El peso de la desesperación es insoportable. Cada minuto que pasa, la sensación de que estoy perdiendo el control se hace más intensa, más aterradora. He visto cómo mi realidad se desmorona a mi alrededor, cómo mis intentos de salvar a Mark solo han traído caos y destrucción. Pero a pesar de todo, no puedo detenerme. Hay un evento, un momento en particular que siempre he evitado, porque sabía que era peligroso, que era arriesgado. Pero ahora, ya no tengo nada que perder.
El tirón en mi estómago regresa, más fuerte que nunca. Sé lo que significa, sé que es hora de intentarlo de nuevo. El miedo se arremolina dentro de mí, pero lo empujo hacia un rincón de mi mente. No puedo permitirme dudar. Este podría ser mi último intento, mi última oportunidad de hacer las cosas bien. Si fallo esta vez, no sé si tendré la fuerza para seguir adelante.
Cierro los ojos, concentrándome en ese momento, en ese día que he intentado evitar durante tanto tiempo. Siento cómo la realidad a mi alrededor comienza a distorsionarse, el aire se vuelve denso, casi sólido, y luego... estoy cayendo. La sensación de vacío en mi estómago es abrumadora, como si estuviera siendo arrastrada por una corriente invisible que no puedo controlar.
Cuando abro los ojos, estoy en una calle que reconozco de inmediato. Es el día en que Mark y yo nos encontramos por casualidad, el día en que todo cambió. Lo veo a lo lejos, caminando despreocupado, con las manos en los bolsillos, ajeno a todo lo que estoy viviendo. Mi corazón late con fuerza, y por un momento, casi corro hacia él, casi lo llamo. Pero me detengo. Algo en mi interior me dice que no debo interferir, que cualquier cambio en este momento podría ser catastrófico.
En lugar de acercarme, decido observarlo desde la distancia, esperando el momento adecuado, ese instante en el que pueda hacer algo para cambiar nuestro destino sin arruinarlo todo. Siento el sudor frío correr por mi espalda, y mi respiración se vuelve superficial mientras intento mantener la calma. Pero mis manos tiemblan, mis piernas se sienten débiles, como si estuvieran a punto de ceder bajo mi peso.
Mark se detiene frente a una tienda, mirando el escaparate con interés. Lo reconozco todo. Este es el momento en que lo vi por primera vez después de años sin contacto, el momento en que nuestras vidas volvieron a entrelazarse. Es un recuerdo feliz, pero ahora, el miedo lo ha contaminado, lo ha convertido en algo oscuro y amenazante. Quiero acercarme, quiero decirle que tenga cuidado, que todo puede cambiar en un instante. Pero no puedo. No me atrevo.
De repente, algo capta mi atención. Es una sombra, una figura en el borde de mi visión. Giro la cabeza rápidamente, buscando lo que sea que haya visto, pero no hay nada. Solo el bullicio de la ciudad, personas que van y vienen, ajenas a mi presencia. Pero la sensación de ser observada persiste, como una presión constante en la nuca, y sé que algo no está bien.
Intento enfocarme nuevamente en Mark, pero mis pensamientos están desordenados, confusos. La sombra, la sensación de peligro, todo se mezcla en mi mente, nublando mi juicio. Siento cómo el pánico comienza a burbujear en mi interior, amenazando con desbordarse. No debería estar aquí. Este es un error, lo sé, pero ya es demasiado tarde para detenerme.
Mark comienza a caminar de nuevo, cruzando la calle sin mirar. Mis músculos se tensan, y un impulso irracional me empuja hacia adelante, como si algo dentro de mí supiera que este es el momento en el que todo podría cambiar. Pero mientras avanzo, algo me detiene en seco. El aire parece volverse espeso, impenetrable, y mis movimientos se ralentizan, como si estuviera atrapada en un sueño del que no puedo despertar.
Giro la cabeza instintivamente, y lo veo de nuevo: la sombra. Pero esta vez es más clara, más definida. Es una figura humana, alta, oscura, sin rasgos que pueda distinguir. Se encuentra en la esquina de la calle, observándome fijamente. El miedo me paraliza, me deja sin aliento, y por un momento, olvido todo lo demás. Olvido a Mark, olvido el motivo por el que estoy aquí. Solo puedo enfocarme en esa figura que parece esperar algo, algo que no puedo comprender.
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EFECTO MARIPOSA | [COMPLETA]
Misterio / SuspensoEl simple aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo. No intentes cambiar tu pasado, puede que de haber sido distinto, todo hubiera sido peor. En 'Efecto Mariposa', te invito a sumergirte en la historia de Ma...