°--Capitulo 8--°

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| LA, California |

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| LA, California |

| 10:00 PM |

Narrador Omnicente

La pelea acabó en un estallido de gritos y aplausos, y Samy observó cómo Ryan levantaba el brazo en señal de victoria, mientras le colocaban su cinturón. Las luces brillaban intensamente sobre él.

Ama: ¡No me arrepiento de haber venido! – exclamó, aún de pie mientras aplaudía con entusiasmo.

Juan: ¡Este cabrón es increíble! – añadió emocionado, dándole un golpe amistoso en el brazo a Osvaldo.

Samy: Eh… Ari voy al baño, ahorita vengo, no tardo. – Dijo rápidamente, queriendo alejarse un momento de las bromas de sus amigos y de la confusión que sentía.

Ari la miró de reojo, con una sonrisa traviesa en los labios.

Ari: ¿Segura que no vas a buscar a "tu boxeador"? – dijo en tono de burla.

Samy rodó los ojos mientras fingía ignorarla y se abrió paso entre la multitud.

Una vez fuera de la arena, el bullicio se disipó un poco, dejándola sola con sus pensamientos. Caminó por los pasillos, buscando señales que indicaran dónde estaban los baños.

Samy; Verga, le hubiera dicho a Ari y Ama que me acompañaran...donde está el pinche baño–

Después de algunos giros errados, finalmente encontró un pasillo que parecía llevar a los vestuarios y baños. Justo cuando estaba a punto de doblar una esquina, chocó de frente con alguien.

Samy: ¡Ay, perdón! – exclamó, dando un paso atrás para ver a quién había golpeado.

Ahí estaba él, Ryan, con una toalla en la mano y el cabello aún húmedo por la ducha. Su presencia la golpeó de lleno, y Samy sintió cómo el aire a su alrededor se volvía pesado. Ryan la miró con una mezcla de sorpresa y curiosidad.

Ryan: Perdón… ¿estás bien? – preguntó con una voz suave que contrastaba con la intensidad que había mostrado en el ring minutos antes.

Samy tragó saliva, su mente trabajando a toda velocidad para encontrar una respuesta coherente.

Samy: Eh… sí, lo siento… estaba buscando e-el ba-baño. – Dijo, sintiéndose un poco tonta al mencionar algo tan mundano.

Ryan sonrió levemente y señaló hacia el final del pasillo.





Narra Ryan

La pelea terminó y afortunadamente gané, tenía una sensación increíble, me sentía súper feliz, y a la vez nervioso, al saber que logré lo que tanto esperaba, me dirigí a mi equipo y los abrace a todos.

Sean: ¡Lo lograste Ryan, eres un chingón!– me dió un abrazo

James: Felicidades Ryan, se logró, ¡lo lograste!–

Me llamaron para ponerme el cinturon, cuando lo tenía puesto sentí como si un peso se me quitará de encima.

Baje del ring y me dirigi al vestuario.

Me había terminado de bañar, mientras me dirigía por los pasillos del vestuario, todavía sintiendo los rastros de la adrenalina.

A pesar de la victoria, mi mente no paraba. A veces, después de una pelea, todo se sentía como una especie de neblina. Aún así, el cansancio físico no se comparaba con la agitación mental que siempre venía después.

De repente, sentí un golpe suave contra mi pecho.

Me detuve y vi a una chica que retrocedía, visiblemente sorprendida. Era ella, la misma chica a la que había visto entre el público antes de la pelea.

Sus ojos me miraban con una mezcla de sorpresa y nerviosismo. No sé por qué, pero algo en esa mirada me atrapó. Era como si no me viera solo como un boxeador, sino como alguien más.

Ryan: Perdón… ¿estás bien? —le pregunté, tratando de suavizar mi voz. Después de la pelea, todo lo que quería era desconectar un poco, pero esta situación me agarró desprevenido.

Ella parecía nerviosa, como si no esperara encontrarse conmigo aquí.

Samy: Eh… sí, lo siento… estaba buscando e-el ba-baño —respondió tartamudeando, y por alguna razón, me hizo sonreír internamente. Me recordó que, fuera del ring, no siempre tienes que ser el tipo duro. A veces, también puedes ser solo una persona común.

Le señalé el final del pasillo.

Ryan: Está justo al final, a la derecha.–

Normalmente, habría seguido mi camino, pero algo me hizo detenerme. Había algo en esta chica que me hacía querer prolongar la conversación, aunque no sabía bien por qué. Me sentí impulsado a decir algo más, a conectar de alguna manera.

Samy: Felicidades, eres increíble... digo peleaste increíble, bu-bueno los dos–

Solo rei ante su nerviosismo.

Ryan: Gracias– dije, y luego, tratando de aliviar la tensión del momento, añadí con una sonrisa—. Espero que no te haya aburrido demasiado–

Ella se rió suavemente, y esa risa... no sé, hizo que todo el lugar se sintiera menos pesado, menos opresivo. Como si, por un momento, el mundo fuera un poco más simple.

Samy: Para nada... fue... interesante —respondió.

Asentí, sintiendo que ya no tenía mucho más que decir. Di un paso atrás, dándole espacio para que siguiera su camino.

Ryan: Bueno, cuídate… nos vemos por ahí–

Mientras me alejaba, no pude evitar voltear una vez más para verla. Algo en esta interacción se sintió diferente, como si hubiera más en la historia, aunque no sabía qué.




















Outfit de Ryan

Gente, perdón por estar desaparecido casi una semana entera, de verdad perdón, el fin de semana les actualizaré lo que no actualice está semana

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Gente, perdón por estar desaparecido casi una semana entera, de verdad perdón, el fin de semana les actualizaré lo que no actualice está semana.

Espero y les guste este capítulo y gracias por su apoyo.

Nos vemos mañana con cap en las tres historias.

Los quiero mucho 🤘🏻🫶🏻

Ringside Romance- Rivers GGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora