Conexiones inesperadas

464 16 2
                                    

Violeta

Chiara y yo llevábamos mas de 2 horas hablando, habíamos congeniado muy bien y teníamos gustos muy similares. Yo no estaba acostumbrada hacer amistades, pues mis únicos amigos han sido los amigos de mis hermanos y encontrar a alguien con gustos muy parecidos a los tuyos es... no se como decirlo... emocionante.

- Y entonces nos castigaron tres días a mis hermanos y a mi por tenerle el pelo a mi tía de verde mientras dormía, aunque la verdad se lo merecía.- dijo Chiara tras contarme su decimonovena anécdota con sus hermanos. Ojala hubiese tenido la misma relación yo con el mío.- Entonces, ¿Por qué has venido a Motril?

Dios, la temida pregunta, sabia que me lo iba a preguntar pero no esperaba que fuese tan pronto. No le quiero contar la verdad, va a pensar que soy un bicho raro o a lo mejor no me cree. Vamos Violeta, piensa algo rápido.

- Pues un cambio de aires, estaba ya un poco cansada de el bullicio de la gran ciudad y quería venir a algún sitio mas tranquilo.

- Es muy buen motivo, ¿Y tienes donde pasar la noche?.- pregunto Chiara con un aire preocupado.

- Si, no te preocupes. He reservado una habitación de hotel hasta que encuentre un lugar.

En ese momento Chiara miro a la Denna, la cual era su amiga y dueña del bar, y esta asintió como apoyando lo que estuviese pensando.

- Chiara, ¿Te pasa algo?

- No, tranquila, solo que estaba pensando una cosa pero es una tontería.

- No te preocupes, a mi me gusta escuchar "tonterías".- dije riéndome lo que provoque una pequeña risa en ella.

- Bueno, vivo en un piso con dos habitaciones y el casero me ha subido el alquiler y no puedo pagarlo sola y a lo mejor te gustaría irte conmigo, compartiríamos los gastos y si en cualquier momento no estas augusto te puedes ir.

- Me gustaría mucho. Lo que pasa que tendría que ser después de esta semana, cuando agote la estancia del hotel, no me puedo permitir perder el dinero.

- Claro, cuando tu quieras. Muchas gracias de verdad, me has salvado de una.

Chiara se levanto a darme un abrazo que yo acogí encantada. Me había caído muy bien. Solo hablando un par de horas con ella me había dado cuenta que era una persona muy fácil de querer.

- Bueno, ya es un poco tarde y seguramente mañana trabajes.- dije mirando el reloj de mi muñeca. Eran casi las 1 de la mañana.

- Uy, pues si, yo me voy a ir yendo. ¿Esta muy lejos tu hotel?

- No, solo a un par de manzanas.

- ¿No quieres que te acompañe? No me molesta, eh

- No de verdad, vete a descansar. Buenas noches Chiara.- me despedí de ella con un beso el la mejilla.

- Buenas noches Violeta.

Salí del bar en dirección a mi hotel. No se explicar todo lo que siento ahora mismo, Chiara me había ciado fenomenal y además me había salvado. Ya tenia un lugar donde quedarme. Puede que mi vida haya pasado por momentos malos pero siento que a partir de hoy todo eso va a cambiar.

Chiara

Ya había pasado casi una semana desde que había conocido a Violeta, habíamos congeniado muy bien y me comprendía muy bien. Era extraño porque yo casi nunca congenio con las personas a la primera. Solo me había pasado dos veces; con Ruslana y con ella.

Era viernes y decidí presentarle a mis amigos a Violeta, aunque Denna ya la conocía pues iba todos los días al bar. Nos íbamos a encontrar todos en la puerta de la discoteca y una vez allí iríamos para dentro, habíamos quedado a las doce y media y eran menos cuarto y Violeta todavía no había aparecido

Hogar- KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora