La vida obra de miles de maneras, nos pone en el camino de personas asombrosas y aleja a personas que nos restan. El ciclo de cada persona es diferente, tan solo cumple un propósito y a veces nos dejan. Nosotros cumplimos enseñanzas en la vida de otras personas, y a veces debemos de decir adiós.
Este último año fue así, fue conocer personas grandiosas en cada viaje. Y luego seguir mi camino. Y el estar mucho más tiempo en este lugar, me hizo que mi cariño por ciertas personas creciera. El retomar de nuevo mi camino me hace pensar que tal vez es lo correcto, que debo de saltar de la balsa y seguir mi destino. Pero por el momento me enfoco en mi presente.
Pasamos justo a la cocina donde algunas personas ya tienen todo puesto en su respectivo lugar. Es una de las cocinas profesionales completas con la que uno sueña toda una vida al inicio de su carrera. Cocinamos a la vista de todos como el día de ayer. Una chica se acerca con dos filipinas con nuestros apellidos bordados en cada una de ellas.
Ella me ayuda sin siquiera desviar en algun momento su mirada hacia la cicatriz. La banda de nuevo es puesta en mi brazo. Vieira se acerca al centro mientras me posiciono a su lado. Un hombre mayor se acerca tendiendo el menú de la noche. Cocinar frente a gente a rica, con la mirada puesta es algo que causa ciertos nervios, pero también es un nuevo reto.
A cada lado de nosotros se encuentran otros chefs que son encargados de hacer una comida diferente. Anticipo cada orden de Vieira, trabajar para él y recibir sus regaños me hizo anticiparlo en este momento. La sincronía con la que cocinamos es como si hubiéramos hecho esto por años solo los dos, siendo esta la segunda vez. Al otro lado se encuentra una barra con un barman que prepara tragos sin descanso.
Las llamas en la sartén atraen la audiencia de los viejos que tan solo ríen soltando chistes que ignoro. Los comentarios son algo que nunca terminan, y las palabras de Franco regresan a mi mente. La intriga de muchas miradas está sobre mí, pero en especial de un hombre que tan solo degusta de una copa de brandy y sonrie al verme. La familiaridad se hace presente, casi como si lo conociera.
Los platillos son servidos en sus respectivos platos mientras todos pasan al comedor, Vieira ordena a los meseros mientras los sigue. Excepto ese hombre, deja la copa frente a él y se levanta. Camina hacia mí, detallo al hombre frente a mí. Muchos de los hombres detienen su avance riendo al ver a su amigo.
― Uma rosa que emana perigo (Una rosa que emana peligro) ―cuando esta por tomar un mechón evado su toque apagando la última llama.
― Desidera un piatto particolare. (Desea un platillo en particular.)
― Tu, voglio mangiarti (A ti, te deseo comer a ti) ―la risa de los demás lo hacen sonreír y en mí solo causa una repulsión.
No respondo, no río, no demuestro más que profesionalismo. Entonces se voltea riendo y justo ahí, es como si se colara el recuerdo de su perfil. Es el hombre que golpeo a Jared en el bar, el mismo que me buscaba a Julieta y a mí. Evito mostrar conmoción, porque después de todo el destino obra de diferente maneras. Reitero para que todos pasen a comer ignorándolo. Salgo de la cocina hacia donde sé que esta la salida, y veo a varios guardias.
― Perché così in fretta mi abbandoni? (Porque tan rápida, me abandonas) ―suelta tomándome del brazo y me suelto de un jalón encarándolo.
― La sua cena è servita, signore, entri o si raffredderà. (Su cena está servida señor, entre o se enfriará.)
― Ma se quello che desidero mangiare è davanti a me, e mi sta solo scaldando (Pero si lo que deseo comerme esta frente a mí, y tan solo está calentándome) ―recorre mi cuerpo de una manera morbosa ― Confesso che quel vestito fa risaltare meglio quel corpo ricco, ma non voglio nemmeno strati di vestiti tra il mio corpo e il tuo. (Confieso que el vestido resalta mejor ese cuerpo tan rico, pero tampoco es que desee capas de ropa entre mi cuerpo y el tuyo.)
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The Stars Guide Me To You | +18 | L2
RomanceEl destino se encarga de reunir a personas, ya sea para estar con nosotros en cada paso que demos. O tan solo para enseñarnos que somos humanos y cometemos errores. En un mundo donde hay millones y millones de personas, donde las estadísticas dicen...