«Vergüenza»
Es un sentimiento o una emoción que cualquier persona tendría después de vivir o ser partícipe de una acción que tal vez no sería aceptable hacia los otros. O simplemente un mecanismo de defensa después de hacer algo que requiere un poco más de privacidad.
Pero una combinación de alcohol y hormonas en mi cuerpo, ese sentimiento es lo que menos tengo. Control y pudor es lo último que poseo al tomar alcohol, y el tenerla a ella siendo una droga, es una combinación que hace más que embriagarme, me hace ser irracional.
La briza mueve mi cabello, y eriza la piel de mis piernas al salir del auto con ella detrás. Con el mentón en alto, me enfoco solo en la puerta abierta, la risa baja de ella me hace verla por el rabillo del ojo y se mira tan sexy. Detengo mi caminar, y volteo a verla, y la imagen que representa, solo me excita más.
La camisa aun esta desabrochada mostrando mucho más piel, el collar aun cuelga de su cuello, y un pequeño chupón adorna su clavícula. Cruza sus brazos sobre su pecho, observándome de pies a cabeza, sus ojos se rasgan viéndome a través de sus largas pestañas. Es como si todo en ella fuera hermoso. Camino de retroceso hasta tocar la perilla de la puerta.
Al momento de abrir, ella da un paso, y luego otro. Camino de retroceso hasta chocar contra una pared. Cada grada que sube tan solo la hace excepcional, la luz de la luna la baña, y es como la aparición más hermosa que haya visto. Ninguna experiencia me prepara para lo que ocasiona.
Al entrar la puerta se cierra tras ella, pero no detiene su avance. Calculo el tiempo que puede tomarme hacer que me folle. Porque no estoy para una ducha fría, y por la forma en que se controla, sé que tampoco desea una ducha fría. Se detiene frente a mí, su aroma me enloquece. Una de sus manos cae al lado de mi rostro, y detalla mi rostro, haciendo énfasis en mis labios.
Detalla sus labios, labios que me imploran por besarlos. Me estremezco cuando una de sus manos toca mi brazo, y aun con la tela de por medio, eriza cada parte de mí. Su toque es distinto. Mis pocos pensamientos coherentes se esfuman la verla relamer sus labios con la punta de su lengua.
― La donna più bella (La mujer más hermosa) ―susurra en mi oído.
La empujo riendo y me deja ir, camino por la casa hasta las gradas. Su mirada es pesada pero la siento venir detrás de mí. Estoy indecisa entre si subir a las gradas, o divagar por los pasillos de la casa. El suave roce su mano sobre mi trasero se esfuma cuando camino por un pasillo sin saber a dónde me llevara.
Un gruñido de su parte, y volteo a verla con la mirada oscura. Es demasiado caliente, pero quiero que se descontrole. Llego hasta una puerta que contiene una pequeña táctil, el calor de su cuerpo se siente tan bien. Entonces estira su mano, tan solo su huella y la puerta se abre.
La vista es una oficina. Cada cosa esta tan en su lugar, que me da algo desordenarla. Me adentro observando por el ventanal la vista hacia un hermoso paisaje. La puerta se cierra y la veo caminar hacia una barra, se sirve un trago de whisky que bebe como si fuera agua. Camino hacia un pequeño mueble, justo ahí hay una pantalla táctil.
Al encenderla da directo a unas interminables listas de canciones. Y todo a gusto de la señorita de atrás. Recuerdo los datos de mi cuenta, así que inicio sesión sin consultarlo. No creo que le moleste eso a ella. Mi piel se eriza ante su mirada. Busco entre mis listas, hasta que doy con la indicada.
Justo inicia con esa canción que muchas veces me hizo pensar en ella. Subo el volumen hasta sentir que es perfecto. Una idea cruza mi mente, y es tan buena idea. La pauso, me doy la vuelta y la imagen que me da, es poder. Sentada en una silla que parece un trono, de tonalidad negra. Está sentada con una copa de whisky entre sus dedos. Su cabello fue recogido en una cola alta, haciendo resaltar más sus rasgos.
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The Stars Guide Me To You | +18 | L2
RomanceEl destino se encarga de reunir a personas, ya sea para estar con nosotros en cada paso que demos. O tan solo para enseñarnos que somos humanos y cometemos errores. En un mundo donde hay millones y millones de personas, donde las estadísticas dicen...