| 11:00 PM |
Narra Rivers
Me dirigi rápidamente al baño, pero el camino parecía interminable. Cada vez que pensaba en lo que acababa de suceder, mi nerviosismo aumentaba. –¿Cuánta pinche probabilidad hay de que choque con el no mames?– dije para mi misma, mientras sentia el calor en mis mejillas.
Al llegar al baño, cerré la puerta y me apoye contra ella, soltando un suspiro profundo. "Relájate, Samy", me dije. Me acerqué al espejo y me mojé la cara con agua fría, tratando de calmarme. Mirándome en el reflejo, deje escapar una pequeña risa nerviosa. –Esto no estaba en los planes de hoy.–
Después de unos minutos, tome aire y sali del baño con la esperanza de no volver a encontrarme con Ryan.
Samy: Solo regresa al asiento y actúa como si nada hubiera pasado–
Narrador Omnicente
Samy caminaba hacia la salida, sus pensamientos aún enredados por el encuentro con Ryan. "Solo necesito salir de aquí y reunirme con los demás," pensó, sintiendo cómo su pulso aún latía con fuerza.
Sin embargo, mientras avanzaba por el pasillo, algo captó su atención. Un cuarto, ligeramente iluminado, con la puerta entreabierta. Algo en su interior la llamó, y sin pensarlo mucho, se acercó.
Al entrar, sus ojos se abrieron de par en par al ver las paredes llenas de cuadros de Ryan. En cada uno, el boxeador aparecía en diferentes momentos de su carrera, con el rostro cubierto de sudor después de una pelea, o simplemente sonriendo con amigos y familiares.
En una esquina, vio un pequeño estante con trofeos y medallas. Parecía un espacio privado, un rincón dedicado a su vida dentro del ring.
Lo que más llamó su atención fue un cuadro grande en el centro de la habitación. En él, Ryan estaba con una corona en la cabeza, un gesto triunfante y confiado en su rostro, como si fuera un rey en su propio reino.
Samy se acercó, sintiendo una extraña mezcla de admiración y curiosidad. Se detuvo frente a él y lo observó detenidamente. "Es más que un boxeador," pensó, notando la intensidad en su mirada, incluso en una imagen.
De repente, escuchó un ruido detrás de ella. Samy se dio la vuelta rápidamente, su corazón dando un vuelco al ver una puerta en el fondo del cuarto que se abría lentamente.
De allí salió Ryan, con el cabello aún húmedo y una expresión de sorpresa en su rostro. Al verla, dio un paso atrás, claramente no esperaba encontrar a nadie en su camerino.
Ryan: ¿Qué... qué haces aquí? – preguntó, su voz mostrando una mezcla de confusión y desconcierto.
Samy sintió cómo el calor subía a su rostro, totalmente avergonzada. "¡Esto no puede estar pasando!" pensó, mientras las palabras se atropellaban en su mente.
Samy: ¡Lo siento mucho! Yo... no sabía que este era... tu camerino... – balbuceó rápidamente, incapaz de mirar a Ryan a los ojos.
Ryan: No te preocupes... solo que me asustaste–
Samy, desesperada por salir de la situación incómoda, se movió rápidamente hacia una puerta cercana, asumiendo que era la salida.
Pero al abrirla, se encontró con las pertenencias personales de Ryan: ropa, zapatillas, guantes de boxeo… No era la salida. El pánico la invadió y, sintiéndose atrapada, empezó a respirar con dificultad.
Ryan, notando su agitación, se acercó con calma y, con voz suave, dijo:
Ryan: Hey, tranquila. Todo está bien, no pasa nada– posó una mano en su espalda tratando de calmarla, pero eso hizo que se pusiera más nerviosa.
Con delicadeza, la guió hacia una silla, y ambos se sentaron. A pesar de que Samy seguía muy nerviosa, la presencia tranquila de Ryan y sus palabras empezaron a tener efecto.
Él se levantó y le pasó una botella de agua, y después de unos sorbos, finalmente pudo calmarse un poco.
Se quedaron en silencio por unos momentos, un silencio cargado de incomodidad, pero también de alivio. Samy miraba el suelo, todavía avergonzada, mientras Ryan observaba el cuarto, claramente dándole espacio para recobrar el control.
Finalmente, Samy rompió el silencio.
Samy: Lo siento muchísimo… —murmuró, jugueteando nerviosamente con la tapa de la botella—. No debí meterme en algo que no me correspondía…—
Ryan la miró con una sonrisa tranquila.
Ryan: No te preocupes, en serio. Estas cosas pasan. —dijo, tratando de quitarle importancia al incidente.
La tensión en el aire se disipó un poco. Ambos empezaron a hablar, despacio al principio, pero la conversación se fue relajando con el tiempo.
Ryan le contó algunos momentos divertidos de su carrera, anécdotas ligeras que la hicieron reír suavemente, y poco a poco, el ambiente se hizo más cómodo.
De repente, el teléfono de Samy vibró, rompiendo la calma del momento. Era un mensaje de Ama: "¿Dónde estás? te estamos buscando."
Samy se tensó de nuevo, dándose cuenta de cuánto tiempo había pasado. Justo cuando estaba a punto de contestar, se escucharon gritos afuera.
Ryan se levantó rápidamente, alarmado, y se dirigió hacia la puerta. Samy lo siguió instintivamente.
Al acercarse, encontraron una escena caótica. Los amigos de Samy estaban ahí, claramente preocupados, intentando pasar, pero los guardaespaldas de Ryan los estaban deteniendo.
Ari, Ama, Filis, Juan, y Osvaldo estaban entre la multitud, intentando convencer a los hombres de seguridad de que los dejaran entrar.
Ryan: ¿Que está pasando aquí?–
La esena los dejo a todos en silencio, Ryan y atras de el estaba Samy, que solo miraba a sus amigos...
Outfit de Ryan
Interesante capitulo, pobre de Samy.Capitulo 2/3
Perdón por borrarlo me equivoque iba a subir primero el de El último anillo, pero ví que estaban preguntando así que aquí está.
ESTÁS LEYENDO
Ringside Romance- Rivers GG
RandomUna historia de amor, lucha y superación donde dos almas, aparentemente opuestas, encuentran en el otro la fuerza que no sabían que necesitaban. _____ Ryan O'Connor mejor conocido como "King Cobra" es un boxeador importante ya que por su velocidad y...