capaz de secuestrar a alguien- le respondí, intentando aligerar la atmósfera, aunque sentía una pequeña opresión en el pecho.
Salimos de la habitación y nos dirigimos hacia la sala, donde nos esperaban los demas.
Filis: -Listo ahora sí, es momento de irnos, adiós Ryan fu- -
Samy: -El vendrá con nosotros al hotel- lo interrumpí.
Osvaldo: -Mejor, vámonos ya, que luego no alcanzo a hacer la maleta-
Ryan: - Los llevaré en la camioneta - fue por las llaves y salimos todos para irnos.
Mientras todos subíamos a la camioneta de Ryan, el ambiente se sentía relajado, aunque con una tensión oculta. Ryan tomó el volante y yo me senté a su lado en el asiento del copiloto, mientras los demás se acomodaban en la parte de atrás.
Arrancó, y el sonido del motor llenó el silencio por un par de segundos hasta que Juan lo rompió empezando a hacer preguntas.
Juan: -Oye, Ryan, ¿cuándo vas a hacer otra fiesta como esta?-
Ryan: -Cuando quieran, solo avisen- respondió con una sonrisa pequeña, pero noté que su tono no era tan animado como de costumbre.
Ama: -La próxima vez, organizamos algo en Monterrey.- dijo Ama.
Ryan: -Suena bien, Monterrey es un lugar al que siempre he querido ir- contestó, pero de nuevo, había algo en su voz, como si no estuviera realmente presente en la conversación.
Yo lo noté. Estaba distraído, y aunque intentaba mantener el ambiente animado, sentía que sus pensamientos estaban en otro lado, tal vez en la despedida que se acercaba o en lo que habíamos hablado antes de bajar.
Osvaldo: -Nunca has ido a México?-
Ryan: -Sí, solo a Guadalajara, porque de ahí soy- dijo mirando hacia el camino, su mano ligeramente tensándose en el volante.
