The Stars Guide Me To You | +18 | L2

Capítulo 19

Me veo radiante después de todo, tanto que le perdoné a Anielle haber desaparecido de nuevo. Una nueva mudada de ropa esperaba por mí, aunque tal vez fue una mudada de ropa que yo misma robe de ella. Al salir de su habitación estaba Giovanna esperando por mí al final del pasillo. El camino de regreso fue ameno, y ni siquiera pensé en lo que paso anoche en el auto al tener la certeza que nadie nos había escuchado.

Después de hacerla cambiar de opinión, o más bien chantajearla ambas pasamos a almorzar al restaurante. Creo que es la primera vez en que era atendida por mis compañeros de trabajo. Jared incluso se había unido a nuestra mesa con la excusa de estar atento por si algo se nos antojaba. Él deseaba información que ni estando ebria soltaría frente a Giovanna.

La misma que solo veía de forma sospechosa cada que Jared gritaba con dramatismo, éramos la mesa con toda la atención del restaurante. Hasta que Vieira se apareció pidiendo una disculpa a todos, llevando consigo a mi amigo donde le esperaba un regaño. Tan solo nos dio una mirada a ambas y desapareció. Sé que el lunes regreso de nuevo a trabajar, pero he disfruta tanto estos últimos días que deseo que la semana se haga eterna.

Al salir del restaurante pasamos por Sandy y Nikisha, que tan solo veía negando a la morena. Ella iba radiante, feliz tanto como si hubiera tenido sexo. Era como verme en un espejo, tan solo que yo tuve dos orgasmos alucinantes a mano de la única mujer que me calienta más que un sol de verano. Después de dormir más de lo esperado en casa de Ann, y comer íbamos un poco tarde con las demás.

Al entrar de nuevo al hotel, fuimos llevadas a la suite donde estaban todas las mujeres que estaríamos en la despedida de soltera. Ver a las amigas de Raissa de nuevo, le daba una vista a la diferente que era nuestra vida, y aun así encajaba tan bien. Era lo más raro, pero era real. Siempre fui tímida, pero al estar en confianza conmigo misma, el desenvolverme en un lugar era tan fácil como beber un trago de vodka sin hacer gestos.

Al entrar a la habitación donde estaban todas las mudadas de cada una. Negué porque no podía usar eso. Raissa grito al vernos y Sandy, le siguió. Ellas estaban locas al punto en que sabía que la ropa había sido idea de Sandy. Solo ella elegiría un tipo de vestimenta tan así.

― Vamos rubia, que esta noche arderemos todas en el infierno ―grita Sandy.

― Vamos Mar, que esta noche es para divertirnos todas. Las solteras y la prometida.

Me dejo guiar por Nikisha. La habitación está envuelta en una melodía que me trae flashback de la madruga. Trato de eliminarlas pero es que es imposible. Recuerdo su tacto, el calor y el orgasmo y simplemente me mojo de nuevo. Ignoro la voz que dice que es no haga nado malo, así que me robo el primer trago de la bandera del mesero.

El champan sabe asquerosamente delicioso. Mis ojos viajan por todo el lugar, mujeres hermosas en baños menores y otras como Dios las trajo al mundo. Por primera vez me siento demasiado hermosa como para importarme algo más que yo misma. Camino hacia donde cuelga la bolsa con mi nombre escrito en él.

Distingo a los lejos a la mejor amiga de Raissa que me sonrie de lejos tirándome un beso. Su personalidad es demasiado coqueta, y yo no quiero serlo hoy. Tomo otra copa de licor caminando hacia donde están las chicas. Cuelgo la bolsa desde uno de los agarradores dispersos en todo el lugar.

― Mierda Sandy, que carajo te pasa ―suelta Nikisha al otro lado de la cama.

Suelto a reír al ver el color del corset que usaremos, la misma que se borra para abrir mi bolsa y ver que todas llevaremos el mismo color. Odio el color rosado, en específico ese color rosado. Me termino el trago de una, porque el alcohol me hará aceptar la mala idea que es el traje.

Termino bebiendo otras tres copas sin sentir el efecto aun porque sé que las bebidas de Raissa siempre traerán poco alcohol. Me adentro al baño cuando es mi turno de ducharme y lo hago de la manera más rápida, sin reparar nada en mi cuerpo. Al salir veo a la mejor amiga de Raissa que me mira de pies a cabeza.