°--Capitulo 12--°

535 53 3
                                    

| Los Angeles, California |

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

| Los Angeles, California |

| 3:30 PM |

Narra Rivers

Al día siguiente, llegue al gimnasio donde Ryan me había invitado. El lugar estaba lleno, con el sonido de golpes sobre los sacos de boxeo y las indicaciones del entrenador resonando por todo el lugar.

Cuando entre, Ryan ya estaba entrenando. Vestía una camiseta ajustada que marcaba su hermoso cuerpo. Al verme, sonrió y dejo el saco, y se acercó lentamente a mi.

Ryan: Que bueno que llegas, ya estaba dudando en que vinieras— preguntó mientras se quitaba los guantes por un momento.

Samy: Bueno… es que siempre se me hace tarde— respondió nerviosa.

Ryan: Y? Sabes algo de box?—

Samy: Algo— lo mire a los ojos

Ryan: Pues hoy verás cómo se hace. Después me dices qué te pareció— dijo con una sonrisa confiada.

Mientras Ryan seguía entrenando, me di cuenta que a pesar de la fama, había algo en su personalidad que lo hacía parecer más accesible de lo que esperaba.

Durante el entrenamiento, Ryan me miraba de vez en cuando, como si quisiera asegurarse de que  estuviera bien.

En medio del entrenamiento se acercó a mi, y me extendió unos guantes.

Ryan: Quiero que entrenes conmigo—

Samy: Pero, no se boxear—

Ryan: Eso no importa, te enseñaré— solo asentí y me vendo las manos, nunca había estado tan cerca de el, y es bastante atractivo.

Ryan: Sam?— su voz me hizo salir de mis pensamientos

Samy: Q-que pa-paso?— solo rio y agarro mi otra mano.

Ryan: Olvídalo...—

Básicamente lo que me enseñó es como dar un golpe bien, como pararme, y como cubrirme.

Terminamos y me fui a sentar a una banca mientras el terminaba con un sparring.

Al final, Ryan se acercó a mi, aún sudando después del sparring.

Ryan: ¿Y? ¿Qué te pareció?—

Samy: Eres increíble… Digo, el entrenamiento fue increíble—corregi rápidamente, avergonzada.

Ryan sonrió....

Narrador Omnicente

El gimnasio estaba en calma, salvo por el eco de los golpes del chico contra el saco de box.

Cada impacto resonaba en las paredes, pero ella, sentada en el banco cercano, notaba algo diferente en él.

Aunque nunca lo había visto entrenar, lo sentía raro.

Ringside Romance- Rivers GGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora