Capítulo 15

2.9K 255 175
                                    

Marzo 5



«Cambio.»

Observo lo que sería para muchos, el peor desastre del mundo. Pero para mí, es el inicio de algo. Los bocetos sobre lo que quiero, miles de hojas esparcidas con ideas que durante meses guarde. Ideas que tuve años atrás regresan también formando parte de las nuevas ideas. Sentía muy dentro de mí, que esto era algo grande.

«Por dónde empezar»

Sabía cuál era mi sueño al querer ser chef. Abrir un cafetería, y luego un restaurante. Creo que solo una persona escucho mis más grandes ideas sobre lo que deseaba. Sobre lo que yo esperaba de mi persona, los retos que tendría que pasar y sobre todo, las cosas que tendría que dejar atrás un tiempo para cumplir ese sueño. ¿Sueño? No quiero que sea un sueño, lo quiero real, es mi meta.

Puedo ser la persona con la mayor concentración del mundo cuando una idea se mete en mi mente. Pero el problema, es que tengo una distracción que no he visto hace más de 24 horas. Pase más de un año sin verla, y ahora no puedo pasar dos días sin verla. Debo de estar completamente loca, pero ella me vuelve irracional. O tan solo soy yo.

Sentada en el suelo, con el cuerpo inclinado hacia atrás y mis manos sosteniéndome, es lo que evita que caiga hacia atrás. Un leve dolor se forma en mi espalda ante todo lo que ha pasado en menos de cinco días del mes de Marzo. Me costó más de un año olvidar ciertas cosas que despiertan cada cierto tiempo. Y a pensar que nunca volvería a ver a nadie, hasta que tal vez pusiera de nuevo un pie en Valencia.

Creo que los temas de conversación que debería de tener con Nikisha ante los pocos cambios que he tenido son de todo menos de esto, se sienten como si miles de olas de sensaciones golpearan mi cuerpo una y otra vez. Al punto de olvidar cosas, de ansiar tanto algo tan oscuro y peligroso. La voz de mi cabeza se silencia, el fuego en mi tan solo se incrementa. Y la sensación de gritar solo crece.

Me acuesto por completo sobre el suave suelo, nunca agradecí tanto que dejaran esta horrible alfombra. Cualquier persona que suba las gradas y presencie dicha escena, estará presenciando un asesinato. De cansancio claro está, con los ojos cerrados recuerdo el despertar de nuevo en la habitación de ella. Y lo mismo que la primera vez, ella no estaba por ningún lado. Tan solo espero que no se vuelva una costumbre, porque claramente ella y yo tendremos problemas por eso.

― ¿Estas muerta?

― De placer desearía estarlo ―suelto escuchando su risa mientras sus pasos se acercan a mí.

― Como es que dicen ustedes, tan arrecha estas ―abro un ojo para verla tomar asiento.

― Esa mujer me hace sentir cada sensación por mil ―lamo mis labios evitando que mis pensamientos deambulen.

― Háblame de ella, que sientes.

¿Qué siento? Ese el problema, que siento tanto que es difícil saber cuál de todos los sentimientos es el que predomina. Algo rasguña dentro de mí con querer salir, es ser imprudente solo con ella. Y la maldita necesidad de ella, no es normal. Antes nunca fue así, y ahora es diferente. Nada me ata, soy libre para hacer y deshacer cuantas veces desee. Y solo...

― Desperté hoy ―inicio viendo el techo descolorido ― Tuve la grandiosa idea de ir con la señora Matilde a ese lugar que la conocí.

― Ni me lo recuerdes, a veces me pregunto qué tipo de suerte posees ―bufo porque siento que no es suerte.

― Iba Jardim, su nieto. Ella bromeaba con el loco enamoramiento de él hacia mí. Creo que nunca más volverá a verme a la cara. Lo que es divertido, pero pensé en eso.

The Stars Guide Me To You  | +18 | L2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora