Una historia de amor, lucha y superación donde dos almas, aparentemente opuestas, encuentran en el otro la fuerza que no sabían que necesitaban.
_____ Ryan O'Connor mejor conocido como "King Cobra" es un boxeador importante ya que por su velocidad y...
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Ryan
Me desperté temprano, mucho antes de que los demás dieran señales de vida. El sol apenas comenzaba a iluminar el horizonte, y la casa estaba tranquila, como si el tiempo se hubiera detenido.
Me levanté del sillón, estirándome mientras miraba alrededor. Aún no podía creer lo rápido que habían pasado estos días. Tenía la sensación de que todo estaba por terminar, y es que hoy, los chicos regresarían a Monterrey.
Caminé hacia la cocina, en silencio, para no despertar a nadie. La cafetera hizo su trabajo mientras el aroma del café llenaba el espacio. Estaba solo, al menos por unos momentos, hasta que escuché pasos ligeros detrás de mí.
Ryan: Buenos días- murmuré sin voltear. Ya sabía quién era.
Samy: Buenos días- respondió Samy, su voz aún somnolienta.
Se sentó en una de las sillas, mientras yo le servía una taza de café. La vi tomarla con las dos manos, buscando un poco de calor.
Se veía agotada, como si el cansancio de los últimos días finalmente la hubiera alcanzado.
Ryan: ¿Cómo te sientes?- le pregunté, sirviéndome yo también una taza.
Samy: Un poco desorientada, aparte me duele un chingo la cabeza- admitió con una sonrisa cansada-. Aún no entiendo muy bien cómo terminé en tu cuarto.- me levanté y le di una pastilla para la cabeza.
Solté una pequeña risa, recordando la escena de anoche.
Ryan: Te quedaste dormida en el sillón, y ya era tarde. Te lleve arriba porque las chicas también estaban agotadas. No fue nada del otro mundo- expliqué, esperando que se tranquilizara. Parecía aliviada con mi respuesta.
El silencio se asentó entre nosotros por unos minutos. Ambos bebíamos el café en paz, pero en mi cabeza ya estaba el hecho de que pronto tendríamos que despedirnos.
Había sido una semana intensa, llena de risas, bromas y una amistad que parecía haberse fortalecido más. Sin embargo, ahora, el regreso de los chicos a Monterrey parecía inevitable.
Ryan: Hoy es el día, ¿verdad?- pregunté, rompiendo el silencio.
Samy: Sí, ya deberíamos irnos- dijo Samy, su voz sonaba un poco distante, pero no sorprendida.
Asentí. No había mucho más que decir. Todos sabíamos que la despedida estaba a la vuelta de la esquina, y aunque lo intentáramos evitar, era parte del ciclo.
Ryan: ¿Y qué planes tienen cuando regresen?- pregunté, intentando hacer conversación.
Samy: Pues... lo de siempre, supongo- respondió Samy, encogiéndose de hombros-. Ama y Filis tienen varios proyectos en stream, y Ari también está con lo suyo. Osvaldo y Juan igual están planeando algunas cosas, pero nada concreto... Y yo con la rutina de siempre...-
